México D.F. Lunes 11 de agosto de 2003
LA FIESTA DE LOS CARACOLES
Los partidos traicionaron a los pueblos indios, afirma
la comandanta Esther
Palabras de la comandanta Esther a los pueblos
indios de México, en Oventik, 9 de agosto de 2003
Hermanos y hermanas:
Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional:
Hermanos y Hermanas Indígenas del Pueblo de México:
Les queremos decir nosotros los indígenas nuestro
derecho a ser mexicanos.
No necesitamos cambiar nuestra cultura, nuestra vestimenta,
nuestra lengua, nuestra forma de rezar, nuestra forma de trabajar y respetar
la tierra, además no podremos dejar de ser indígenas para
ser reconocidos como mexicanos.
No nos pueden quitar los que somos.
Sí somos morenos. No nos pueden convertir en blancos.
Porque nuestros abuelos resistieron más de 500
años el desprecio. La humillación y la explotación.
Y seguimos resistiendo.
Ya nunca nos podrán humillar ni acabarnos.
Los políticos traicionaron a los pueblos indios
de México.
Todos los partidos políticos, tanto el PRI, como
el PAN, como el PRD, se pusieron de acuerdo para negarnos nuestros derechos
porque no aprobaron la ley de derechos y la cultura indígenas.
Nos quisieron tratar como niños y callarnos.
Pensaron que van a poder hacer, pero ya ven que no pudieron
hacer y nunca podrán hacer como ellos quieren.
Ahora tenemos que ejercer nuestros derechos nosotros mismos.
No necesitamos permiso de nadie, mucho menos de unos políticos
que sólo están para engañar a la gente y robar dinero.
Por eso hermanos y hermanas indígenas del pueblo
de México, les hacemos un llamado a todos para que apliquen la ley
de los acuerdos de San Andrés.
Tenemos el derecho a gobernar y gobernarnos según
nuestro pensamiento en cada municipio y en cada estado de la República
mexicana.
Nadie nos puede impedir ni mucho menos pueden encarcelarnos
por ejercer nuestros derechos que merecemos.
Ya es momento de aplicar y actuar en todo el país
de México la autonomía de los pueblos indígenas. Nadie
lo pueden pedir permiso para formar sus municipios autónomos.
Como nosotros lo estamos haciendo y practicando no pedimos
permiso.
Aunque el mal gobierno no lo reconoció, para nosotros
es nuestra ley y nos defendemos con ella.
También los invitamos a todos, hermanos y hermanas
indígenas, que lo hagan suya y construyan la autonomía y
las autoridades para que el gobierno del pueblo mexicano mande obedeciendo
y para defender y aplicar los acuerdos de San Andrés.
De igual manera les hacemos una invitación a todas
las mujeres indígenas mexicanas a que se organicen para que juntas
trabajemos la autonomía y practicar nuestro derecho que merecemos
como mujer.
Ya no es tiempo de callar ni humillar ante los hombres,
ni pedirles favor de que nos respeten. Ya es hora de actuar de nosotras
mismas y obligar a los hombres a que nos respeten nuestros derechos. Porque
si no lo hacemos, nadie lo hará por nosotras. Lo que nos queda ahora
es actuar y practicar entre hombres y mujeres para construir y avanzar
nuestra autonomía.
Esta es mi palabra.
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revoluxionario Indígena-Comandancia
General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México, 9 de agosto de 2003.
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