México D.F. Sábado 16 de agosto de 2003
Las empresas incrementarán el número
de despidos, admite Economía
Sin prestación alguna, 63.3% de la población
ocupada: INEGI
Según la Encuesta Nacional de Empleo cada
vez menos personas se dedican al campo y más al comercio y los servicios
DAVID ZUÑIGA
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI) informó que la población ocupada
al segundo trimestre ascendió a 40 millones 633 mil personas, 0.8
por ciento o 331 mil más que las registradas en el mismo lapso de
2002.
Sin embargo, 63.3 por ciento de los mexicanos que trabajan
no recibe prestación alguna, ya sea de seguridad social, reparto
de utilidades, aguinaldo, vacaciones, etcétera. Esta cifra supera
en aproximadamente 43 mil personas la registrada hace un año.
La Encuesta Nacional de Empleo (ENE) agrega que la población
ocupada en el sector primario (agropecuario) disminuyó en 393 mil
personas, la del secundario (industria y actividades extractivas) aumentó
en 86 mil y la del sector terciario (comercio y servicios) creció
en 644 mil personas.
Los
mayores incrementos de la población ocupada se observaron en los
estados de Quintana Roo, con un alza de 9.1 por ciento; Tabasco, 7.2; Baja
California Sur, 6.6; Querétaro, 6, e Hidalgo, 5.9 por ciento.
La ENE se elabora con una muestra de 163 mil hogares de
todos los estratos económicos y de todas las entidades del país.
Su objetivo es calcular y definir la forma en que la población participa
o no en la generación de bienes y servicios.
La encuesta clasifica a la población en edad de
trabajar en tres grupos: la población ocupada es aquella que realiza
alguna actividad productiva, independientemente del número de horas
que trabaje, los ingresos que perciba o su productividad.
Los otros dos grupos son la población no económicamente
activa, formada por aquellos que no trabajan ni buscan hacerlo, aunque
estarían disponibles si hubiera condiciones, y la población
desocupada, es decir, los que no tienen trabajo pero están en busca
de uno.
Del total de la población ocupada, 26.7 millones
son hombres y 13.9 millones mujeres; 49.9 por ciento reside en ciudades
de 100 mil habitantes o más; 13.9 por ciento, en las que tienen
de 15 mil a menos de 100 mil; 13.5 en las de 2 mil 500 a 15 mil y 22.7
por ciento en localidades de menos de 2 mil 500 habitantes.
La ocupación creció en las ciudades más
pobladas; en cambio, en las comunidades rurales disminuyó en 153
mil personas, lo cual podría deberse a un aumento de la inactividad
económica o la migración.
En cuanto al tiempo trabajado, la encuesta señala
que en un extremo hay 236 mil personas que trabajaron menos de cinco horas
a la semana y en el otro 145 laboraron 94 o más horas. En promedio,
la población ocupada trabajó 42 horas semanales.
El análisis detalla que 16.8 por ciento de la población
ocupada está en el sector primario, 24.8 por ciento en el secundario
y 58 por ciento en el terciario. Las cifras muestran que cada vez menos
mexicanos trabajan en el campo y más se dedican al comercio y los
servicios.
En cuanto a su posición en el trabajo, 62.4 por
ciento de la población ocupada (25.4 millones) son asalariados;
los trabajadores por cuenta propia suman 10.2 millones; los trabajadores
sin pago suman 3.4 millones (8.5 por ciento) y los patrones suman 1.4 millones,
equivalentes 4 por ciento.
El documento detalla que de los 14.8 millones de asalariados
que tienen prestaciones de salud, 69.8 por ciento están inscritos
en el Instituto Mexicano del Seguro Social, poco más de 2.2 millones
en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE) y 15.2 por ciento en otras instituciones.
Por lo que respecta al tamaño de las empresas que
dan trabajo a los mexicanos, 15.9 millones (46.9 por ciento) labora en
micronegocios; 3.5 millones (10.4 millones) en pequeños negocios;
1.7 millones (5 por ciento) en establecimientos medianos; 8.6 millones,
equivalentes a 23.3 por ciento, en empresas grandes; 1.8 millones (5.4
por ciento) en el sector público federal, estatal y municipal. Las
empresas grandes redujeron 1.6 por ciento su personal en el periodo referido.
Poco más de 2.2 millones, 6.6 por ciento, se dedicaron
al trabajo doméstico y el restante 4 por ciento no especificó
el tamaño del negocio en que trabaja.
La cifra de changarros crecería
400% en 10 años
DAVID ZUÑIGA
El subsecretario de Pequeña y Mediana Empresa de
la Secretaría de Economía (SE), Sergio García de Alba,
reconoció que el desempleo en las empresas seguirá en aumento
y que el número de personas que tendrán que poner un negocio
para subsistir podría incrementarse 400 por ciento en el transcurso
de la próxima década.
En México, agregó, el reto es que la proporción
entre empresas y población crezca "a la mejor cuatro veces" en los
próximos 10 años. En México, explicó, hay una
empresa por cada 35 habitantes; en Italia es una por cada ocho personas.
este último, explicó, es uno de los países donde la
pequeña y mediana empresa tiene un mayor peso en el empleo, el producto
interno bruto (PIB), y las exportaciones. "Es muy importante que como país
le apostemos a los emprendedores, a todos los que quieren iniciar negocios
en México".
En conferencia de prensa, el funcionario y el vocero de
la SE, Sergio Ramírez Robles, trataron de justificar las declaraciones
que un día antes hiciera el secretario del ramo, Fernando Canales
Clariond, quien sugirió a los desempleados no tener "pena" de su
condición y emprender un negocio por cuenta propia.
García de Alba argumentó que el desempleo
es un fenómeno mundial al que no escapan ni los países desarrollados.
Ni en México ni en ninguna otra nación, sostuvo, las empresas
podrán resolver por sí solas el problema del desempleo. El
funcionario insistió en que una alternativa para la gente que pierde
su trabajo es "que abra una micro o pequeña empresa, y para eso
están los apoyos de gobierno".
Ante las reiteradas preguntas de los reporteros, el subsecretario
y el vocero de la dependencia insistieron en que los comentarios de Canales
Clariond fueron "muy propositivos", "de mucho respeto a la dignidad humana",
"de solidaridad" y "con compromiso" de darle opciones a quienes han perdido
el empleo.
Ramírez Robles secundó: "La política
industrial tiene tres partes: microfinancieras, el apoyo a las Pyme y los
planes sectoriales. La declaración del secretario se refirió
sólo a un punto de estos tres niveles, de estos tres pisos que tiene
la política industrial del gobierno de la República y tan
aceptamos y conocemos la realidad del problema que podemos proponer y comprometernos
con un sector tan concreto y tan específico como al que ayer se
refirió el secretario".
El subsecretario sostuvo que el gobierno federal no niega
la gravedad de la desocupación en México, pero "hay que hacer
una disección del problema: no todos los estados de la República
ni todos los sectores lo tienen. Yo hice un análisis sobre cómo
se ha desempeñado de diciembre de 2002 a junio de 2003 y les puedo
decir que hay 10 estados que no han tenido cierres de empresas, o sea,
que han continuado con los registros formales en el Seguro Social, que
han crecido, la mayoría en forma moderada. También podemos
decirles que de mayo a junio el número de patrones formales creció
en 16 estados".
Fomento a la ilegalidad en nombre del autoempleo
El funcionario reconoció que programas como el
de autoempleo con microcréditos para changarros alentarán
actividades que "no necesariamente" estarán en la economía
formal; sin embargo, sostuvo que los proyectos que promueve la subsecretaría
a su cargo buscan la creación de empresas legalmente establecidas.
García de Alba explicó que se supervisan
los proyectos productivos que incluyen compra de maquinaria y equipo, gastos
de instalación y desarrollo tecnológico para verificar que
generen empleos formales y que paguen impuestos.
Por otra parte, García de Alba se dijo complacido
con los resultados de la tercera Semana de la Pequeña y Mediana
Empresa organizada por la Secretaría de Economía; estimó
que recibieron 40 mil visitantes y dijo que ya se analiza la posibilidad
de realizar eventos regionales en Tijuana, Baja California; Cancún,
Quintana Roo; Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León, y Torreón,
Coahuila.
El subsecretario explicó que los salones que tuvieron
más demanda de los participantes fueron los de tecnología
y agronegocios.
Sobre esta última actividad, señaló
que es una de las que tienen mejores perspectivas, con proyectos para producir
y comercializar productos como fruta deshidratada, café orgánico,
frutas y verduras envasadas, salsas y lácteos, así como el
ecoturismo y el turismo rural, aunque también hay posibilidades
en áreas de alto valor agregado, como la biotecnología, el
desarrollo de software y la industria alimentaria. En cuanto al costo de
emprender una pequeña o mediana empresa, estimó que oscila
entre 50 mil y un millón de pesos, de acuerdo con las características
y el giro del negocio.
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