México D.F. Lunes 11 de agosto de 2003
Llegó con Germán Sánchez y Teodoro Vega
Guevara no promete nada para el Mundial de París
JORGE SEPULVEDA MARIN
Regresaron con sus medallas de oro colgadas al cuello los atletas Ana Guevara, en 400 metros, Germán Sánchez, marcha 50 kilómetros, y Teodoro Vega, 10 mil metros.
Sonrientes, orgullosos del metal que portaban, uno a uno contaron su historia. Revivieron el recuerdo de su participación en los Panamericanos de República Dominicana.
Ana fue la primera. Apuntó que lejos de presentarle cada nuevo triunfo una carga que la canse le provoca un reto que la anima a seguir, porque cada victoria es una evidencia más de que el programa de trabajo trazado por su entrenador Raúl Barreda está en la dirección correcta.
"Sólo es cuestión de procesar los logros que se van obteniendo y sobre todo pensar en las próximas competencias", dijo, tras explicar que no pudo mejorar el récord de la cubana Ana Fidelia Quirot por las condiciones climáticas que prevalecieron el día de la competencia.
"Pero se consiguió lo más importante que fue ganar una medalla para México. Cumplí con mi parte dentro de la delegación", y luego pormenorizó que el día de la prueba la humedad estaba muy alta, a tal grado que era como respirar agua, y eso la hacía sentirse sofocada.
Una Ana sonriente dijo que no podía prometer absolutamente nada de su participación en el campeonato mundial de París porque no sabía si en ese momento al salir del aeropuerto la podrían atropellar, "o de plano en el vuelo a París se caiga el pinche avión". Prefirió simplemente decir que, como siempre, buscaría hacer su mejor papel.
Del relevo 4x400, en el que se consiguió el cuarto lugar, explicó que fue una buena competencia calculada de esta forma por su entrenador, pero lograr una mejora de tres segundos a lo hecho anteriormente es una muestra de que se trabaja bien.
Tocó el turno a Germán Sánchez, quien con una abierta sonrisa confesó que se sentía "como niño con zapatos nuevos", porque debutar en Juegos Panamericanos y ganar el oro "es un gran orgullo y no cualquiera puede conseguirlo", sobre todo en su caso porque está en los últimos momentos de su carrera deportiva.
El apodado Toluco recordó que en el kilómetro 30 de la competencia sufrió una pequeña crisis que lo retrasó al tercer sitio, pero gracias al apoyo que se le dio en los puntos de abastecimiento se sobrepuso al mal y no sólo recuperó el segundo lugar sino que tuvo las agallas y el extra para llegar primero y cruzar así la meta.
Germán se sinceró al decir que en buena medida los triunfos de sus compatriotas en Dominicana lo habían estado motivando días antes de su prueba, pero sobre todo fue el oro de Teodoro Vega lo que lo hizo decir "yo también voy por ese metal", pese a que en ese momento la temperatura era de unos 38 grados Celsius con 80 por ciento de humedad que hizo su recorrido muy desgastante.
Apuntó que sacó la casta "porque tenía un compromiso conmigo mismo, con mi familia y con mucha gente de ganar el oro", por eso le comentó al presidente Vicente Fox que el deporte requiere más apoyo para que se sigan obteniendo más victorias.
Finalmente, Teodoro Vega aseguró que los 10 mil metros panamericanos fueron "más táctica que velocidad", y además no pudo esconder la alegría que le provocó hacer la remembranza de los últimos 150 metros donde dio un jalón, pero sobre todo de los 30 finales cuando con un sobresfuerzo dejó atrás a su más cercano perseguidor y se enfiló solitario a la meta.
Advirtió que para el Mundial de Francia quiere mejorar el sitio 17 obtenido hace un par de años en Edmonton, pero estaría muy contento y satisfecho de terminar entre los 10 primeros.
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