México D.F. Martes 8 de julio de 2003
Florescano abrió el coloquio Mestizaje
y racismo en la historia de México
La Nueva España fue escenario de dos guerras,
''una civil y otra de imágenes''
Los insurgentes adoptaron el águila parada en
el nopal como emblema dominante, señala
VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 7 de julio. Con la conferencia magistral
La bandera mexicana: símbolo de mestizaje cultural, del investigador
Enrique Florescano, comenzó en el ex convento de Santo Domingo de
esta ciudad el coloquio internacional Mestizaje y racismo en la historia
de México, en el que participan académicos de Estados Unidos,
España y México.
La
Biblioteca Francisco de Burgoa, de la Universidad Autónoma Benito
Juárez de Oaxaca, instalada en ese complejo arquitectónico
de la Colonia, es la sede del encuentro que se inició hoy lunes
para concluir este martes.
Florescano, al referirse a la historia de la bandera mexicana,
expuso que al iniciarse la guerra de Independencia, en 1810, ''la Nueva
España fue el teatro de una guerra civil y de otra guerra de imágenes,
esta vez entre los antiguos símbolos religiosos y las nuevas ideas
políticas que se plantaron en proclamas, en congresos y en constituciones
de inspiración liberal".
Recordó que Miguel Hidalgo, ''un cura ilustrado,
encabezó una rebelión dirigida a independizar a su patria
de España, y para dar apoyo a su causa alzó como estandarte
la imagen de la virgen de Guadalupe y en pocos meses reunió un ejercito,
quizá el ejército popular más numeroso que combatió
por la independencia en América, desde esos años".
El historiador comentó que la virgen de Guadalupe
''al incorporarse a las tropas populares recibió el nombre de María
Insurgente; la Guadalupana fue el símbolo que recogió tanto
los anhelos de las masas populares como las aspiraciones de los grupos
más desarrollados, políticamente, del virreinato".
Expuso que ''nada tiene de extraño que Hidalgo,
Morelos y otros jefes insurgentes escogieran símbolos de la virgen
como distintivos de sus ejércitos. Sin embargo, cuando se establecen
las primeras formas de gobierno insurgente, como la junta de Zitácuaro
o el Congreso de Apatzingán, el emblema dominante es el del águila
parada en el nopal".
Manifestó que ''los datos disponibles indican que
fue José María Morelos quien por primera vez colocó
el emblema del águila y el nopal en una bandera insurgente".
Al promulgarse el Plan de Iguala en febrero de 1821, Agustín
de Iturbide adoptó como bandera la llamada de las tres garantías,
''los tres colores que aparecían en franjas diagonales simbolizaban,
el movimiento insurgente, el verde; la religión católica,
el blanco, y la unión entre americanos y españoles, el rojo".
En la Constitución federal de 1824 ''se ve el águila
combatiendo la serpiente sin corona, parada sobre el nopal, es decir, desde
su adopción por la Suprema Junta Nacional de 1811, el escudo con
el águila y el nopal se mantuvo como insignia del movimiento insurgente
con ligeras variaciones''.
Ponentes de tres países
Por su parte Esther Kravzov Appel, coordinadora del coloquio
e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México,
dio a conocer que entre los ponentes figuran Francie Chassen, de la Universidad
de Kentucky, Estados Unidos, quien disertará sobre Indígenas
e indios, identidad étnica en Oaxaca. Claudio Lomnitz, de la
Universidad de Chicago y del Centro de Investigaciones en Estudios Sociales
y Antropología Social del Istmo, presentará este martes la
conferencia Indias bonitas, negras modelos, rubias superiores, hombres
fuertes, feos y formales y otros temas para la sociología de la
raza en México.
Mestizaje y racismo antichino en la formación
del nacionalismo revolucionario será el tema a tratar por Gerardo
Reñique de la Universidad City de Nueva York.
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