México D.F. Sábado 19 de julio de 2003
Noveno aniversario del atentado contra la sede
mutual de la AMIA
En Argentina, manifestantes judíos exigen encarcelar
a Menem y Duhalde
El mandatario Kirchner promete a familiares de víctimas
poner fin a la impunidad
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 18 de julio. A nueve años
del atentado contra la sede mutual judía AMIA, que dejó 85
muertos y unos 300 heridos, los representantes de esa comunidad criticaron
duramente a varios ex mandatarios, particularmente a Carlos Menem, ante
el presidente Néstor Kirchner, quien reiteró su compromiso
de luchar contra la impunidad.
Las críticas fueron durante un acto conmemorativo,
al que asistieron miles de personas frente al reconstruido edificio de
la AMIA, en el que Kirchner cosechó aplausos, lo que mostró
un cambio de actitud, toda vez que en años anteriores las autoridades
presentes eran blanco de silbidos. Pero el acto puso en evidencia las contradicciones
en la comunidad judía, pues familiares de las víctimas tienen
mucho que decir sobre la actuación de ex dirigentes de la Delegación
de Asociaciones Israelitas-Argentinas (DAIA), como Rubén Beraja
y otros que priorizaron sus negocios con el menemismo.
El
presidente de la DAIA, José Hercman, afirmó que el atentado
"fue un infame acto de guerra planeado y ordenado por las máximas
autoridades del gobierno de la República Islámica de Irán
y ejecutado por asesinos de Hezbollah (organización político-militar
libanesa), con la complicidad de delincuentes argentinos de civil y uniforme
que no vacilaron en participar en la matanza".
Hercman, sin embargo, agradeció a Kirchner su compromiso
de avanzar en la investigación por el atentado contra la AMIA y
proponer "una ley antiterrorista para prevenir y castigar (...) el flagelo
que siembra la muerte en todo el mundo". No obstante, el mandatario dejó
en claro que esta legislación sólo debe proteger al país
y a sus ciudadanos y no ser instrumento de persecución ideológica.
Kirchner fue muy cuidadoso en su planteamiento respecto
a Irán, y advirtió sobre la necesidad de ser responsables
y dejar actuar con seriedad a todos los organismos oficiales. "Queremos
la justicia hoy y todos los días", afirmó.
Para Hercman las fuerzas de seguridad deben colaborar,
sobre todo en la investigación sobre los explosivos que se utilizaron,
de dónde vinieron, quiénes lo proveyeron y quiénes
los prepararon, porque "fue un trabajo de expertos que pueden y deben ser
individualizados", señaló.
Durante el acto se exigió encarcelar al ex presidente
Eduardo Duhalde y a Carlos Ruckauf, quienes durante el atentado -18 de
julio de 1994- ejercían como gobernador de la provincia de Buenos
Aires y canciller, respectivamente, por ser "parte de esa mafia que mató
y sigue matando a nuestros seres queridos", aseveró Luis Burnstein,
de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas.
Ruckauf será denunciado por la DAIA, que lo acusa
de haber ofrecido disculpas al gobierno iraní después que
el juez Juan José Galeano -cuya renuncia también exigieron
hoy los miles de asistentes- demandó la comparencia y extradición
de varios de sus funcionarios por el atentado.
Los dirigentes judíos solicitaron la apertura de
todos los archivos, particularmente de la policía bonaerense, que
tuvo especial participación en los hechos. También hubo condenas
a los ex jefes de los Servicios de Inteligencia del Estado (Side), Hugo
Anzorreguy y Miguel Angel Toma, en este último caso por encubrimiento.
Anzorreguy y los agentes del Side que investigaron de
manera secreta deberán declarar ahora en el juicio oral, después
que Kirchner decidiera levantar las restricciones y ordenara abrir los
archivos de ese organismo para acceder a la información oculta sobre
el caso AMIA. Kirchner no aceptó hacer un discurso porque dijo que
prefería hablar con hechos, tras condenar la impunidad en este caso,
que calificó una vez más de "vergüenza nacional", y
luego de asegurar que hoy "se dijeron verdades con crudeza".
Tanto el titular de la AMIA, Abraham Kaul, como el vocero
de los familias, que tuvo duras expresiones contra Menem, a quien calificó
de "corrupto, traidor, encubridor y asesino", agradecieron a Kirchner sus
recientes medidas. Kaul dijo que éstas marcan "un hito en la vida
de Argentina" y que esos gestos constituyen "una actitud positiva que lo
diferencia de quienes lo precedieron".
El representante de los familiares de las víctimas
pidió investigación, juicio y condena para Menem, Duhalde,
Ruckauf, Anzorregui y Toma, por considerarlos copartícipes del ataque.
Burstein no quiso nombrar a Menem. Se refirió a
él como "ése" y lo acusó "por no haber hecho nada
para detener la masacre" y por intentar "tapar con dinero el reclamo de
justicia que manaba de la tierra". Exigió que sea juzgado.
Por la noche, durante un acto en la Plaza de Mayo, los
familiares de la víctimas de AMIA tuvieron frases duras para todos.
Laura Ginsberg no cree en nada de lo que se está haciendo y acusó
de "terrorista" al Estado argentino y sus cómplices externos.
En este contexto, Kirchner fue sorprendido en su gira
por Europa por la invitación de su homólogo de Estados Unidos,
George W. Bush, para viajar a ese país y sostener una reunión
el próximo miércoles.
Este encuentro estaba previsto para finales de septiembre,
pero Bush adelantó la fecha. Se especula que en éste habrá
un debate sobre una alianza entre ambos países. Kirchner, en Europa,
externó fuertes verdades, mientras que en Argentina funcionarios
estadunidenses comenzaban a hacer advertencias sobre las políticas
de los gobernantes del Cono Sur respecto al Area de Libre Comercio de las
Américas. Se estima que la trascendencia del viaje de Kirchner por
el viejo continente hizo apresurar a Bush.
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