México D.F. Jueves 24 de julio de 2003
El monto del dinero enviado desde EU se duplicó en un lustro y sigue creciendo
México, cada vez más dependiente de remesas
REUTERS
Lo que comenzó con un sobre de dinero que algunos mexicanos en Estados Unidos enviaban a México para ayudar a sus familiares es hoy uno de los pilares de la economía mexicana y una vía de contención de la elevada pobreza en el país.
Las remesas de Estados Unidos a México se duplicaron en los pasados cinco años y siguen creciendo de tal forma que, para finales de 2003, serán la segunda fuente de ingresos en dólares del país, después de las exportaciones de petróleo y por delante del turismo extranjero y de la inversión privada directa.
"Es una pepita de oro (...) Es un flujo permanente, creciente, que está para quedarse. México se hace cada día más dependiente de esas remesas", dijo a Reuters un analista de un banco extranjero.
Según datos del Banco de México, entre enero y mayo las remesas familiares crecieron 28.29 por ciento, a 4 mil 994 millones de dólares, desde los 3 mil 893 millones alcanzados en igual periodo de 2003.
Los analistas estiman que los envíos de dinero podrían llegar a entre 10 mil 500 y 12 mil millones de dólares anuales en diciembre, para sostener a 2.5 millones de familias mexicanas.
"Las remesas llegan en 90 por ciento para la supervivencia de las familias. Para resolver el problema de la alimentación, de la vivienda, del transporte, de la salud y de la educación", explicó Genoveva Roldán, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los problemas de fondo
A Alfredo González, de 45 años, no le alcanza lo que gana con pequeños trabajos como obrero de la construcción para sostener a su familia. Tiene dos hijos, una esposa, una madre y todos dependen del dinero que les envían mensualmente los dos hermanos de Alfredo desde Estados Unidos. "Mandan poco, pero mandan. Y eso ayuda mucho", dijo el trabajador.
"En Estados Unidos, debido al nivel de especialización que ha alcanzado esa economía, sigue habiendo oportunidades para que los mexicanos hagan trabajos que el estadunidense promedio no quiere", comentó Héctor Chávez, analista del banco Santander Serfin.
"Ese empleo considerado de mano de obra dura es más atractivo que uno formal aquí en una fábrica", añadió.
Según estadísticas, la migración de mexicanos a Estados Unidos creció entre 12 y 15 por ciento en los años recientes y ya son cerca de 20 millones los que residen (legal e ilegalmente) en ese país.
Los especialistas consideran que la migración seguirá, lo que también garantiza una continuidad de las remesas. "Tiene una dinámica imparable (...) Cada día somos más exportadores de fuerza de trabajo", aseguró la investigadora Roldán.
En este contexto, las remesas podrían trepar a un récord de 13 mil millones de dólares para finales de 2004. "El potencial que le vemos es enorme", dijo Alberto Islas, director adjunto de Banco Nacional de Servicios Financieros.
País atado de pies y manos
Los analistas coinciden en que la ausencia de estas remesas complicaría la situación social de México y dispararía la ya elevada pobreza, que afecta a 53 por ciento de la población, según datos oficiales.
"El no recibirlas implicaría un incremento en el número de pobres de este país, en la inestabilidad social. Agravaría los ya de por sí graves problemas económicos y sociales que tenemos", precisó la investigadora de la UNAM
"La tensión social sería otra. Mucho más alta. Esto aminora la presión. Es como una válvula de escape", indicó un analista de un banco, quien prefirió no ser identificado.
Según los especialistas, es también la punta del iceberg del fenómeno más profundo y complejo, que es la emigración.
"El que tengamos ese nivel de remesas no es para enorgullecerse (...) Proviene de que no puedes asumir la mano de obra aquí y se va para allá (Estados Unidos)", expuso Chávez, analista del banco Santander Serfin.
En países como Nicaragua, Haití, El Salvador y Honduras, donde entre 70 y 80 por ciento de la población es pobre, las remesas representan de 10 a 20 por ciento de su economía.
México se encuentra lejos de esta situación, ya que las remesas explican cerca de 1.8 por ciento de su producto interno bruto, pero en algunos estados, como Zacatecas, llegan a representar 25 por ciento del valor de la economía.
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