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México D.F. Domingo 20 de julio de 2003
AGENDA
CHAVELA VARGAS: ''VIVO Y ESPERO MORIR EN VERACRUZ''
Veracruz, Ver., 19 de julio. Aunque vivió un tiempo
en Madrid y ahora lo niega, pues en realidad viajaba de manera permanente
desde esa ciudad a varias partes de Europa y de otros continentes, la cantante
costarricense-mexicana Chavela Vargas ha concretado una intención
expresada en varias ocasiones: vivir y morir en el puerto de Veracruz,
al que se siente muy cercana. De manera sigilosa o casi desapercibida por
los medios de comunicación (La Jornada, 16 de enero de 2002), hace
unos meses Chavela se mudó a Veracruz a una casa que, según
algunos porteños, le obsequió el gobernador Miguel Alemán
Velasco a las afueras del puerto, en una zona costera conocida como El
Estero. "Los veracruzanos son todo mi amor. De verdad, yo sí hablo
de verdad, no soy lambiscona. Aquí estoy y estoy viviendo con ustedes
y espero morirme aquí", comenta la nueva porteña. En esta
ocasión la atención se centra en los recién fallecidos
cantantes cubanos Celia Cruz y Compay Segundo. "Trabajé con ellos
en Cuba cuando yo era muy joven. Comenzaba la televisión. Celia,
Olga Guillot y yo hicimos un programa una noche. No nos conocía
nadie". Evoca a Celia Cruz: "La recuerdo mucho, tan cariñosa, tan
preciosa, tan alegre, como Olga Guillot y Compay Segundo. Son gentes que
no se olvidan, que se recuerdan con mucho amor porque fueron muy gentiles,
incapaces de ofenderse ni de molestarse." Dice de Compay Segundo: "Me parece
divino que él resurgiera antes de morir. ¡Es glorioso que
resurgiera antes de partir! Fue una despedida bellísima de la vida
con él y de él con la vida".
AL GRITO DE ¡AZUCAR!, MILES DESPIDIERON A CELIA
CRUZ EN MIAMI
Miami, 19 de julio. Al grito de "¡Azúcar!",
de "¡Viva la reina!", a veces cantando Guantanamera, una emocionada
pero festiva muchedumbre de decenas de miles de personas despidió
el sábado en Miami, la capital del exilio cubano, a Celia Cruz,
la legendaria cantante fallecida esta semana en Estados Unidos. El féretro
de Celia Cruz, traído el viernes de Nueva York, fue expuesto en
la llamada Torre de la Libertad, edificio emblemático del exilio
cubano, en pleno centro de Miami. Pese al calor sofocante, una interminable
fila de exiliados cubanos, pero también de varios países
de América Latina, esperó turno para rendir homenaje a los
restos mortales de la Reina de la Salsa. El féretro, cubierto con
la bandera cubana, estaba expuesto en el segundo piso de la torre, un inmueble
que sirvió de refugio a exiliados cubanos anticastristas en los
años 60 y 70. Los restos de la Reina de la Salsa, tras ser expuestos
el sábado durante nueve horas, serán trasladados a la cercana
iglesia católica de Gesu, donde está prevista una misa. El
domingo, Celia hará su último viaje, de regreso a Nueva York,
donde será enterrada el martes.
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