México D.F. Sábado 16 de agosto de 2003
El domingo concluye temporada
en el Teatro de la Ciudad
Tania Pérez-Salas figurará en festival
italiano de danza
FERNANDO CAMACHO SERVIN
Ya consolidada como una de las bailarinas mexicanas más
reconocidas en el país y el extranjero, Tania Pérez-Salas
atraviesa aún muros y obstáculos. Llena de vitalidad, trabaja
fuerte para poner a su compañía en el punto más alto
antes de partir a Italia, donde participará en el festival de danza
más importante de ese país.
En
entrevista con La Jornada, la artista da algunos detalles sobre
el repertorio que presentará hasta este domingo en el Teatro de
la Ciudad. En el programa se encuentra la obra Anabiosis, montaje
inspirado en La doble llama, ensayo de Octavio Paz que reivindica
la existencia del amor espiritual como complemento de los afectos carnales.
Al trascender lo físico, los modos de sentir y de pensar se convierten
en el verdadero motor de lo humano.
En Visitante, pieza de reciente estreno, la creadora
pretende subrayar el carácter transitorio que tienen los espíritus
en esta dimensión. Es una reflexión sobre la muerte y el
carácter maravilloso que entraña la vida por sí misma,
en todos sus detalles.
Las aguas del olvido es una obra desarrollada por
la coreógrafa en 1998, pero que se ha convertido en piedra angular
de sus presentaciones desde entonces. Plantea la importancia casi ritual
del agua, como la sangre que corre por las venas de un organismo.
La bailarina considera que el líquido ha sido "tristemente
devaluado" en la sociedad moderna, en la que se le ha entubado como un
elemento más de uso común y corriente. En la obra, "desarrollada
en una plataforma con dos toneladas de agua", una mujer se quita las manchas
del cuerpo y del alma, al tiempo que explora su sensualidad y juega con
el hombre en este elemento.
Tania Pérez-Salas ha trabajado como actriz, bailarina
y coreógrafa en cine y teatro, y se ha hecho merecedora de varios
reconocimientos dentro y fuera de México, pero aún así
rechaza la autocomplacencia como quien huye de un veneno mortal. "Cuando
surge una idea, uno debe arriesgarse y llevarla a cabo de la forma más
honesta posible. Siempre me va a faltar algo, y cada vez me siento más
comprometida a ser mejor", dice.
Egresada de la escuela de Javier Francis, la bailarina
encomia la enorme heterogeneidad cultural de México, que en su opinión
permite conformar un panorama dancístico "con posibilidades infinitas".
Y a pesar de las dificultades económicas y de difusión para
la actividad dancística, nota una evolución respecto de los
años anteriores, y subraya que los sectores público y privado
comienzan a darle más importancia a la danza, una de las artes más
carentes de estímulos.
Tania
considera que el público mexicano, aún en formación,
es "voluble" porque no está acostumbrado a seguir la actividad dancística,
y hace un llamado a los espectadores a arriesgarse a ver otro tipo de espectáculos
para ampliar sus horizontes de percepción. Por otra parte, critica
los prejuicios y la cerrazón de algunas autoridades para dar espacios
y apoyos, si bien admite que pocas veces se ha tenido que enfrentar con
obstáculos tan definitivos.
Tal ha sido el éxito de la Compañía
de Tania Pérez-Salas, que ya tiene actividades agendadas hasta inicios
de 2004 y ha sido invitada a participar en el Festival de Danza Contemporánea
Oriente-Occidente de la ciudad de Roberetto, el más importante de
Italia. Aunque no quiere dar más detalles, la artista anunció
que vienen en camino un par de coreografías nuevas, que se darán
a conocer en noviembre de este año.
Tania Pérez-Salas y su compañía presentan
sus últimas funciones este sábado y domingo en el Teatro
de la Ciudad, a manera de despedida ante el público mexicano, antes
de esta nueva incursión por escenarios europeos.
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