El detective de la triste figura parte de una atenta lectura a El Quijote: Anamari Gomís

Destacan la vena cervantina de Martínez y Almaraz

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La unión de un hombre de la tercera edad, más bien retraído, con las películas policiacas, da como resultado El detective de la triste figura, de Jorge Martínez y Almaraz, El Chale, que se presentó este martes en la Casa Universitaria del Libro con la participación de Rafael Barajas, El Fisgón; Carmen Aristegui y Anamari Gomís, quienes resaltaron la divertida lectura de esta novela que comenzó como una idea para un guión cinematográfico.

El autor entreteje una parte de la vida de Juan Quijano, conocido como John Kijis en su mundo de detectives, con la historia de colonias ya tradicionales del Distrito Federal que se presentan como personajes y explica el por qué de sus nombres: Roma, Condesa, Escandón convirtiéndose además en una revisión de la arquitectura que se encuentra en esta zona de la ciudad. Novela urbana, no sólo por estar situada en la capital mexicana, sino por la presentación de problemas que afectan a la ciudad de México, El detective de la triste figura revive la lucha del bien contra el mal, aunque el bien esté un poco loco.

Primera en presentar el libro, la comunicadora Carmen Aristegui resaltó que esta novela es imaginativa y "trae al Quijote a la capital mexicana, a nuestra circunstancia y realidad, lo coloca en situaciones o circunstancias que podemos vivir en cualquier calle o situación de la ciudad de México".

Académico, político, ex funcionario público, economista, historiador, Jorge Martínez cuenta la historia de cómo sería El Quijote a principios del siglo XXI. "Nadie que lea El detective de la triste figura le cabrá la menor duda de que su autor ha leído con agudeza la novela de novelas El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", expresó la escritora Anamari Gomís.

El personaje de Martínez y Almaraz "fue creado a imagen y semejanza del de Cervantes, y reproduce en actitud y figura, en aspavientos y en confusiones, en tesón y en desquiciamiento al Quijote cervantino".

El Fisgón, a su vez, puso el toque divertido a la presentación al hacer un recuento biográfico del autor mediante diccionarios, uno de ellos el de mexicanismos dado su apodo de El Chale.

A la presentación asistieron como invitados Cuauhtémoc Cárdenas, Alberto Ruy Sánchez y Angeles Mastretta.