.. |
México D.F. Jueves 24 de julio de 2003
MELON
Luis Angel Silva
Que no me entierren sin son
ESTE 2003 HA resultado fatal para los soneros. Ya la lista aumentó considerablemente con los fallecimientos de Compay Segundo y Celia Cruz, que se agregan a los de René Touzet, Mongo Santamaría, así como a los de nuestros compañeros Pepe Bustos, Juanelo y Mario Pollo Cazarín, que hace muy poco emprendieron el viaje sin retorno. Son pérdidas sensibles para los soneros mexicanos.
POR SUPUESTO QUE lamento los decesos de todos ellos, pero me duelen demasiado los de mis paisanos, a los cuales ignoran olímpicamente los medios nacionales. En nuestro país ni siquiera se enteraron de su existencia, mucho menos de su partida. Creo que ya es tiempo de que la gente que está conectada con el espectáculo vuelva los ojos hacia el talento mexicano y dé un reconocimiento a los que quedan, que ya son pocos. La música cubana pudo subsistir aquí gracias a su entrega, profesionalismo y amor, cuando de verdad su apoyo se necesitó.
DICEN PANCHO AMAT y los del grupo Manguaré que cuando muere un sonero es un error sepultarlo con llanto y sin canciones de amor. Al contrario, "que suene duro el bongó y no lo entierren sin son, ya que cuando se muere un sonero nace un lirio en la canción, y hasta la muerte y la vida se estremecen de emoción. Muerte y vida, canto y llanto, parece contradicción, pero en este mundo todo es hijo de un mismo son. Canta sonero, canta, para llorar la semilla. Cántale a la vida un son. Por eso que no me entierren sin son".
CLARO QUE ME duele la muerte de Compay Segundo, con el cual sólo una vez pude conversar. Este, al igual que al Tapatío, director del Clave de Oro, los consideré un himno a la vida. Mientras la tuvieron fueron ejemplo de cómo enfrentar la adversidad y la vejez. El jícamo y el saoco (sic) fueron un apoyo que llegó a ser baluarte, y el son compañero inseparable de ambos. (Externé mi sentir respecto a Celia Cruz en una entrega anterior.)
CON RENE TOUZET mi relación fue más cercana. Lobo y Melón, con su grupo, grabamos en Los Angeles bajo su dirección. Lo conocí en un club llamado Direct Line -tenía la particularidad de un teléfono en cada mesa-, dirigiendo un grupo sensacional con Rudy Calzado como voz principal. Touzet era todo un caballero y músico de polendas. De Mongo Santamaría también ya expresé mis impresiones.
AHORA LE DIRE, monina, quiénes fueron nuestros soneros fallecidos. Poco puedo hablar acerca de Mario Pollo Cazarín, ya que por razones de trabajo tuvimos poca, por no decir mínima, relación. Pero pude comprobar que fue buen sonero.
CON JUANELO, A pesar de la distancia -vivía en Veracruz-, cada vez que podía le llamaba por el bejuco (teléfono). Cuando éste, su yeneka, viajaba al puerto no perdíamos oportunidad para cantar, aunque fuera a capella, donde quiera que nos encontrábamos. Era una segunda de primera, admirado hasta por el mismísimo Beto Avila. En mi opinión, Juanelo era una auténtica figura del firmamento artístico veracruzano y toda una institución. Dudo que exista un balcón que no se haya engalanado con la voz y el trío de Juanelo en una serenata con sabor porteño.
PEPE BUSTOS, PIANISTA sonero como pocos en el mundo -no dude de mis palabras, mi enkobio, que este señor de todos mis respetos y admiración sí era material de exportación-, dejó constancia de mis palabras en muchas grabaciones al acompañar a famosos del son. Y, qué decir de lo que realizó con el Sensation Combo, donde fuimos compañeros. Fue sin duda un fuera de serie, también orgullo del Veracruz que lo vio nacer.
POR CORTESIA DE los señores Arturo Yáñez e Isidoro Corkidi llegó a mis manos un disco compacto desde Cali, Colombia, con grabaciones del Sensation Combo, que por aquellos lares hicieron bastante ruido, en especial Anabacoa.
EL INSTITUTO VERACRUZANO de la Cultura, que dirige Leticia Perlasca, está obligado a rendir un homenaje lo más pronto posible, tanto a Juanelo como a Pepe Bustos y al Pollo Cazarín.
DESCANSEN EN PAZ todos ellos y gracias por haberme puesto a gozar de una manera espantosa.
|