Seis trabajos con esa técnica, la gran sorpresa en la inauguración de Los placeres sencillos

En sus collage, Paniagua abre una ventana a la filosofía oriental

La artista veracruzana adelanta que prepara una serie sobre el I Ching y el Tao, e indica que le interesa recuperar en la plástica las aportaciones de China y Mesoamérica a Occidente

MERRY MAC MASTERS

Las enigmáticas mujeres de Carolia Paniagua no dejaron de cruzar miradas en la apertura, anteanoche, de la exposición Los placeres sencillos. Durante el acto la pintora estuvo rodeada de un sinnúmero de amigos, "el tesoro más grande que un ser humano puede tener".

Las mujeres de Paniagua guardaban un secreto a punto de revelarse como -tal vez- la sorpresa más grande de la muestra: entre las 20 piezas en exhibición, la mayoría pintura en acrílico y pastel, u óleo y tierras -la técnica que en 2001 Carolia aprendió en Oaxaca-, hay seis collage que se alejan totalmente de la figura humana y, en cambio, abren una ventana al mundo de la filosofía oriental.

Varios collage incluyen frases como, por ejemplo, ''la acción que da coherencia a todo cuanto existe" (Todo cuanto existe), ''el aliento que pasa a través de un obstáculo y se esparce libremente" (Ping, la paz), ''ser tierno como el bambú que cuando sopla el viento, se inclina hacia atrás'' (Xian. Sonrisa), y "flor. Parte de la planta que ha cambiado enormemente" (Hua. Florecer). Las piezas restantes con esa técnica son La pasión y Yao. Armonía.

Al respecto, Carolia asegura que siempre ha hecho collage, arte-objeto y cajas. No obstante, los collage que muestra en esta ocasión constituyen una faceta novedosa: ''hice algo hace dos o tres años a modo de experimento. Me gustó mucho por el contacto con la filosofía china, que se adelanta a Occidente como 15 años en su forma de ver la vida, de ver la relación del hombre con el universo y consigo mismo".

Hace una década Carolia comenzó a viajar a San Francisco, California, donde tenía un estudio. ''Para mí fue ir a China'', apunta respecto de esas estancias. ''Empecé a interesarme por las hierbas chinas, por la medicina, la filosofía y el arte. Comencé a ver que hay una gran sabiduría, una gran poesía en la expresión de los ideogramas. Casualmente, llegó a mis manos un libro de Ezra Pound donde se sorprende, se fascina y se maravilla de que el verbo ver es un ojo con pies. A raíz de eso, Pound se inició en el estudio de la semántica del ideograma chino".

Aunque la pintora desconoce el chino, le llamó la atención ''la poética que hay detrás de cada ideograma''. También hay fonogramas y pictogramas, pero su atención se centra en el ideograma. Por ejemplo, ''el verbo tener se representa con una Luna y una mano. Quiere decir, tomar de la Luna con las manos. Entonces, tener algo es haberlo tomado de la Luna". La Luna, por cierto, es símbolo en algunos de sus trabajos.

Carolia incluyó una media docena de collage en la muestra a manera de adelanto de una nueva búsqueda: ''Mi siguiente proyecto es hacer una exposición sobre el Tao y lo que se deriva de ello, como la acupuntura, así como del I Ching; todo lo que los chinos han aportado a Occidente y que casualmente se está poniendo de moda. Por fortuna, estoy en eso desde hace 12 años. Hago Tai Chi, tengo 10 años de leer autores chinos -a sus poetas, por ejemplo-, de ver pintura china... Cada vez coincido más con que esa filosofía es la que puede salvar al mundo".

Aquí hace una pausa y aclara que no nada más la filosofía de los chinos puede salvarlo, sino también la indígena, que es ''muy parecida''. La maya, la nahua, toda esa forma de vida es ''la que nos va a dar respuesta de cómo debe ser el mundo. Y no hablo de regresar, sino de ver la vida de ese modo. Entonces, esos collage son un intento de entender la vida de otra manera, porque como que ya se nos olvidó cómo es la vida, qué quiere decir".

Cuando se le comenta el grado de depuración que la artista ha logrado en sus pinturas, agrega: ''eso es exactamente la filosofía china. Lo simple, lo sencillo, lo carente de lo superfluo. Eso también quiero decir con mis collage, que no necesitamos de tantas cosas para vivir".

Nacida en Tuxpan, Veracruz, alumna de Mario Orozco Rivera, así como de Gilberto Aceves Navarro (en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM), lo que no puede faltar en sus collage es su gran manejo del color. Y si en su pintura se imponen ''los azules, las magentas y los morados'', en sus collage echa mano del rojo, el café y el blanco.

La exposición Los placeres sencillos se podrá ver hasta el 28 de agosto en la casa de cultura Jesús Reyes Heroles (Francisco Sosa 202, Coyoacán). Vale la pena visitarla, porque además es la primera vez que Carolia exhibe en la ciudad de México sus cuadros hechos en Oaxaca, con óleo y tierras, serie que quedó concluida y que, por sus texturas, da un sentir diferente a las telas.