México D.F. Martes 8 de julio de 2003
Acusan defensores de derechos humanos al Kremlin
de fomentar ataques suicidas
Ordena Putin a sus fuerzas de seguridad "aniquilar"
a independentistas chechenos
No hay nada que negociar con esos "bandidos y terroristas",
afirma el mandatario
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 7 de julio. Para acabar con el problema
del separatismo checheno, que seguirá desangrando a Rusia mientras
se mantenga el círculo vicioso de la violencia recíproca,
instigada en igual medida por el ejército federal y los rebeldes
en el Cáucaso del norte, el presidente Vladimir Putin ordenó
este lunes "aniquilar a los terroristas", como denomina a todos los combatientes
de la guerrilla secesionista, tras "sacarlos de los sótanos y cuevas
donde se esconden".
Putin, quien tuvo esta vez el acierto de posponer una
gira por Uzbekistán y Malasia para estar en el país durante
la jornada de duelo que finalmente fue decretada por la alcaldía
de Moscú para este martes, se tardó casi dos días
en reaccionar -con voz propia, más allá de los breves comunicados
que había difundido su servicio de prensa- ante los trágicos
hechos del sábado anterior.
El titular del Kremlin, al convocar hoy al jefe del gobierno
y los principales ministros, condenó el doble atentado suicida cometido
por dos mujeres chechenas en los accesos a un festival de rock en el aeródromo
moscovita de Tushino, el cual provocó la muerte de 18 jóvenes
rusos y medio centenar de heridos.
Reafirmó,
en ese contexto, que no hay nada que negociar con "los bandidos" chechenos
y, tras volver a apostar a una solución de fuerza, el componente
medular de la estrategia rusa para "normalizar" la situación en
la república separatista, exigió a las fuerzas de seguridad
tomar medidas para prevenir nuevos atentados en Rusia y hasta les explicó
cómo hacerlo:
"Los bandidos que actúan en Chechenia son parte
de una red terrorista internacional. Con esta gente es inútil hablar.
A los terroristas hay que sacarlos de los sótanos y cuevas donde
se esconden y aniquilarlos", enfatizó Putin.
El mandatario ruso repitió su tesis, con la que
justifica ya casi cuatro años de guerra, de que los independentistas
chechenos forman parte -son "el núcleo más peligroso", llegó
a decir- del entramado del terrorismo internacional.
"Quiero subrayar que ningún país del mundo
cede ante el terrorismo. Rusia tampoco lo hará, porque el primer
paso en ese sentido supondría el comienzo de la destrucción
del Estado y el número de víctimas sería 10, 100,
mil veces mayor", insistió.
Al mismo tiempo, Putin pidió a los encargados de
realizar lo que llamó "las acciones decididas" -eufemismo de su
orden de aniquilar a los terroristas- ser "selectivos y precisos", con
el fin de que los operativos no deriven en represalias masivas.
Los servicios secretos rusos reportaron, horas después
de la intervención de Putin, haber descubierto un campamento de
preparación de atacantes suicidas en la región chechena de
Kurchaloi, de la cual era originaria una de las mujeres que participaron
en los atentados del sábado pasado. Por supuesto, según dice
el comunicado, "cinco terroristas fueron aniquilados".
Todo parece indicar que esta fue la respuesta al derribo,
por combatientes de la guerrilla, de un helicóptero MI-8
del ejército en la misma región de Kurchaloi, que dejó
cinco muertos y 14 heridos el pasado domingo. Una comisión del Ministerio
de Defensa informó este lunes que el aparato no se estrelló
por problemas técnicos, como se había dicho, sino que fue
abatido, según se deduce de "las decenas de orificios de bala" hallados
en su fuselaje.
Entre los muertos figuran dos militares de alto rango,
Anatoli Tolmachov, jefe del estado mayor de la comandancia militar general
rusa en Chechenia, y Roman Bayazitov, comandante militar de la región
de Kurchaloi, quienes se dirigían a Grozny, la capital chechena,
tras haber interrogado a familiares de Zulijan Lijadzhieva, cuyo pasaporte
fue encontrado entre la ropa de una de las suicidas que se inmolaron en
Tushino.
Las organizaciones de derechos humanos en Rusia, por su
parte, no tardaron en acusar al presidente Putin y a las tropas federales
en Chechenia de fomentar "actos terroristas" como el ocurrido el sábado
anterior en Moscú.
"El comportamiento de las fuerzas federales rusas en Chechenia
-desapariciones, redadas masivas, crímenes impunes- es el verdadero
caldo de cultivo del terrorismo", comentó hoy Tatiana Kasatkina,
activista de Memorial, una de las más prestigiadas ONG locales.
Entretanto, se observa en la capital rusa un amplio despliegue
policiaco, que sólo confirma el temor de muchos moscovitas de que
pueda haber más atentados suicidas. Por lo pronto, en pleno centro
de esta ciudad fue desalojado un establecimiento de comida-basura
por una amenaza de bomba, que por fortuna resultó falsa.
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