México D.F. Viernes 29 de agosto de 2003
Priístas y panistas recurren al arbitraje de Vicente Fox
Aún en el aire, la mesa directiva de San Lázaro
Burgos, candidato de Elba Esther; reunión desmentida en Los Pinos
ROBERTO GARDUÑO Y JUAN MANUEL VENEGAS-
La designación del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados se encontraba anoche en la indefinición. El PRI y el PAN recurrieron al arbitraje de Vicente Fox. La diferencia entre ambos partidos estribaba en que Elba Esther Gordillo pretendía imponer a Enrique Burgos, y Luis Felipe Bravo Mena, apoyado por la misma lideresa priísta, quería a cambio la directiva del Senado para Diego Fernández de Cevallos.
Anoche, en Los Pinos, Vicente Fox, acompañado por sus secretarios de Gobernación y del Trabajo, Santiago Creel y Carlos Abascal, respectivamente, recibió a los priístas Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo, Enrique Jackson y Leonardo Rodríguez Alcaine; por el lado panista asistieron Luis Felipe Bravo Mena, Francisco Barrio y Diego Fernández de Cevallos. El encuentro -que fue declarado inexistente por la oficina de prensa de la Presidencia- se desarrolló con sigilo y ahí Gordillo puso sobre la mesa los votos del PRI en el Senado a favor de Diego Fernández, a cambio de la directiva de San Lázaro.
Esa actitud de la lideresa priísta hizo a un lado la aspiración de Enrique Jackson Ramírez por ocupar la presidencia del Senado de la República. En tanto los panistas, informaron fuentes del partido blanquiazul, deseaban la mesa directiva de la Cámara de Diputados y que ésta fuera ocupada por Juan de Dios Castro.
Descartado de entrada
Así, el Partido de la Revolución Democrática comenzó su participación en la nueva legislatura descartado de la negociación política, mientras que PRI y PAN evidenciaron ante la opinión pública la redición de su vieja relación, alentada por Elba Esther Gordillo, quien ha prometido a los panistas y al Presidente de la República los votos de su partido en la Cámara de Diputados para aprobar las llamadas reformas estructurales. Y en consonancia, el partido en el gobierno ha propiciado que los priístas ocupen importantes posiciones en San Lázaro.
Tras la reunión en la casa presidencial -en donde se dijo oficialmente que sólo asistió Roberto Madrazo para entregar la propuesta económica alternativa de su partido- los priístas y panistas se volvieron a encontrar para resolver sus diferencias, que no eran tantas. El mismo Madrazo, Gordillo, Fernández de Cevallos y Bravo Mena se encargarían más tarde de encontrar una solución que pudiera satisfacer sus intereses.
No obstante, en el Senado aún persistía el descontento de legisladores de los dos partidos contra Diego Fernández de Cevallos, quien ha incurrido en el tráfico de influencias a favor de sus intereses personales. Hasta anoche se aseguraba que la presidencia de ese órgano sería para Enrique Jackson; no obstante, el acuerdo político se dio en otro escenario y estuvo en manos de las cúpulas partidistas.
Aun así, se espera que se oficialice el arreglo bipartidista y mientras tanto lo que persistió fue la propuesta de Gordillo para que Enrique Burgos ocupe la presidencia de la mesa directiva, y con el aliento de la misma coordinadora del PRI, Diego Fernández se haga cargo de la presidencia del Senado. Por el lado contrario, un sector del PAN desea ver fuera del escenario negociador al ex candidato presidencial blanquiazul.
En medio de todo esto, el PRD fue la principal víctima política, porque desde el principio de la negociación priístas y panistas evidenciaron un marcado desprecio a las propuestas del sol azteca, que hoy buscará que el arreglo PRI-PAN se revierta y la mesa directiva en San Lázaro sea ocupada por las tres principales fuerzas en orden decreciente por el número de legisladores.
En principio, la lógica que aplicaron tanto priístas como panistas en su negociación fue la ''equidad'', porque si en la Cámara de Diputados la directiva se le otorgaba a Enrique Burgos, en el Senado le correspondería a Diego Fernández. En caso contrario, si Juan de Dios Castro ocupara la presidencia en San Lázaro, en Xicoténcatl ese sitio correspondería a Enrique Jackson.
La Güera, al quite
Al paso del tiempo, en el Palacio Legislativo, ayer por la noche, tras una reunión frustrada entre los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados, Gordillo anunció que la decisión en torno a elegir al presidente de la mesa se postergaría hasta las nueve de la mañana de hoy.
Y es que el apoyo a Burgos se manifestó desde el martes pasado por parte del secretario general de la CTM, Leonardo Rodríguez Alcaine, quien realizó diversas llamadas telefónicas a los legisladores priístas más influyentes y les solicitó el respaldo al ex gobernador de Querétaro. Sin perder las formas del priísmo más rancio, el veterano líder del corporativismo obrero les dijo: ''Amigo, por favor te suplico que des tu voto a favor de Enrique, porque él va a ser el presidente de la Cámara''.
Por tal razón, el vicecoordinador del grupo parlamentario perredista, René Arce, denunció el arreglo PRI-PAN, porque ''se advierte un acuerdo entre estas dos fuerzas políticas; tenemos claro que están planeando un criterio en el que coinciden sin tomar en cuenta la pluralidad que existe en el Congreso... por respeto a esa pluralidad hemos planteado tomar en cuenta a todas las fracciones; si ellos no lo consideran así, nosotros respetamos su punto de vista, pero no lo compartimos y daremos nuestro punto de vista en la tribuna''.
De tal forma, el legislador propuso que la presidencia de la mesa directiva se divida en periodos de seis meses, porque hay un ejercicio legislativo que debe integrarse de forma anual. ''Es la mejor y más responsable forma de dar conducción a la Cámara de Diputados''.
A más curules, más poder
Más tarde, Gordillo Morales defendió la lógica matemática que su partido sostiene como argumento para imponer las decisiones en San Lázaro. Primero dijo que aún no hay acuerdos concretos en la mesa de negociación oficial -no obstante que ya se ha reunido en distintas ocasiones con Francisco Barrio Terrazas para "amarrar" un proyecto conjunto de gobierno en la Cámara de Diputados-, porque ''la posición del Partido Revolucionario Institucional es buscar lo que nos logre realmente la representatividad que la Cámara exige, y que no sea este un motivo de polarización o alejamiento''.
No obstante, la voz conciliadora de la lideresa del tricolor cambió al preguntarle si prosperarán los reclamos del PRD, partido que pretende ocupar la mesa directiva durante un año de la nueva legislatura. La priísta retomó su posición inicial: partido con mayor número de curules, partido con más poder en el Congreso.
''Estamos buscando los consensos y los acuerdos sin olvidar un asunto: somos el grupo mayoritario, somos mayoría; entonces, en razón de ello, tenemos un peso específico que tenemos que respetar, no sólo por voluntad personal, sino por la representación de todos y cada uno de los diputados de la fracción''.
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