San Sebastián

Disuelven marcha independentista vasca

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 15 de agosto. Un amplio dispositivo de la policía autonómica vasca, Ertzaintza, impidió hoy que un contingente de unas 600 personas celebrara el tradicional homenaje a la bandera vasca a las puertas del ayuntamiento de San Sebastián, donde desde hace 20 años los militantes y simpatizantes de la izquierda separatista vasca se reúnen con ese fin.

La marcha fue prohibida tanto por el gobierno vasco, del presidente nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, como por jueces del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

La manifestación del domingo pasado en San Sebastián, en la cual se quemó una bandera española y se gritaron consignas de apoyo a la organización armada vasca ETA, fue el principal argumento para negar el permiso a los convocantes de la marcha-homenaje de hoy, que en esta ocasión congregó a dirigentes de Batasuna, coalición de la izquierda abertzale recientemente ilegalizada por su presunta vinculación a ETA. Entre ellos figuraron Jon Salaberria, Araitz Zubimendi, Juan José Petrikorena y Mikel Aznar.

A pesar de la prohibición, los manifestantes intentaron celebrar el histórico homenaje a la ikurriña (bandera vasca), pero la fuerte presencia de policías antidisturbios, que amenazaba con disolver la concentración con violencia, provocó que este año se cambiara el escenario y que el contingente se trasladara a unas 15 calles de la sede del consistorio, a la Plaza de la Constitución, para llevar cabo el homenaje.

Joseba Permanch, ex vocero y parlamentario de Batasuna, fungió como vocero de los manifestantes frente a los policías desplegados en la zona, a los que pidió autorización para permanecer al menos 10 minutos frente al ayuntamiento. Sin embargo, después de varios minutos, la Ertzaintza confirmó que no había autorización para la concentración y que, por tanto, se tenían que disolver en el plazo de "un minuto" para evitar la acción policiaca.

Después que el contingente se trasladó a las calles del casco histórico de la ciudad, Permanch tomó la palabra en un improvisado escenario para afirmar que los "verdaderos violentos" son los policías autonómicos y los que deciden prohibir manifestaciones pacíficas, al tiempo que criticó la bandera española, que calificó de "trapo" que significa "cosas muy concretas: la ocupación del ejército y los policías españoles y el apartheid y la falta de libertad en Euskal Herria".