México D.F. Lunes 11 de agosto de 2003
Difícilmente Banamex, Bancomer, Bital
y Banorte aceptarán una auditoría, afirma
Sólo "buenos deseos", la reducción del
costo fiscal del rescate bancario: GEA
La disputa podría poner en riesgo la negociación
de las reformas estructurales, advierte
NOTIMEX
Las exigencias para reducir el costo fiscal del rescate
bancario se quedarán en "buenos deseos", ya que es improbable que
Banamex, Bancomer, Bital y Banorte acepten una nueva auditoría a
la cartera que vendieron al Fobaproa, consideró el Grupo de Economistas
y Asociados (GEA).
En un estudio, advirtió que si esta controversia
se prolonga podría "descarrilar" los esfuerzos de negociación
sobre las reformas estructurales, ya que el rescate bancario que benefició
a estas instituciones se ha convertido de nuevo en un tema de disputa política.
Señaló
que este expediente ha resurgido ante la presunción de que estos
cuatro bancos beneficiados con el rescate que originó la crisis
de 1995, vendieron cartera irregular al entonces Fondo Bancario de Protección
al Ahorro (Fobaproa), la cual ascendería a 50 mil millones de pesos
a precios actuales.
El GEA refirió que el tema brincó nuevamente
a la palestra política como resultado de la recomendación
de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de descontar
a los cuatro bancos esos 50 mil millones de pesos del adeudo generado por
el rescate bancario.
"Como en 1998, el asunto Fobaproa/IPAB se ha convertido
de nuevo en el terreno de una agria disputa entre partidos y al interior
de estos; sus efectos no se pueden predecir aún, pero, de prolongarse
la controversia, se podrían descarrilar los esfuerzos de negociación
sobre reformas estructurales", agregó.
La agrupación de economistas recordó que
la disputa entre los bancos y las autoridades se centra en el artículo
quinto transitorio de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, aprobada
en 1998, la cual rige al IPAB.
En esa norma, se plantea que "en caso de que durante las
auditorías se detecten créditos ilegales, el instituto podrá
optar por rechazar y devolver los mismos a las instituciones (bancos)".
Sin embargo, también establece que "el Ejecutivo
federal y la Cámara de Diputados tomarán las medidas pertinentes
para que las auditorías concluyan en un plazo máximo de seis
meses a partir de la entrada en vigor de esta ley".
En los hechos, el asunto no tiene una solución
política inmediata, porque resulta probable que el tribunal colegiado
ratifique la sentencia de amparo concedida a los bancos en primera instancia
y que el caso llegue a la Suprema Corte de Justicia, lo cual prolongaría
la controversia, como mínimo, hasta mediados de 2004
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