.. | México D.F. Sábado 23 de agosto de 2003
El domingo se inaugura paseo escultórico
con obra de Rojo, González Gortázar y Felguérez
Reivindican el carácter público del arte
MERRY MAC MASTERS
La escasez de encargos urbanos y la necesidad de mecanismos
para regular lo que se instala como arte público en la ciudad fueron
planteamientos que surgieron ayer durante el anuncio de la inauguración
oficial del Paseo Escultórico Coyoacán, integrado por un
trío de obras que Vicente Rojo, Fernando González Gortázar
y Manuel Felguérez realizaron en el camellón arbolado de
Miguel Angel de Quevedo, a la altura de las calles Tata Vasco y Zaragoza,
a la manera de donación a la ciudad.
Volcán
encendido 920, de Rojo; Homenaje al corazón, de González
Gortázar, y Geometría suspendida, de Felguérez,
se darán a conocer el domingo 24, a las 12 horas, en un acto que
contará con la participación de Carlos Monsiváis y
Jaime Moreno Villarreal.
González Gortázar, quien propuso la idea
de las esculturas a la entonces delegada en Coyoacán María
Rojo, recordó haber escrito, en 1971, en el catálogo de una
exposición que hizo Vicente Rojo en Guadalajara: "Algún día
Vicente Rojo sacará su obra a la calle, estoy seguro, para hacer
de la calle la obra de arte". Pasaron 32 años antes de que
el "deseo" de González Gortázar se volviera realidad; no
obstante, aún le resulta "escandaloso" que éste sea el primer
encargo urbano que se le hace a Rojo. Acotó que la situación
de Felguérez no es muy distinta. Aunque ha hecho unas pocas obras
de carácter urbano, todas han sido encargos de particulares, no
de organismos oficiales.
El arquitecto y escultor continuó: "Uno de las
más ejemplares y perdurables herencias que recibimos de los muralistas
fue la idea del arte como riqueza colectiva. No podemos dejar que esta
tradición desaparezca. Cuando personas como Felguérez y Rojo
trabajan para las ciudades, no es un privilegio para ellos, sino para las
ciudades".
Ojalá tenga repercusiones, apuntó González
Gortázar, el ejemplo dado por María Rojo y sus colaboradores,
de recordar que "no sólo necesitamos comer, respirar, tener seguridad,
educación, sino también hay necesidades de la sensibilidad
y el espíritu que la ciudad debe satisfacer". Porque, "en este momento
ni las autoridades federales, ni las del Distrito Federal, ni las de los
estados y municipios de todo el país, atienden esta obligación.
La imagen de la ciudad es parte fundamental de la calidad de vida de millones
y millones de personas y, por tanto, debe ser atendida como un servicio
público. Si esto no es entendido, las autoridades, las políticas
culturales y las políticas a secas, estarán fracasando".
Para Vicente Rojo si se suele decir que para superar los
problemas se necesita de una gran imaginación, a su vez la obra
de arte urbano aporta elementos que estimulan la imaginación y,
por tanto, contribuye a resolver la problemática social.
Manuel
Felguérez recordó que "el problema del arte es que tiene
que serlo. Y saberlo es muy difícil, sobre todo cuando tantas personas
hacen propuestas diferentes". El Instituto Nacional de Antropología
e Historia es "muy bravo" para proteger el patrimonio a su cargo. Sin embargo,
el Instituto Nacional de Bellas Artes, a quien le toca el arte del siglo
XX, ha sido "de lo más tibio, no abre la boca, deja pasar todo",
afirmó el pintor y escultor zacatecano.
Integrante de la Comisión de Arte Urbano, que hubo
en la época de Cuauhtémoc Cárdenas como jefe de Gobierno
del DF, para González Gortázar ahora que los delegados son
elegidos por el voto popular, deben crearse instancias similiares, pero
delegacionales, aunque reconoció que la imagen de la ciudad no es
un aspecto que se puede resolver de manera autónoma.
Hilda Trujillo, coordinadora del Paseo Escultórico
de Coyoacán, anunció para finales de septiembre la instalación
de una obra de Jorge Yazpik en Miguel Angel de Quevedo y Pacífico.
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