México D.F. Domingo 17 de agosto de 2003
REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
Derechos humanos, hechos inhumanos
Las respuestas oficiales ante AI
La visita del relator de la CIDH para la libertad de
expresión
VAYA TEMPORADA QUE se le avecina al gobierno federal
y al sistema político en su conjunto en materia de derechos humanos.
Cuando aún no ha pasado el efecto del alto abstencionismo en los
comicios federales del 6 de julio que golpearon justo en el corazón
de la república virtual foxista, de las oportunidades que pretenden
ser reales con sólo enunciarlas, y que se han comenzado a cimbrar
las estructuras partidistas con la renuncia de Rosario Robles a la dirigencia
del PRD y su efecto expansivo hacia el interior del PAN y muy probablemente
entre las filas priístas, llegan a México los relatores y
dirigentes de organismos internacionales de derechos humanos para hacer
un balance de lo que las encuestas de popularidad y los espots televisivos
no muestran: la situación de negligencia, impunidad y discrecionalidad
en el ejercicio de los derechos humanos en nuestro país.
LA
RESPUESTA DE los distintos niveles de gobierno al crudo diagnóstico
de la dirigente de Amnistía Internacional, Irene Khan, y la previsible
ante la visita del relator de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) para la libertad de expresión, Eduardo Bertoni, han
sido, por lo menos, patéticas. Confirman el viejo principio de la
cultura autoritaria que rechaza la crítica y el escrutinio públicos
y se pone a la defensiva. Se elude que la globalización no sólo
es un fenómeno de los mercados ni de las expectativas neoliberales
sino también de la resistencia civil, de una opinión pública
mundializada que está indignada por la larga lista de crímenes
de odio contra más de 300 mujeres en Ciudad Juárez, por el
asesinato selectivo de dirigentes de derechos humanos (primero, con Digna
Ochoa, que resultó ser tan inteligente y perversa que se suicidó
para "simular" un homicidio, y ahora con la dirigente poblana Griselda
Teresa Tirado Evangelio, casualmente, también mujer y también
incómoda para las estructuras de poder en su entidad), por la creciente
tendencia a estigmatizar o ignorar a las otras voces (como las del zapatismo
y las redes civiles de resistencia a la globalización unidireccional)
que no asumen los logros maravillosos del libre comercio que se dará
cita en Cancún, en septiembre próximo, y ante las respuestas
gubernamentales a problemas reales que afectan dos de los derechos fundamentales
de los ciudadanos como son el empleo y la educación.
EL TITULAR DE ECONOMIA, Fernando Canales Clariond,
nos recetó el pasado jueves una auténtica joya declarativa
de la visión gerencial de lo público. A tono con su jefe
que se niega, contra las evidencias y las estadísticas, a asumir
la gravedad del desempleo en el país, Canales Clariond, en pose
de gerente perdonavidas, afirmó que estar desempleado no nos debe
dar pena. "Esto sucede hasta en las mejores familias... Eso nos pasa a
muchas gentes (sic)", afirmó en un foro de "emprendedores" y sus
palabras pronto tuvieron repercusión en los medios electrónicos
e impresos. ¿Será que la familia Canales y los integrantes
del Grupo Monterrey alguna vez han padecido el desempleo? ¿Por qué
no encargarle una encuesta a Francisco Ortiz, desde Los Pinos, para preguntarle
a las "mejores familias" del foxismo si conocen lo que es quedarse sin
puesto de trabajo, sin ingreso digno, sin seguridad social? ¿O querrán
decirnos estos foximensajes que pretenden cambiar el artículo 123
constitucional para que en lugar del derecho al trabajo se consagre la
oportunidad del changarro como nuevo principio rector del Estado?
OTRA DE LAS RESPUESTAS de antología fue
la del gobierno de Chihuahua al informe de Amnistía Internacional.
Mandó pagar inserciones de plana completa en los diarios de circulación
nacional para decirnos: "¡ya basta! Es hora de dar respuesta a estos
infundios y salir en defensa de la dignidad de los juarenses. No podemos
permitir que se siga mintiendo y medrando con este drama social". ¿Y
la dignidad de las mujeres asesinadas y de las desaparecidas y de las próximas
víctimas cómo pretende la autoridad de Chihuahua defenderlas?
¿Será que es necesario pedirles permiso para no ofender la
dignidad del principio de autoridad cada vez que se denuncie la impunidad
prevaleciente? ¿Será que la dignidad se defenderá
con otros desplegados, con respuestas reactivas a informes internacionales
señalando a los organismos civiles y no a los asesinos como los
verdaderos enemigos, porque "dañan la imagen" y "denigran" a Chihuahua
y a sus "autoridades legítimamente constituidas"?
EL CIRCUITO DE LA impunidad comienza justamente
con el principio de la incomunicación: negar la gravedad de los
hechos, minimizar o relativizar las críticas y maximizar las "razones
de Estado", para que todo quede en el silencio, o transformar el orden
del discurso de tal forma que los agredidos se conviertan en los agresores
y las autoridades responsables en víctimas de los sucesos y no los
familiares de las decenas de mujeres asesinadas.
EL PROBLEMA FUNDAMENTAL es que continúan
los crímenes, las desapariciones (las cuales ahora se desplazan
hacia la capital del estado, Chihuahua) y la hostilidad contra quienes
han mantenido la línea crítica (incluyendo a medios impresos
y periodistas de Ciudad Juárez). Sin embargo, para las autoridades
federales y estatales todo se reduce a un problema de imagen y no de justicia.
TODO PASA NUEVAMENTE por la máxima política
de estos tiempos: "¿y yo por qué?" Apenas un día después
de las críticas de Irene Khan a la retórica gubernamental,
el mandatario volvió a la carga: "mi gobierno no tiene esqueletos
escondidos en el desván" (La Jornada, 16 de agosto de 2003).
Nadie lo acusó de eso. La crítica de Amnistía Internacional
fue por la persistencia del "modelo de intolerable negligencia" en las
investigaciones y los expedientes judiciales que, a fin de cuentas, han
servido para que prevalezca la impunidad.
Diagnóstico sobre libertad de expresión
OTRA TEMPORADA DE retórica oficial a la
defensiva se augura con la visita a nuestro país, del 18 al 26 de
agosto, de Eduardo Bertoni, el relator de la CIDH para verificar la situación
de la libertad de expresión y el derecho a la información
en nuestro país. Un adelanto del diagnóstico que las organizaciones
civiles presentarán ante el relator apunta los siguientes puntos
críticos:
-Los numerosos casos de agresión y citatorios de
las autoridades ministeriales a los periodistas, violando el secreto profesional
y coartando la libertad de expresión y de información. Tan
sólo en 2002, estos citatorios se incrementaron 47 por ciento, según
la Red Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación.
-La persistencia de un marco normativo de más de
40 años en materia de medios electrónicos de comunicación
que favorece la concentración y no la democratización. La
actual Ley Federal de Radio y Televisión, con todo y el "decretazo"
del 10 de octubre de 2002, incumple los estándares internacionales
de libertad de expresión y derecho a la información. Consolida
un modelo duopólico en materia de televisión privada, alienta
la impunidad de los concesionarios frente a la audiencia y la discrecionalidad
de las relaciones entre la autoridad y los medios. Con todo y Ley Federal
de Transparencia y Acceso a la Información Pública, no se
conoce el estado real de las concesiones en materia de radio y televisión,
ni los criterios y normas del gobierno federal para otorgarlas.
-Existe un clima de persecución y hostigamiento
a las radios comunitarias y ciudadanas en zonas indígenas y campesinas.
Esta situación se agrava por la indefensión jurídica
y la discrecionalidad de las autoridades.
-En su informe de 2002, la organización Reporteros
sin Fronteras ubicó a México en el lugar 77 en materia de
respeto a la libertad de expresión. Se registraron dos asesinatos,
uno de los cuales estaría relacionado con el narcotráfico.
-El crimen organizado se ha convertido, en especial en
la frontera norte del país (Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, Sonora
y Baja California), así como en las entidades del sur (Guerrero,
Oaxaca, Chiapas) en la mayor amenaza para el libre ejercicio periodístico.
Los altos niveles de corrupción en las estructuras policiacas y
militares se han convertido en fuente permanente de intimidación,
agresiones y asesinatos.
-La indefensión laboral se ha agravado, en especial
en los medios impresos y en los electrónicos. Casos críticos
como la situación de los trabajadores de Unomásuno o
de la cooperativa de El Día se han convertido en casos-muestra
para conculcar los derechos laborales.
¿Comparecerá Lucerito?
Y POR SI FUERA POCO, en vísperas de la llegada
del relator de la CIDH, la estrella televisiva Lucerito y su civilizado
guarura dieron una exhibición penosa de los grados a los que
puede llevar la impunidad en la relación de los medios y la gente
del espectáculo, y el mareo absoluto en nuestro raquítico
star system que construye y destruye con la misma facilidad a modelitos
de fama efímera que se sienten parte de una aristocracia telegénica.
LA NOCHE DEL VIERNES, el noticiario estelar de
Tv Azteca dedicó 20 minutos para exhibir y repetir la escena del
guarura de la cantante que no encontró otro método mejor
que encañonar con una pistola a reporteros y camarógrafos
que demandaban la comparecencia de Lucero. Canal 40 lo calificó
de auténtico "pucherito" y Canal 2, con menos tiempo-aire que los
otros telenoticiarios, editorializó señalando que su estrella
exclusiva virtualmente rompió con la prensa ese día. "No
tengo nada de qué pedir perdón", dijo la intérprete,
siempre tan sensible a las expresiones de la crítica. Claro, para
ella, apuntar con un arma a los reporteros no es ningún delito inclusive,
quizá pensará que eso le proporcionará mayor rating.
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