México D.F. Domingo 17 de agosto de 2003
El taekwondoísta derrotó en la
final al dominicano Rawell Pier Jerez por 4-0
Víctor Estrada se despidió de los Panamericanos
con su tercer título
Me voy como yo quería, ganando, pese a que muchos
lo dudaron, expresó el tricampeón en la categoría
de más de 80 kilos Otorgó la medalla de oro número
20 para la delegación mexicana
AGENCIAS
Santo Domingo, 16 de agosto. El mexicano Víctor
Estrada concluyó su ciclo en Juegos Panamericanos tal y como lo
había soñado: con la medalla de oro en la división
de más de 80 kilogramos, la tercera en su amplio palmarés
deportivo.
Estrada,
al igual que Iridia Salazar (el pasado jueves cuando ganó el oro
en hasta 57 kilogramos con triunfo sobre la local Dinanyris Furcal), dejó
mudo al público al dominar su pelea de principio a fin y vencer
en la final al dominicano Rowel Pier Jerez, por contundente 4-0 y darle
la medalla dorada número 20 a la delegación mexicana en Santo
Domingo.
También sumó su cuarto metal en este tipo
de certámenes, luego del bronce en La Habana 91 y de sendos oros
en Mar del Plata 95 y Winnipeg 99.
Así, Víctor Estrada disputó su última
competencia en Panamericanos y se despidió como tricampeón,
de cara a los torneos que le esperan en los próximos meses para
obtener un lugar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y mejorar
el bronce que obtuvo en Sydney 2000.
"Estoy sumamente feliz, porque fue mi despedida de los
Panamericanos, y mi regreso al taekwondo (luego de superar lesiones) como
yo quería: ganando y demostrando que todavía tengo para rato,
algo que muchos dudaron", expresó el mexiquense de 32 años,
cuya victoria otorgó a su deporte el título de campeón
por equipos.
Resaltó que esta medalla se la dedicaba a sus padres
y a su novia, la velocista América Rangel, "a mis entrenadores,
a mis compañeros de equipo que me dedicaron los juegos y sus actuaciones
porque sabían que eran los últimos en los que participaría,
y a todo México''.
Con plena confianza reflejada en el rostro, dominador
sobre sus cuatro rivales de la jornada y con constantes sonrisas hacia
el público, el cinco veces ganador de la Copa del Mundo, salió
al tatami del Pabellón de Combate del Centro Olímpico Juan
Pablo Duarte dispuesto a demostrar por qué es el mejor del área.
Por la mañana, en una jornada retrasada dos veces
porque los jueces amenazaron con retirarse en caso de no recibir sus honorarios,
el mexicano venció 10-8 al venezolano Luis Alberto Noguera; en cuartos
de final derrotó al costarricense Kristopher Moitland por 4-2, y
por la tarde superó al haitiano Sanon Tudor por idéntico
marcador.
Instalado en la final ante un conocido rival dominicano
que ya había derrotado en los Juegos Centroamericanos de El Salvador
2002, Víctor, con una patada al rostro de esas que merecen aplauso,
marcó los dos primeros puntos en el primer round para repetirle
la dosis en el tercero a Rowel Pier Jerez, cuyo error fue tenerle demasiado
respeto al mexicano, quien se llevó la victoria pese a perder un
punto por doble llamado de atención.
Quien terminó con las manos vacías fue María
de Jesús Mata, en la división de más de 67 kilogramos
al quedar eliminada en la primera ronda.
El equipo mexicano de taekwondo cerró así
su labor con siete metales, los títulos de Estrada en más
de 80 kilogramos e Iridia Salazar en la división de hasta 57 kilos,
y como ganadores de plata Oscar Salazar (58) y José Luis Ramírez
(80), y de bronce con Erick Osornio (68), Carmen Morales (49) y Marlén
Ramírez (67).
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