México D.F. Domingo 17 de agosto de 2003
Define tareas urgentes la arquidiócesis de México en su plan pastoral 2003
Advierten creciente descristianización de los católicos
La carencia de formación cristiana en las familias y un creciente fenómeno de descristianización entre los católicos son dos de los desafíos urgentes que deberán ser atendidos de manera prioritaria, de acuerdo con el plan pastoral 2003 de la arquidiócesis de México.
El documento, elaborado por el cardenal Norberto Rivera Carrera, afirma que "todavía estamos paralizados por la pasividad ante muchas realidades de esta ciudad que están pidiendo ser redimidas y transformadas". Por ello, señala que cada parroquia debe ser un centro promotor para que las familias aprendan a ser "escuelas de la fe" para sus hijos.
Columna vertebral del trabajo apostólico de la arquidiócesis, La parroquia, comunidad para todos, como se denomina el plan pastoral, indica que frente a un nuevo estilo de vida urbano, "hay que sacar las consecuencias de esta realidad y, con audacia, poner en práctica un nuevo dinamismo de relaciones que tenga como objetivo generar procesos de evangelización y crecimiento en la fe de los diversos ambientes".
Tras reconocer que "no valoramos suficientemente el trato cercano y amigable que los pastores debemos mostrar hacia los fieles", el texto establece la necesidad de "romper con la mentalidad de ofrecer sólo 'servicios religiosos', para recorrer el camino de construir un ambiente comunitario que sea escuela de fe y servicio".
En este sentido, Ricardo Guízar Díaz, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano, afirmó que se está perdiendo la batalla para elevar el nivel de vida cristiana en algunos sectores, como la ciudad y las regiones fronterizas, donde se ha incrementado la criminalidad y el desprecio por los valores de la vida y la fe, y señaló que ante esta situación es necesario insistir en la profundización del conocimiento de la doctrina católica.
El prelado agregó que la cultura actual no es un factor favorable para fortalecer la fe cristiana. "Se puede decir que la sociedad de consumo, en la que se da más importancia a lo material y al individualismo, limita la intensidad de la práctica religiosa, pues existen múltiples estímulos externos para no ocuparnos de las cosas espirituales."
La familia -explicó- está expuesta a múltiples factores que debilitan su cohesión interna, por lo que es necesario insistir en que los padres no sólo son responsables de la educación laica de sus hijos, también de la religiosa.
No obstante, destacó que en general el nivel de vida religiosa en México, "es bueno, y en muchos aspectos existe una preocupación por las carencias en la preparación cristiana, que ha llevado a un aumento de iniciativas y preocupación de la misión evangelizadora para llegar a los sectores menos favorecidos". LAURA POY SOLANO
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