México D.F. Jueves 17 de julio de 2003
Ella cantaba salsa
La cubana Celia Cruz, símbolo de la música tropical, falleció en EU
DPA
Madrid y Nueva York, 16 de julio. Todo el mundo la conocía como "la reina de la salsa" porque fue gracias a su talento y energía que ese ritmo bastardo, mezcla de sonidos afrocubanos y jazz, se dio a conocer a escala internacional.
Tras un largo calvario, Celia Cruz murió hoy en su hogar de Nueva Jersey víctima de cáncer, sin haber regresado nunca a su añorada Cuba natal, que dejó en los años 60 para radicar en Estados Unidos.
Caridad Cruz Alonso, habanera del barrio de Santos Suárez, aparentemente nació el 21 de octubre de 1924. Ella nunca confirmó ni desmintió esa fecha. Estudió magisterio pero pronto se dedicó a la música y comenzó su carrera artística en La Habana tras ganar varios concursos radiales.
En 1950 se incorporó como vocalista a la Sonora Matancera, orquesta con la que recorrió toda Latinoamérica y en la que conoció a su marido por más de 50 años, el trompetista Pedro Knight, al que en los últimos años llamaba cariñosamente "cabecita de algodón" por sus canas.
En aquel entonces, Cruz comenzó a desarrollar un estilo particular de interpretar el son cubano. Junto con la Matancera, la cantante abandonó Cuba en julio de 1960. Luego acusó al presidente, Fidel Castro, de impedirle asistir al entierro de su padre, dos años después.
La música de Celia Cruz no se escucha oficialmente en la isla desde hace más de 40 años, pero sus grabaciones se difunden de manera privada por todo el país y la cantante sigue siendo querida por los cubanos.
Cao cao mani picao fue su primer éxito. Cruz cantaba de todo -incluso grabó rocanrol- pero se especializó en guarachas, por lo que pronto se le conoció como "La guarachera de Cuba".
Sus inicios en el movimiento de la salsa los marcó su colaboración en la "salsópera" Hommy, de Larry Harlow, representada en el Carnegie Hall de Nueva York en 1973. Allí interpretó el personaje de La Gracia Divina.
Su aporte a la expansión del boom de la salsa fue fundamental de la mano de las orquestas a las que sumó su potente voz, entre ellas, las de Tito Puente, Willie Colón, Ray Barretto, Pappo Luca y Johnny Pacheco.
A lo largo de su carrera, la cantante de las pelucas extravagantes, los trajes coloridos y la sonrisa perenne grabó más de 70 discos. Decía que tenía uno por cada año de su vida.
De personalidad extrovertida, Celia Cruz siempre se mostró abierta a nuevas experiencias. Participó en la película Los reyes del mambo y en varias telenovelas mexicanas, y grabó con músicos tan diversos como David Byrne y Wiclef Jean, los argentinos Fabulosos Cadillacs y los españoles Jarabe de Palo.
Estuvo nominada a los premios Grammy muchas veces y ganó la estatuilla por primera vez en 1989. Pese a haber vivido tanto tiempo en Estados Unidos -tenía fijada su residencia en Nueva Jersey- y de disponer de pasaporte estadunidense, apenas hablaba inglés. Le bastaba su grito de guerra "šazúcar!" para hacerse entender en todo el mundo.
Su salud comenzó a declinar en los últimos meses de 2002. En diciembre de ese año fue operada de un tumor en el cerebro. En febrero se había recuperado lo suficiente como para acudir a la entrega de los Grammy, en la que ganó el premio al mejor disco de salsa por La negra tiene tumbao.
El 13 de marzo de este año, la comunidad latina de Estados Unidos le rindió un grandioso homenaje en el teatro Jackie Gleason de Miami. En aquel entonces, Celia Cruz derrochó alegría y optimismo, pidió a sus admiradores que recen por ella y no quiso que el homenaje fuera como una despedida.
La cubana será velada en Miami y enterrada
en la planta baja de la Torre Libertad, en NY
Celia era fuera de serie; todo lo bueno se está
acabando: Irving Lara
Ella no necesitaba ensayar antes de su show,
sólo checaba el sonido, asegura su director de orquesta
Para el empresario Miguel Nieto, era una mujer generosa
y una artista extraordinariamente responsable
JUAN JOSE OLIVARES Y AGENCIAS
La cantante cubana Celia Cruz falleció el miércoles
a los 78 años víctima de cáncer cerebral. Según
su promotor Omer Pardillo, Cruz murió poco después de las
cinco de la tarde en su casa en Nueva Jersey, acompañada de su esposo,
Pedro Knight, y el propio promotor.
Celia Cruz será velada en Miami por expreso deseo
suyo, y enterrada en Nueva York, en la planta baja de la Torre Libertad,
en Bayfront Park, edificio construido a principios de siglo que ahora alberga
a las oficinas donde se hacen trámites para los refugiados cubanos
en Estados Unidos.
Celia
fue una de los cuatro hijos de Catalina Alfonso y Simón Cruz. Su
padre quería que fuera maestra, pero sus aspiraciones musicales
la hicieron estudiar en el Conservatorio Nacional de Cuba, donde estudió
teoría musical, voz y piano. Se hizo famosa en la década
de los años 50 cuando se unió a la Sonora Matancera, que
buscaba a una vocalista femenina. Celia cantó durante 15 años.
En 1960, la Matancera desertó de Cuba, luego de la llegada de Fidel
Castro al poder.
Posteriormente se unió a la orquesta de Tito Puente
con la que grabó ocho discos. Tras el éxito con Tito, grabó
tres discos con Johnny Pacheco y comenzó a ser reconocida como la
Reina de la Salsa. Más tarde se unió al Fania All
Stars, con la que grabó 20 discos y recorrió el mundo. Durante
su carrera ganó varios premios Grammy.
''Todo lo bueno se está acabando''
La noticia del deceso impactó a propios y extraños,
pero más a quienes convivieron con ella en lo personal y musical.
Dos casos son el del director orquestal Irving Lara, quien durante 10 años
-de 1988 a 1998- dirigió la orquesta con la que Celia se presentó
no sólo en México, sino en Centro y Sudamérica, y
el del empresario y promotor Miguel Nieto, quien la trajo a México
en varias ocasiones y disfrutaba de su amistad.
"Musicalmente -la califica Irving Lara- era fuera de serie.
Como Celia no habrá otra, dudo que exista alguien como ella en los
años venideros. Era una de las buenas que quedaba, y de su género,
la única. El mote de Reina de la Salsa le queda a modo, pero
creo que debería existir otro calificativo, si es que existiera.
Era increíble su manera de interpretar, su manera de vibrar con
uno arriba del escenario. No se diga como persona."
Dice Lara que "el que se vaya gente como ella nos pone
a temblar porque tendrán que nacer nuevos, pero para que nazcan
con esa madera es casi imposible. Todo lo bueno se está acabando.
Ella tenía química para todo. Se acordaba de ti aunque dejaras
de verla en años. Si la entrevistabas en 85 y la volvías
a ver en 88, se acordaba de tu nombre y hasta te preguntaba por tus parientes".
Irving Lara la conoció cuando el director orquestal
acababa de hacer un disco con Tania Libertad, y luego de editar un disco
de nombre Me voy pa' la pachanga, que promovía en Panamá.
La cubana lo escuchó y eligió para que fuera director de
sus orquestas en México y sus giras por Sudamérica. "No sólo
trabajamos con ella en México; fuimos a Sur y Centroamérica.
Yo en lo particular fui con ella a Los Angeles y a Nueva York".
En opinión de Lara, Celia era una artista que poco
necesitaba ensayar con su orquesta para presentar un show. "Yo lo
que hacía era ensayar con mi orquesta, me citaba unos dos días
antes del show, ensayábamos si es que iba a incorporar a
un elemento nuevo. Luego se presentaba ella al soundcheck, checaba
dos o tres temas y vámonos; eso era todo, a descansar y en la noche
al show. Eso es de grandes, además de su convivencia, su
humildad, de comer tacos y brindar con nosotros. Ella me permitió
abrir con mi orquesta su show, cosas que pocos hacen".
''Era una verdadera diva''
Para Miguel Nieto, empresario y promotor, "es la pérdida
de uno de los iconos de la música afroantillana de todo el siglo
XX. Celia cubre desde 1947 a la actualidad. Es la cantante más conocida
de son cubano en todo el mundo. Era un ser humano maravilloso, independientemente
de sus posiciones contrarias en términos políticos; era una
mujer generosa, extraordinariamente responsable, muy cumplida... dulce.
Siendo una verdadera diva no mostraba esas actitudes, a diferencia de muchas
otras y otros; ella siempre se adaptaba a las condiciones. Tuve la oportunidad
de trabajar con ella en muchos lugares y era maravillosa por su sencillez".
Nieto la trajo a México y la presentó en
el Auditorio Nacional el año antepasado; en su última temporada
de cabaret en el Salón 21, antes, en el salón Los Angeles,
y mucho antes en el Margo (ahora La Maraka), "donde hacía una temporada
anual de tres fines de semana''.
Nieto se dio cuenta de su potencial durante una presentación
en el extinto centro nocturno El Patio, a finales de los años 70.
"Fui con el empresario para que me la presentara y la cubana estaba en
su camerino como dormitando. Ya se veía mayor. Salí asustado
y le dije al empresario que se tendrían que devolver las entradas
porque Celia no podría cantar, la veía mal. Pero no, salió
al escenario como un torbellino. Ella descansaba antes de cada show
y eso tiene casi 30 años."
Doble homenaje en el Afrocaribeño
Dentro del Festival Internacional Afrocaribeño, que se inicia hoy en el puerto de Veracruz, los organizadores y participantes rendirán tributo a dos de las más grandes figuras del son cubano: Celia Cruz y Compay Segundo. Esta noche, en la gala inaugural, el pianista y compositor jarocho Memo Salamanca -único mexicano que grabara seis discos con la cubana-, Aminta Ruiz Pasos, la orquesta Gran Festival y el grupo Los Pregoneros del Recuerdo, interpretarán temas de autores veracruzanos con los que Celia editó discos. Asimismo, el cantautor puertorriqueño Willie Colón, quien también actuará en la gala, recreará algunas piezas de los dos discos que grabó con Celia. Asimismo, esta noche la agrupación Juventud Sonera evocará piezas de Compay Segundo.
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