México D.F. Martes 15 de julio de 2003
Roma y París niegan ser fuentes del informe
sobre el programa nuclear de Bagdad
Nuevos ataques contra militares de EU dejan un muerto
y 4 heridos en Irak
Convocados por el PC iraquí, miles conmemoran
el 45 aniversario del fin de la monarquía
REUTERS, AFP Y DPA
Bagdad, 14 de julio. Los ataques contra las fuerzas
estadunidenses se intensificaron este lunes con dos incidentes separados
-que dejaron un soldado muerto y cuatro heridos-, mientras la Casa Blanca
intentó minimizar las acusaciones contra el presidente George W.
Bush, al insistir en que el caso de la información falsa sobre la
presunta compra iraquí de uranio a Níger "está terminado".
En uno de los incidentes, una granada fue arrojada desde
un coche -cuyo conductor se dio a la fuga- cerca de un edificio utilizado
por militares estadunidenses y estalló debajo de un todoterreno
perteneciente a la embajada de Túnez, indicó Mohamed Muayez,
oficial de la policía iraquí.
Según testigos, el automotor de la embajada estaba
vacío al momento de la explosión, que no dejó víctimas.
La detonación tuvo lugar a las 16:40 horas local en un estacionamiento
del Palacio de Congresos controlado por las fuerzas invasoras. Antes, un
policía militar estadunidense, que pidió el anonimato, había
afirmado que la explosión fue causada por un coche bomba.
Más
temprano, un soldado de la tercera división de infantería
de Estados Unidos murió y cuatro resultaron heridos, indicó
la portavoz militar Nicole Thompson.
Esa muerte eleva a 79 el número de soldados de
ese país que perecen desde el primero de mayo, cuando Bush declaró
el fin de las hostilidades en Irak, 32 por fuego hostil y 47 en otros incidentes.
Seis militares británicos han muerto en combate en el mismo periodo.
Por otra parte, una estación policial de la norteña
Mosul fue blanco de un ataque con granadas propulsadas por cohetes, que
hirieron a tres miembros de la fuerza policial organizada por los estadunidenses,
informaron residentes.
Las tropas de la nación norteamericana lanzaron
el fin de semana su cuarta gran operación contra grupos de resistencia,
bautizada Serpiente de hiedra, mediante la cual detuvieron a 226
personas, confiscaron 800 bombas de mortero, 50 ametralladoras y otras
armas en 27 redadas a lo largo y ancho del país, indicó el
ejército en un comunicado. Según el texto, seis de los detenidos
eran ex dirigentes del partido Baaz, de Saddam Hussein.
Mientras, 2 mil personas se manifestaron hoy por la mañana
en Bagdad, convocadas por el Partido Comunista Iraquí (PCI), para
conmemorar la caída de la monarquía, el 14 de julio de 1958,
y en recuerdo del primer presidente iraquí, Abdel Karim Kassem.
La manifestación, vigilada por helicópteros estadunidenses,
comenzó en la plaza Al Tahrir, en el centro de la capital, y concluyó
en la plaza Al Ferdus, donde tienen su sede las tropas invasoras.
Por primera vez desde 1963, el PCI, uno de los partidos
comunistas más poderosos de Medio Oriente, participa en el poder
en Irak. Su secretario general, Hamid Majid Mussa, es uno de los 25 personajes
que desde el domingo forman el consejo de gobierno transitorio iraquí.
Proseguirá el hostigamiento
Por otro lado, un grupo desconocido, "el movimiento de
la Jihad iraquí", afirmó este lunes que multiplicará
los ataques contra las tropas estadunidenses en la nación árabe.
En una carta introducida en el automóvil de un corresponsal de una
agencia de prensa internacional en Fallujah, ciudad sunita al oeste de
Bagdad, la agrupación advierte: "no se pueden considerar todavía
los golpes asestados contra las fuerzas de invasión como una resistencia
del pueblo iraquí".
En tanto, la Casa Blanca intentó minimizar de nuevo
las acusaciones contra el presidente estadunidense, criticado por utilizar
información falsa sobre un supuesto intento de Irak por comprar
uranio y así justificar un ataque al país petrolero.
"Para Bush, esto pertenece al pasado. Creo que este caso
está terminado", opinó Ari Fleischer, portavoz de la Casa
Blanca, la cual admitió el martes pasado que fue un error que Bush
afirmara durante su discurso sobre el estado de la nación, el 28
de enero, que Bagdad intentó comprar uranio en Africa.
"No sabemos si es cierto, pero nadie puede decir que es
falso" y "el presidente está disgustado" porque se incluyó
esa información en su discurso, afirmó Fleischer este lunes
durante la que fue su última intervención como portavoz de
la Casa Blanca.
Bush se defendió de las acusaciones. "Creo que
las informaciones de los servicios de inteligencia que recibo son excelentes,
y en éstas se fundan los discursos que doy", declaró este
lunes cuando recibió al secretario general de la Organización
de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, en la Casa Blanca.
"Hoy estoy absolutamente convencido, como lo estaba cuando
pronuncié esos discursos, de que Hussein había desarrollado
un programa de armas de destrucción masiva, y que nuestro país
tomó la decisión correcta" cuando lanzó la guerra
para derrocarlo.
Pero el Departamento de Estado admitió este lunes
que cometió un error al nombrar a Níger como posible proveedor
de uranio a Irak. "En retrospectiva, lo hubiese dicho de modo diferente",
indicó el portavoz, Richard Boucher, sobre el informe del 19 de
diciembre que mencionaba las omisiones en la declaración iraquí
sobre sus programas de armas ante la ONU, previo a la guerra.
No obstante, defendió haber incluido la acusación
de que Bagdad intentaba comprar uranio africano, al indicar que en ese
momento era una preocupación legítima que necesitaba respuesta
del régimen de Hussein.
En tanto, el primer ministro británico, Tony Blair,
se defendió hoy de las polémicas informaciones distribuidas
por su gobierno y el estadunidense sobre el presunto programa de armas
atómicas de Irak, e insistió: "mantenemos las informaciones
que dimos a la opinión pública".
Gran Bretaña debe estar orgullosa de su participación
en el derrocamiento de Hussein, indicó Blair en una conferencia
de prensa en la capital británica.
Al respecto, el canciller británico, Jack Straw,
expresó que su país no puede revelar a Estados Unidos cómo
supo que Irak intentaba comprar uranio en Níger, porque la información
provenía de un tercer país. En declaraciones a la BBC Radio,
Straw dijo estar convencido de la "veracidad" de esas afirmaciones, incluidas
en un informe sobre las armas de destrucción masiva iraquíes
que Londres hizo público en septiembre pasado.
El diario The Financial Times indicó que
los servicios secretos de "dos países de Europa occidental", que
serían Francia e Italia, fueron la fuente de la afirmación
del gobierno británico.
Roma desmintió que sus documentos facilitados a
Washington y Londres sobre los presuntos intentos iraquíes de conseguir
uranio en Níger procedieran de sus servicios de inteligencia, como
publicó el Corriere della Sera.
A su vez, París negó esta noche que tuviera
algo que ver con el asunto. "Contrariamente a las insinuaciones aparecidas
en la prensa británica, Francia no está en el origen de las
informaciones publicadas en el informe británico fechado el 24 de
septiembre de 2002 y relativas al programa nuclear de Irak", declaró
en un comunicado la cancillería francesa.
A su vez, Scott Ritter, ex inspector de desarme de la
ONU y ex oficial de marines de Estados Unidos, señaló
que el conjunto de afirmaciones de su país de que el régimen
de Hussein Irak poseía armas de destrucción masiva como justificación
para atacar a Irak constituyen una mentira y acusó a la prensa de
publicar las acusaciones estadunidenses -en particular las del secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld- de que la nación árabe tenía
armas de destrucción masiva, sin hacer preguntas ni intentar verificarlas.
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