México D.F. Martes 8 de julio de 2003
Marco Rascón
Propuesta unitaria frente al 17.1 por ciento
"Hoy el PRD debe unificarse en torno a sus responsabilidades éticas y a su dimensión política, sin concesiones. Si la 'refundación' de Zacatecas no fue sino un engaño de la burocracia al partido, ser dos veces engañado sería responsabilidad de todo el partido". Así lo considera uno de los fundadores, quien sostiene que la verdadera oferta de un partido político democrático radica en su vida interna.
El abstencionismo de 59 por ciento, el triunfo del clientelismo que aún mantiene en el gozo a quienes cobran prerrogativas, no por votos, sino por porcentajes (sólo el alegre PRD perdió en seis años 2 millones 100 mil votos y un millón 642 con respecto a la elección de 2000) y el 17 por ciento que obtuvo la dirección descompuesta del PRD los revirtió un grito: š20 por ciento!, proferido con profundo cinismo minutos después de que Jesús Ortega, Juan Guerra, Rosario Robles y el resto de los grupúsculos que integran la burocracia pactaran el resultado de salvación a cambio de entregar los beneficios oligárquicos y las condiciones de una nueva simulación de "reforma profunda".
En respuesta al llamado del 5 de mayo que hiciera la Convención de Zacatecas, la desangrada y humilde presidenta del PRD (quien ya nos aclaró con alivio que Carlos Ahumada no será presidente del DIF en sustitución de Marta Sahagún), con su intolerancia habitual se descalificó como reformadora al declarar que "es marginal" la insurgencia nacional para el rescate del PRD.
Cuando la presidencia dice: "šla reforma soy yo!" muestra que carece de autoridad política para convocar a una reforma, dado que sistemáticamente minimiza, amenaza, insulta y trivializa la crítica interna, así como las implicaciones de la descomposición, igual que hizo el PRI en 1987 ante el surgimiento de la Corriente Democrática.
En efecto, la convención está al margen de la corrupción propiciada desde la dirección, y precisamente porque está al margen de las ilegalidades, de los fraudes internos y de la descomposición del partido tiene la autoridad de base suficiente para efectuar un rescate unitario, proceso que reinicia el próximo sábado 12 de julio en la segunda Asamblea Promotora de la Convención (Salón la Maraka, avenida Eugenia, entre Eje Central y Vértiz, colonia del Valle, a las 9 horas.)
Como propuesta de discusión, y aprobación en su caso, circula a partir de hoy un documento suscrito por Marco Rascón, Salvador Nava y Oscar Moreno, que propone:
- Que es ahora el momento de levantar ideológica, programática y organizativamente al PRD y que esa es la tarea central, no la definición del candidato a la Presidencia de 2006.
- Que ante las evidentes muestras de descomposición interna, todas las instancias de dirección nacionales, incluyendo Consejo y Comité Ejecutivo Nacional en pleno, deben asumir con responsabilidad su incapacidad e inhabilitación para convocar y conducir el proceso de reforma interna y actuar en consecuencia tras el 17 por ciento obtenido por el PRD, la pérdida de votantes y el retroceso cualitativo con candidatos que no atrajeron votos y sí contribuyeron al abstencionismo de una amplia base de votos perredistas.
- Que esa dirección sin legitimidad ni autoridad es parte central del problema, no solución y, por lo tanto, no habrá presidium de unidad simulada.
- Que los términos de la convocatoria para el octavo congreso general cierran toda posibilidad de reforma profunda unitaria y sí rompe al PRD, pues los delegados se autorreligieron y las reglas para los acuerdos garantizarían la prevalencia de la misma estructura de grupos y corrientes, base de la burocracia, como sucedió en Zacatecas y ahora en el hotel Meliá.
- Que no tienen autoridad política, ni el consejo ni el comité ejecutivo nacional, pues no cumplieron el mandato del séptimo congreso nacional y ello violenta la unidad del PRD al haber ocultado las resoluciones y el diagnóstico del informe final de la Co-misión para la Legalidad y la Transparencia que expuso la generalización de la defraudación de la última elección interna del 17 de marzo de 2003, a la cual se sumaron nuevas ilegalidades para la elección de candidatos, reflejadas hoy en esta debacle.
- Que el rescate requiere una auditoría al PRD, de 1996 a la fecha.
Por estas razones la convención en pleno del perredismo nacional es la única que puede establecer las condiciones para una participación amplia, sin manipulaciones, horizontal, que fije los criterios del octavo congreso nacional resolutivo para reformar estatutos, programa, declaración de principios y crear las condiciones para nombrar a una dirección legítima.
Terminó un ciclo. Desde el surgimiento del PRD en 1989 hasta el 6 de julio de 2003 se han vivido desde grandes aspiraciones, esfuerzos y persecuciones, hasta la descomposición dada la corrupción de los grupos políticos y económicos que se apoderaron del PRD.
Se acabó. El salinismo y la oligarquía no controlarán al PRD. La estructura de corrientes llegó a su fin y hoy se enfrentarán a su propia mediocridad, ineptitud y entreguismo. [email protected]
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