México D.F. Miércoles 30 de julio de 2003
Bush se comporta como un "borracho seco", estiman sociólogos y analistas
Funcionarios de Washington han caído en actos criminales y antipatrióticos
El gobierno enfrenta dudas, cada día más grandes, por su justificación de la guerra en Irak
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 29 de julio. ƑActos de un "borracho seco" o de un gobierno tratando de cubrir sus huellas después de intentar engañar al público?
Recientemente, fuentes del gobierno de George W. Bush cometieron lo que podría ser un acto criminal e incluso convertirse en uno de traición a la patria: divulgaron a la prensa la identidad de un agente encubierto de la CIA.
También han cambiado su versión sobre cómo una frase de 16 palabras con información falsa fue incorporada al Informe a la Nación del presidente; han presionado por la manipulación de información de inteligencia sobre la amenaza representada por el régimen de Saddam Hussein; han intentado suprimir información de los fracasos de sus servicios de inteligencia en torno a los atentados del 11 de septiembre, y han amenazado y acusado a sus críticos de "antipatrióticos" por poner en duda la veracidad de la versión oficial de la "guerra contra el terrorismo".
Sin embargo, para algunos, los antipatrióticos son los funcionarios de un gobierno que cocinó (inventó) información de inteligencia para llevar a cabo una guerra en la que cada día más soldados estadunidenses mueren en nombre de "la libertad".
Paul Krugman, el influyente columnista del New York Times, es uno de los pocos que ha informado del asunto de la esposa de Joseph Wilson, el ex embajador que la CIA envió a Níger para investigar las versiones de que Irak trataba de comprar uranio el año pasado, y que recientemente dio a conocer públicamente los resultados de esa misión, refutando las afirmaciones que luego fueron repetidas por el presidente Bush, a finales de enero pasado, en su Informe a la Nación ante el Congreso -las 16 palabras que se han convertido en un escándalo, ya que carecen de sustento.
Funcionarios del gobierno de Bush, escribió Krugman, informaron a la revista Time y a otro columnista que creían que Wilson había sido escogido por la influencia de su esposa, a quien identificaron como una agente encubierta de la CIA.
El vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, rehusó negar de manera categórica que un funcionario gubernamental pudiera haber divulgado el nombre, pero insistió en que nunca hubo autorización para hacerlo, y subrayó que la Casa Blanca "no funciona así". Pero al ser presionado por los reporteros en torno a la posibilidad de una investigación a lo que es considerado un crimen serio en Estados Unidos, el vocero dijo que no había planes para investigar si esto ocurrió o no.
Pero para varios observadores fue parte de una campaña del gobierno de Bush para desacreditar a Wilson y a otros que critican y ponen en duda las afirmaciones de la Casa Blanca. Krugman escribió: "Piénselo. Si su caracterización de la esposa de Wilson es verdad (él rehúsa confirmarlo o negarlo), funcionarios del gobierno de Bush han divulgado la identidad de una operadora encubierta. Eso resulta ser un acto criminal; y también es definitivamente antipatriótico".
Poca atención de los medios
Sin embargo, esto recibió muy poca atención en los medios masivos del país, y en general ha pasado inadvertido en el debate público. Con todo, el gobierno de Bush tuvo que seguirse defendiendo ante las dudas, que crecen cada día, de que su justificación para la guerra de Irak tenía sustento, o si como parece ser el caso, la información de inteligencia fue manipulada para los fines de un pequeño grupo dentro de su gobierno.
El problema es que datos de inteligencia que descartaban la versión oficial fueron enviados a los niveles más altos, incluyendo a la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y al vicepresidente Dick Cheney, y la defensa que han esgrimido ambos -no la vieron, o no recuerdan haberla visto-, suena cada día más hueca.
Algunos sociólogos y analistas consideran que Bush se comporta como un "borracho seco" (un alcohólico que ha dejado de beber pero que sigue exhibiendo los mismos síntomas de un borracho).
En el programa de radio The Next Big Thing, difundido a escala nacional por la Radio Pública Nacional cada semana, se comentó sobre el tema, detallando que un "borracho seco" percibe el mundo en términos simplistas de blanco o negro, insiste obsesivamente en su versión de las cosas sin importar la racionalidad, y se dedica a "cursos destructivos de acción a pesar de la razón".
Pero los alcohólicos sólo empiezan a curarse al caer en lo más profundo de su enfermedad, y según los especialistas, si sus íntimos y amigos los apoyan y toleran su comportamiento, esto funciona en contra de un intento para reformar su conducta. A los que permiten que los alcohólicos continúen así se les llama "facilitadores" (enablers).
Para el locutor del programa, Dean Olsher, esto provoca una interrogante. Si el pueblo estadunidense permitió que un político que no ganó la elección nacional ocupara la presidencia (sintiéndose imposibilitado de poder hacer algo, igual que con un borracho) permite que se realice una guerra con base en lo que parece ser, con una serie de mentiras o distorsiones de la verdad, y aun lo apoya, hasta le muestra cariño, entonces, Ƒel pueblo estadunidense estará funcionando como un "facilitador codependiente de un borracho seco"?
En las calles del East Village, en Manhattan, un joven camina, copa en mano, acompañado de dos amigos. En voz alta intenta provocar a los transeúntes con comentarios sarcásticos hasta que harta a uno, quien le pregunta qué quiere. Sólo quiere divertirse un poco, ya que acaba de llegar de la guerra en Irak, donde fue herido, fue la respuesta del joven. Es un soldado de carrera, y "claro que voy a regresar, ni modo", añadió.
Un comandante en jefe que algunos sospechan que muestra un comportamiento de un "borracho seco" y que otros ahora sospechan que es capaz de engañar para conseguir lo que quiere, ha dado la orden de movilizarse y jóvenes como éste de todas partes del país que saludan a la bandera y cantan el himno, cumplen con la orden.
Algunos morirán, otros quedarán heridos, otros matarán a jóvenes como ellos, que sólo desean gozar y provocar un poco, cuando pasean por las calles de su país.
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