.. | México D.F. Lunes 28 de julio de 2003
Por singular coincidencia
aparece Papel picado, novela sobre la dictadura argentina
''La decisión de Kirchner genera esperanza''
Escribir contra el olvido, necesidad narrativa, define
el autor exiliado Rolo Diez
CESAR GÜEMES
Por una singular coincidencia, los primeros ejemplares
de Papel picado (Umbriel), la nueva novela de Rolo Diez, que aborda
los temas del exilio y el terrorismo de Estado argentinos, aparecen justo
luego de que el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, derogara
el decreto que impedía extraditar a represores de su país.
La obra, con la que su autor obtuvo recientemente el Premio
Umbriel-Semana Negra, en España, se suma a la amplia trayectoria
del novelista entre cuyos trabajos se encuentran Los compañeros,
Paso del tigre, Gatos de azotea, Mato y voy, Una baldosa en el Valle de
la Muerte, La vida que me doy, Luna de escarlata y Gambito de dama.
Residente
en México desde 1980, Diez nos dice a propósito de la inmediata
realidad argentina: "Lo que promueve Kirchner es un poco de justicia. Ojalá
le vaya bien porque el asunto tiene todavía una serie de cuestiones
técnicas que deben resolverse institucionalmente. Este es un paso
muy importante y para mí es una coincidencia feliz el hecho de que
Papel picado, novela cuyos temas son el terrorismo de Estado y el
exilio provocado por ese terrorismo, aparezca en este momento, llegue a
México y en breve a Argentina. La decisión de Kirchner sin
duda va a tener amplias repercusiones internacionales porque la medida
se relaciona con la justicia en cualquier parte del mundo.
"Hace poco tuvimos el caso Cavallo, en el cual la actitud
de México fue determinante para lograr un poco de justicia. El gobierno
argentino no realizó ningún movimiento para impedir la extradición
del personaje, de hecho colaboró para que llevaran a Cavallo a España.
La gran expectativa en este momento es que la justicia avance. Han pasado
27 años desde que en 1976 la realidad argentina cambió de
forma radical. Para los más jóvenes es un periodo muy grande,
pero para muchos otros es casi como si fuera ayer. Lo que pasó no
se olvida en absoluto. La sociedad argentina necesita respirar de una manera
distinta a la que le impusieron la dictadura militar, la mafia menemista
y la mediocridad de Fernando de la Rúa. El nuevo presidente de Argentina,
que todavía es una incógnita para muchos, ha dado sin embargo
algunos pasos positivos que generan esperanza. Creo que las medidas concretas
que se han tomado han de ser defendidas y apoyadas.''
El exilio, del todo presente
-En perspectiva, buena parte de su obra es una puesta
al día de lo que ha sido la realidad argentina en el más
reciente cuarto de siglo.
-Sin duda. La historia que me ha tocado vivir ha sido
muy fuerte para mí y de alguna manera he tenido el dramático
privilegio de pasar por épocas de gran intensidad en mi país
original, Argentina, lo cual me ha dado un amplio material de trabajo.
Cuando escucho que es necesario preservar la memoria y escribir contra
el olvido entiendo que es una función con la que también
cumplo, no de manera exclusiva, pero sí es una de mis necesidades
narrativas. Personalmente me interesa lo que ocurre en este momento, desde
el desarrollo del capitalismo salvaje hasta la posibilidad de que tres
o cuatro sujetos puedan destruir países con entera impunidad. Todo
eso me afecta, me inquieta y desde luego me interesa lo que pasa tanto
en Argentina como en mi otro país, México.
En torno a los dos países en los que ha transcurrido
la mayor parte de su vida, dice: "El exilio para los argentinos que lo
vivimos es del todo presente. Aunque no sea el único tema, claro,
porque también me ha correspondido otro curioso privilegio que es
ser argenmex, un sujeto con dos culturas porque me encuentro en
un país de adopción mutua. Por eso en ocasiones escribo novelas
que pueden ser consideradas argentinas, otras que son netamente mexicanas
y unas más que resultan argentinomexicanas".
Papel picado, señala su autor, "es una novela
que permite distintas lecturas, y sin duda una de ellas es que puede considerarse
una novela histórico-política en la medida que aparece el
terrorismo de Estado y el exilio argentinos. Y es una novela negra en la
cual el gran criminal es justamente el Estado terrorista creado por los
militares".
Novela del exilio, aventuras, humor y amor, Papel picado
va de 1977, un año después de que los militares toman el
gobierno de Argentina, hasta 1983, cuando regresa la democracia con Raúl
Alfonsín. En ella habitan una pareja de militantes guevaristas,
que sale al exilio cuando su lucha contra la dictadura militar ha sido
derrotada, más un personaje antagónico, paramilitar, que
también sale de Argentina y con quien chocará de nuevo la
pareja de guevaristas.
A propósito de esta coincidencia, una más
en la vida de los personajes, apunta finalmente Rolo Diez: "Es preciso
aprender que los prójimos son todos. Los otros son formas de ser
de uno mismo. Las diferencias que separan a los hombres y mujeres no tienen
que ver ni con el país donde nacieron ni con el documento de identidad
que portan, sino con actitudes básicas frente a la vida. Los hermanos
se pueden encontrar en los sitios más remotos mientras que los enemigos
pueden aparecer en el propio país donde una persona haya nacido".
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