México D.F. Lunes 4 de agosto de 2003
REPORTAJE /PROSTITUCION
INFANTIL EN GUERRERO
Indígenas dedicados a la mendicidad, la mayoría
de víctimas
Menores ejercen sexoservicio en 60 zonas de Acapulco
A algunos practicantes la prostitución los ha trasladado
del camino de la sobrevivencia a los paraísos artificiales. Hay
quienes tienen ilusión de terminar la secundaria "pero si me encuentro
un gringo que me lleve al otro lado, me voy..."
MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL
Acapulco, Gro., 3 de agosto. Para
algunos menores, el sexoservicio los ha trasladado del camino de la sobrevivencia
a paraísos artificiales. Hay quienes tienen la ilusión de
terminar la secundaria "y si antes me encuentro un gringo que me
lleve al otro lado, me voy". Otros dicen que varios restauranteros ricos
y famosos fueron como ellos, por lo que siguen sus pasos para alcanzar
el éxito y "tal vez Dios nos ayude".
El programa estatal de Desarrollo Integral de la Familia
(DIF) reporta que en la ciudad existen 60 puntos donde se ejerce la prostitución
infantil, entre ellos el zócalo, las playas y los centros comerciales.
Quienes la ejercen suelen dedicarse a la mendicidad pero también
pueden ser meseros, lustradores de calzado, arrendadores de motos y caballos,
masajistas, vendedores ambulantes.
Miguel
López Sotelo, coordinador del programa Combate a la Pornografía
y la Prostitución Infantil del DIF, asegura que el "problema" no
sólo se manifiesta en zonas urbanas y turísticas de Acapulco
y Zihuatanejo, sino en municipios como Tlacoachistlahuaca -zona amuzga
de la Costa Chica- y en grandes poblaciones, entre ellas Chilpancingo e
Iguala.
Estudios realizados por la dependencia indican que la
prostitución infantil, considerada delito grave, se ha extendido
de la zona turística de Acapulco a colonias suburbanas, como Ciudad
Renacimiento, Zapata, Coloso y Sinaí, principalmente en las terminales
de autobuses y camiones que comunican con la zona rural del municipio.
López Sotelo agrega que los niños prostituidos
son indígenas provenientes de la zona de la Costa Chica, amuzgos
y mixtecos de los municipios de Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca, pero
también de otros grupos sociales.
Un trabajo realizado por estudiantes de la Universidad
Pedagógica Nacional en Acapulco, todos maestros de primaria, indica
que pretender reducir la práctica de la sexualidad temprana en los
grupos marginados, como las poblaciones indígenas y los grupos afroamericanos
que habitan la Costa Chica, es un error y tal vez una actitud racista.
El estudio concluye que los niños de este puerto
y de las dos costas llevan una vida sexual activa inclusive antes de iniciar
los estudios de secundaria, actuación que se manifiesta con juegos,
expresiones y agresiones entre los escolares, donde el papel de la institución
educativa no contribuye adecuadamente a brindar una educación sexual.
Raúl es uno de decenas de menores que en la zona
de las rocas, en playa Condesa, prestan sexoservicio a los turistas. Vive
con su familia en la colonia Alto Progreso.
Tuvo a los 12 años su primera experiencia sexual
con un vecino de la misma edad. Un año después vino a playa
Condesa invitado por otro amigo y desde entonces trabaja en este lugar.
Reúne a veces hasta 500 pesos al día, "cuando más
mal me va me llevo 150 pesos, hay días, los menos, en que me voy
en blanco", dice.
Ahora, a sus 15 años, producto de la natación
y las carreras en la playa, ha desarrollado un físico que lo hace
parecer un poco mayor y "desde hace dos años con lo que gano me
he comprado tenis, chanclas, playeras y bermudas. Voy a terminar la secundaria
y si antes me encuentro un gringo que quiera, me voy para el otro
lado".
Otros de sus compañeros dicen que varios restauranteros
ricos y famosos fueron como ellos, por lo que siguen sus pasos para alcanzar
el éxito; "tal vez Dios nos ayude".
En abril pasado, la Policía Federal Preventiva
(PFP) inició detenciones de homosexuales presuntamente pederastas.
La acción, básicamente contra estadunidenses y canadienses,
fue calificada de ilegal y homofóbica por los dirigentes gays Alberto
Mogollón Serna y Francisco Viruel.
Sin manifestarse contra la persecución de la prostitución
infantil, actividad que condenan, denunciaron la existencia de tabledances
donde se prostituye a mujeres menores de edad que obtienen su credencial
de elector del Instituto Federal Electoral con actas de nacimiento falsas
que se venden en el Registro Civil al mejor postor.
Reclamaron a la PFP acciones contra los infractores heterosexuales
que tienen relaciones con mujeres menores de edad. Hasta el momento no
ha sido detenido ninguno, ni siquiera se ha realizado supervisión
en los antros señalados y en áreas de la Condesa donde por
las noches se pueden ver a decenas de menores de edad que se dedican al
sexoservicio, dijeron.
"Mi trabajo es agradable"
María es de Guadalajara, Jalisco, tiene 14 años
y es sexoservidora. Su cuerpo es el de una mujer mayor, de buen ver. Todas
las noches, después de las 10, se coloca en la costera Miguel Alemán,
cerca del monumento a La Diana, "pa'ver qué cai".
Duerme de día y trabaja de noche. De lo que obtiene
paga renta, se compra ropa, perfumes, envía dinero a su madre que
vive en Guadalajara y le da a la policía para que no la moleste.
En Acapulco "me la he pasado bien. Mi trabajo es agradable,
a veces con algunas broncas, pero estoy contenta y me gusta mucho el mar".
Dice que antes de trabajar en la calle lo hizo en el bar El Sombrero, donde
parte de su rutina era bailar en el tubo, hacer table y sexo oral
a quien lo pidiera o "de lo que fuera" a quien pagara, pero tenía
que dividir sus ganancias con el dueño del lugar. Por ello buscó
la calle como otras menores que han pasado por la misma experiencia.
Franciscano, entre supuestos pederastas
En abril, en su campaña contra la prostitución
infantil, la PFP detuvo al sacerdote franciscano José Guadalupe
Borja de Borbón, a quien acusó de abusar sexualmente de dos
niños y sumó a la lista de 18 presuntos pederastas asegurados
y sujetos a proceso judicial por el mismo delito que se encuentran recluidos
en el penal.
El delegado en Acapulco de la Procuraduría General
de Justicia del Estado, Efrén Suástegui Mayo, informó
que detuvieron "al padre Borja" por los delitos de prostitución
infantil y pornografía en agravio de dos menores, según la
averiguación previa TAB/AEDS/196/03.
El franciscano, quien lleva 24 años de radicar
en el puerto, dijo en su defensa que en ese periodo se ha dedicado a ayudar
a niños y adultos que carecen de hogar, alimento y ropa, hechos
que "les constan" a los acapulqueños.
En el incremento de la prostitución infantil en
este puerto guerrerense hay otros factores que inciden, como la explotación
laboral, pues en esta zona la mayoría de menores ejerce trabajo
informal, más que en centros urbanos como el Distrito Federal y
Guadalajara.
De acuerdo con el estudio 100 ciudades y conteo,
en 2002 el puerto contaba con 3 mil 341 menores trabajando en diversas
actividades, de los cuales la mitad son niñas, que en playas y en
el zócalo de la ciudad expenden artesanías y golosinas, o
de plano se dedican a la mendicidad controlados por adultos.
Según el Programa internacional para la erradicación
del trabajo infantil 2002, "en Acapulco algunos restaurantes ubicados en
la playa emplean niños de siete a 12 años para que atraigan
clientes y cobran exclusivamente una comisión sobre las bebidas
que consumen".
El DIF municipal tiene programas para atender a estos
niños que trabajan o viven en la calle. Sicólogos y trabajadores
sociales de esta dependencia realizan recorridos nocturnos en sitios claves
para ayudar a los infantes que se drogan o se prostituyen para obtener
dinero y comprar chemo.
El padre de Ricardo es limpiabotas, le enseñó
el oficio y lo trajo a los 12 años a trabajar en el zócalo.
Aunque a sus 15 años ya es papá, no vive con la madre de
su hija, sino en la casa de sus padres, en Ciudad Renacimiento.
Antes le daba a sus padres todo el dinero que sacaba del
boleo, 150, 200 y hasta 300 pesos, dependiendo del día. Aunque menor
de edad, desde hace algún tiempo se ha independizado del padre y
sólo le otorga lo correspondiente a la renta de la silla.
Ricky, como le dicen sus compañeros con
quien comparte no sólo oficio, sino edad, gustos y aficiones, descubrió
que aceptando invitaciones de sus clientes ganaba mucho más dinero
y desde entonces "se acuesta" con hombres que le pagan entre 300 y 500
pesos.
Los boleros están coordinados entre sí.
Cuando uno no puede cumplir una invitación, envía a otro.
Sólo cierra el kiosco y se va a cumplir con su otro trabajo que
les da mayores recursos que la limpieza de calzado.
Ricky dice que los domingos, o cuando no hay mucha
chamba, se va con sus cuates, los otros boleros, a "ligar" a playa Condesa,
donde se gana mejor.
Después de la detención de los 18 sacerdotes
pederastas, la mayoría extranjeros, el arzobispo de Acapulco, Felipe
Aguirre Franco, sostuvo que en el puerto existen más bandas dedicadas
a la prostitución y pornografía infantil y felicitó
a los cuerpos policiacos por los operativos para detener a los que
promueven el llamado "turismo sexual".
"Creo que es una acción que desde hace mucho tiempo
la debían de haber hecho. Pero qué bueno que ya la iniciaron,
porque no es la única banda, porque se ve que es una banda muy bien
organizada", indicó.
Aguire Franco expresa que en Acapulco "aterrizan" jóvenes
y niños que se han escapado de sus lugares de origen "y andan buscando
trabajo entre comillas, porque quieren que alguien les dé dinero
para subsistir. Entonces, hay muchos niños que se escapan de sus
casas y tenemos que estar pendientes de resolver la problemática
de estos muchachos que van a caer en las redes de la prostitución
infantil", concluye.
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