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México D.F. Sábado 2 de agosto de 2003
Se quejan familiares de chivos expiatorios
Ciudad Juarez. Durante los dos días recientes,
una comisión de cinco especialistas del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para Derechos Humanos se reunió con decenas de representantes
de organizaciones ciudadanas, de madres de las víctimas del feminicidio,
y con familiares de quienes han sido acusados por la procuraduría
de ser autores materiales de crímenes sin tener evidencias sólidas
de su culpabilidad. Este es otro frente que se le ha abierto a las autoridades
locales: el de los chivos expiatorios.
Burton Kiecker, padre de Cynthia, conocida como La
Cheyenne, acudió a la cita de la ONU y habló con Clara
Jusidman, Anders Kompas, Miguel Sarré, Sergio Aguayo e Isidro Cisneros
sobre el caso de su hija que está detenida como presunta autora
del crimen contra Marcela Viviana Rayas, de 16 años, que apareció
el 28 de mayo de este año en un lote baldío en Chihuahua.
Kiecker, estadunidense residente de Minnesota afirmó que en esta
entidad además del problema de los homicidios y de la desaparición
de mujeres, está el de la fabricación de culpables por parte
de la procuraduría.
"La policía sólo busca quién cumpla
con el perfil del supuesto asesino, lo detiene y lo acusa sin pruebas para
encarcelarlo", afirmó Kiecker, quien traía un legajo con
el expediente de su hija, a quien testigos presuntamente torturados acusaron
de encabezar ritos "satánicos" con un bate. El padre de Cynthia
afirmó que ha hecho intensas gestiones a través del consulado
para liberar a su hija.
En ese foro, la organización Justicia para Nuestras
Hijas, destacó que el caso de La Cheyenne desató una
"ola de represión contra todos los diferentes" en Chihuahua. Fueron
hostigados los punks, los darketos, las Mujeres de Negro, así
como los locales de artículos esotéricos, ya que La Cheyenne
poseía una tienda llamada Templo Mayor, donde se vendía este
tipo de productos.
Expuso su caso Miriam García, esposa de otro chivo
expiatorio de la procuraduría: Víctor Javier García
Uribe, El Cerillo, acusado sin pruebas de ser el autor de los ocho
crímenes del lote algodonero, de noviembre de 2001.
Otra familiar que expuso su queja fue María del
Carmen, madre de David Meza Arqueta, a quien se le ha acusado del homicidio
de Neyra Azucena Cervantes, cuyo cuerpo fue encontrado el 14 de julio de
2003. La madre señaló que la familia de la víctima
ha dicho que David Meza estuvo todo el día con ellos, la fecha en
que supuestamente cometió el homicidio. Subrayó que su hijo
fue torturado con descargas eléctricas en el cuerpo para que se
declarara culpable.
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