México D.F. Miércoles 30 de julio de 2003
Se presentará del 8 al 12 acompañado por la OFCM y por el director Robert Sadin
Herbie Hancock vendrá a México en octubre con la música de Gershwin
El contrabajista Scott Colley y el baterista Richie Barshay completarán el balance jazzístico
La Silvestre Revueltas, el Teatro de la Ciudad y probablemente el Zócalo, sedes de los conciertos
PABLO ESPINOSA
El pianista, compositor, pensador de sonidos Herbie Hancock, reconocido como una de las máximas figuras de la cultura jazzística contemporánea, ofrecerá una serie de presentaciones en este país, del 8 al 12 de octubre, acompañado por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM).
Se trata de un acontecimiento espectacular, pues existe un fuerte consenso entre la melomanía jazzística de México de que es la única gran figura del ámbito del jazz que faltaba por venir a nuestro país.
Antes de Herbie Hancock han hecho su música en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, el teatro de Bellas Artes y el Auditorio Nacional grandes maestros como Bill Evans, Thelonious Monk, Dave Brubeck, Keith Jarrett, Cecil Taylor, Charles Mingus y una larga pléyade, en la que el lector puede colocar su propia lista. El nuevo capítulo, que ocurrirá en octubre, es de grandes ligas.
El maestro Hancock viajará acompañado del director de orquesta Robert Sadin, coautor con Hancock de la mayor parte de los arreglos sinfónicos en torno de la obra epopéyica de George Gershwin (1898-1937), material que conformará sus presentaciones en la sala Silvestre Revueltas del conjunto cultural Ollin Yoliztli, el Teatro de la Ciudad y muy probablemente se presentará en el Zócalo capitalino, según informó la compañía Music Frontiers.
Exito asegurado
Además de Robert Sadin, cuyo prestigio internacional lo ubica como uno de los músicos más responsables en el arte de los arreglos sinfónicos sin incurrir en los mazacotes edulcorados o los excesos decorativos que suelen poblar las versiones sinfónicas de materiales de otro origen -en el caso de Gershwin el éxito está asegurado-, el balance jazzístico lo completará otro par de músicos que vendrá a México con Hancock: el contrabajista Scott Colley y el baterista Richie Barshay.
El material que ofrecerá Herbie Hancock en su primera visita a México tiene origen en uno de los discos más hermosos que se han grabado en el último decenio: Gershwin's world, que data de 1998 y enseguida se convirtió en un clásico de clásicos, al punto de volverse casi inconseguible. Es un dechado de belleza y sabiduría el disco entero, un homenaje maravilloso, el que mayor trascendencia tuvo aquel año, efectuado en el mismísimo centenario de Gershwin, que el mundo festejó en las salas de concierto y en las tornamesas.
Serán varias las presentaciones de Herbie Hancock en México. El sueño dorado de la melomanía se cumplirá aunque no exista la felicidad completa. Por supuesto que el sueño guajiro consiste en ver plantado en la penumbra el piano de Hancock y a su lado (azulado) el tono blues de Wayne Shorter azuzando los sexos de su saxo que se extiende por las sombras como serpiente emplumada y acariciada por las escobillas de uno de los más grandes bateristas de la historia del jazz entero: el maestrísimo Tony Williams, figura entrañable a Hancock. Antes de despertar uno se percata de que todo el tiempo ha vibrado un diapasón de amplias caderas, muslos morenos: el contrabajo inconfundible de Ron Carter, con sus vibrati in profundis, sus glissandi interminables, su fuerza de volcán enhiesto. Ahora sí, al despertar, uno se encuentra con un anuncio de ensueño: Herbie Hancock vendrá a México en octubre, sin Shorter ni Williams ni Carter, pero sí con orquesta sinfónica y con la música de Gershwin.
Otra variante que imaginaría el experto en jazz tiene lógica, pero tampoco corresponderá a la realidad: el más reciente disco de Herbie Hancock, Future 2 future, ocupa la mayor parte las actividades en carretera y avión del maestro Hancock, en plena gira mundial con ese nuevo material. No será el caso, pues a diferencia de ese paraíso de aggiornamiento musical escucharemos la gloria de Gershwin con un músico genial al piano, el célebre pensador de sonidos Herbie Hancock.
Una de las figuras líderes
A sus 60 años de edad, el maestro Hancock se erige como una de las figuras líderes del territorio jazz, que por cierto ha ensanchado de manera semejante a la de sus antecesores y maestros Ornette Coleman y Miles Davis, quienes trazaron senderos de jardines que se bifurcaron siempre.
El ejemplo más reciente de tan enorme trascendencia musical de Herbie Hancock es precisamente su más reciente disco, Future 2 future, en el que no sólo scratchea a placer, declama su propia poesía, rinde tributo a su baterista alter ego, el honorable maestro septuagenario Tony Williams -quien entabla debate a su vez con su colega Jack DeJohnette-, silbatea locomotoras con Wayne Shorter y dialoga electrónicamente con Bill Laswell, sino que no conforme con tal derroche de genio musical, pone al jazz nuevamente a la vanguardia y a la par con las corrientes en boga (el hip hop, el arte DJ, los universos electrónicos) como lo hizo en su momento el maestrísimo Miles Davis (1926-1991) y como el propio Hancock lo había hecho ya con un disco espejeante y clásico también de clásicos: Head Hunters (1973), grabación con la que ya de por sí había revolucionado la cultura jazz, en aquel caso con el atractivo irresistible del funk.
Baste decir por último que la visita de Herbie Hancock adquiere dimensiones colosales en cuanto a que su visita tiene el contexto sinfónico, atributo que está patente desde sus mismísimos primeros discos, luego del inaugural y profético Takin'off. Nos referimos a Maiden voyage y a Empyrean isles, ambos recibidos de inmediato y para siempre con un parangón que a cualquier músico hubiera aniquilado y llenado de soberbia: Herbie Hancock fue comparado en este par de discos al mismísimo Debussy, en particular en su vasta partitura sinfónica La mer.
La visita de Herbie Hancock ocurrirá, en tanto, en octubre, con la altura dionisiaca de la música de Gershwin.
La venta de boletos será a partir de la primera semana de septiembre por el sistema Ticktetmaster.
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