México D.F. Martes 15 de julio de 2003
Indica Sánchez Santacruz
Cuba y EU deben normalizar relación
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 14 de julio. El activista opositor Elizardo Sánchez Santacruz afirmó hoy que la hostilidad política de Estados Unidos contra Cuba es "contraproducente", y demandó el apoyo de la comunidad internacional para que propicie un entendimiento entre los gobiernos de ambos países.
"La política de Washington hacia el gobierno de Cuba durante más de cuatro décadas ha sido y sigue siendo errática y contraproducente", dijo Sánchez en un comunicado en el que hizo un recuento de la represión de marzo a abril, que llevó a la cárcel a 75 opositores y que, sometidos a juicio, recibieron condena de 28 años de prisión.
Sánchez es uno de los disidentes que quedaron en libertad tras la ofensiva gubernamental y mantiene su actividad como líder de un pequeño grupo testimonial, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, tres de cuyos integrantes están ahora en prisión.
Aunque el grupo enfoca su actividad a registrar y difundir la situación de las garantías individuales en la isla, Sánchez extendió esta vez el análisis de su informe semestral a consideraciones políticas.
A pesar del diferendo cubano-estadunidense, expresó Sánchez, "ambos gobiernos tienen que trabajar para normalizar sus relaciones de Estado a Estado, y la opinión pública de ambos países y la comunidad internacional deberían exigirles que así lo hicieran".
Según su recuento, unido a una detallada lista de casos, Sánchez dijo que el gobierno cubano desató en la segunda quincena de marzo pasado "la más intensa ola de represión política de las dos últimas décadas".
Dijo que se basaba en informes de familiares y testimonios de algunos detenidos hace cuatro meses, para asegurar que todos fueron víctimas de violaciones al debido proceso, al tener acceso a sus abogados pocas horas e incluso minutos antes de los juicios y que fueron llevados de cárceles de la policía a celdas de aislamiento en zonas de máximo castigo en prisiones de alta seguridad, donde permanecen "bajo condiciones infrahumanas".
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