La reforma aprobada recientemente a la Ley General de Salud contiene disposiciones que fortalecen algunas medidas tomadas por el gobierno federal para la prevención y control del VIH/sida, particularmente la creación de un fondo para servicios que permita asegurar las acciones de prevención comunitarias que se requieren, fortalecer el suministro de medicamentos antirretrovirales, la ampliación de la protección social para atender personas sin acceso a los servicios tradicionales de salud en riesgo y ya afectadas por el VIH/sida y una mayor intervención de los gobiernos estatales y federal en la adopción de esquemas operativos que mejoren la atención de los pacientes.

Esta reforma fue posible por el acuerdo logrado entre la mayoría de las fuerzas políticas del país y contó con la activa participación del Poder Legislativo y los gobiernos estatales. Sus fundamentos éticos incluyen como concepto rector la democratización de la salud a partir de la inclusión social, igualdad de oportunidades, justicia financiera, corresponsabilidad y autonomía de la persona.

Se trata de un cambio estructural que reducirá el gasto de bolsillo en salud, e incrementará el acceso a los medicamentos y la oferta pública de servicios. Con ello se pretende alcanzar cinco objetivos fundamentales:

1 Ordenar las asignaciones de presupuesto.

2 Corregir desequilibrios financieros e inercias históricas; en México 52 por ciento del gasto en salud corresponda a gasto de bolsillo familiar.

3 Avanzar en el esquema de aseguramiento universal.

4 Establecer corresponsabilidad entre niveles de gobierno y ciudadanía.

5 Dar contenido efectivo al ejercicio pleno de los derechos sociales, como parte de la Reforma del Estado.

Esta reforma proporcionará a la población diversos beneficios, entre otras, eliminar las cuotas de recuperación, reducir el gasto de bolsillo, incrementar el acceso a los medicamentos, ampliar la oferta pública de servicios, evitar injusticias y discriminación por razones económicas y eliminar la discrecionalidad.

Sistema de Protección Social en Salud

El Sistema de Protección Social en Salud (SPSS), conocido como Seguro Popular de Salud, constituye el más importante cambio estructural porque complementará la seguridad social y privada mediante un componente financiero específico en el que intervendrán la Federación, los estados y los beneficiarios, además de que delimitará funciones entre la Federación y los entidades para su mejor operación. Proveerá diversos servicios médicos quirúrgicos, farmacéuticos y hospitalarios, incluyendo VIH/sida.

Es importante añadir que pueden ser beneficiarios de este seguro tanto los núcleos familiares como los adultos solteros, entendiendo por aquellos las figuras que consigna el Art. 74 Bis 4, fracción IV del decreto publicado el pasado 15 de mayo en el Diario Oficial de la Federación, que entrará en vigor el primero de enero del 2004.

La integración al Seguro Popular de Salud será gradual. Cada año se incorporará el 14.2 por ciento de los 45 millones de mexicanos que hoy no tienen acceso a la seguridad social.

De igual importancia resulta la creación de un Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud a la Comunidad que serán ejercidos por las entidades federativas considerando, particularmente, necesidades de salud asociadas a riesgos sanitarios y a otros factores relacionados con la prestación de servicios de salud a la comunidad.

En este apartado, la prevención del VIH encontrará fondos complementarios dentro del marco de descentralización de los servicios de salud en los términos del Programa Nacional de Salud.

Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos

Otra reforma importante que impactará de manera determinante el aseguramiento de recursos para el control del VIH/sida lo constituye la creación del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que se destinará a aquellos tratamientos y medicamentos asociados que satisfagan las necesidades de salud e impliquen un alto costo.

Se trata de un fondo de reserva, sin límites de anualidad presupuestal, con reglas de operación definidas por la Secretaría de Salud. A la entrada en vigor de estas reformas, dicho fondo incluirá: diagnóstico y tratamiento de cáncer; problemas cardiovasculares; enfermedades cerebro-vasculares, lesiones graves, rehabilitación de largo plazo; VIH/sida; cuidados intensivos neonatales; transplantes y diálisis.

El Consejo General de Salubridad actualizará periódicamente dichas categorías.