México D.F. Domingo 6 de julio de 2003
Los actuales mecanismos, medidas que protegen a médicos
Piden defender derecho de pacientes a recibir información de sus males
El consentimiento bajo información, mecanismo por el cual se garantiza por escrito la aceptación de un paciente a participar en una investigación o tratamiento médico, llegó a la medicina como medida preventiva ante eventuales demandas judiciales, y no tanto por la obligación moral de respetar el derecho de los enfermos a saber y decidir lo que más conviene a su salud de acuerdo con sus creencias o condiciones particulares, afirmó el doctor Fernando Cano Valle, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Bioética y director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
Indicó que es deseable evitar la práctica común de "arrancar" el consentimiento mediante formularios o machotes, "como hoy se hace en unidades que prestan servicios de salud, con los que se acepta que el paciente está informado y releva al prestador de cualquier responsabilidad que pueda sobrevenir después del tratamiento".
El especialista destacó que el cambio de la cultura jurídica en la relación médico-paciente ha obligado a dejar al margen un vínculo personalizado, a veces paternalista, para pasar a una nueva situación en la que "ya no se le llama paciente a la persona que recibe un servicio médico, sino que ahora se le denomina usuario, y a los médicos y enfermeras, prestadores de servicios de salud".
Durante su participación en las segundas Jornadas sobre globalización y derechos humanos: bioética y biotecnología, Cano Valle señaló que ante esta nueva relación, y en el marco del respeto a las leyes del Estado mexicano que garantizan el derecho a la protección de la salud "se ha hecho necesario respetar la autonomía, el derecho a la información, la privacidad, la confidencialidad, la no discriminación, la prevención y promoción de la salud en beneficio de las personas".
En este sentido, aclaró, en el acto organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que el consentimiento bajo información es un proceso que permite que después de haber recibido y comprendido la información, el paciente exprese voluntariamente su intención de participar o no en cualquier investigación o tratamiento médico. "Por ello, no debe concebirse sólo como un documento que establece la aceptación voluntaria para eliminar la posibilidad de que después de realizado un acto no exista responsabilidad. Además de que esto implicaría una visión reducida, se entiende por anticipado que puede haber ventaja deliberada partiendo de la confianza o buena fe de los pacientes".
Señaló que de acuerdo con los reportes de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, de las inconformidades atendidas en sus primeros cinco años de funcionamiento, 40 por ciento se refiere a una denuncia contra el médico asociada a la falta de comunicación y de información hacia el enfermo o su familia.
"Este proceso se ha minimizado muchas veces a un texto que estipula una garantía de la eficacia científico-técnica de la intervención; una exigencia de naturaleza legal y hasta un trámite administrativo. Esta visión reduccionista y hasta burocrática del proceso, puede acabar desvirtuando las normativas institucionales y legales, así como los valores éticos que ayudan a que las personas involucradas mantengan el control sobre sus propias acciones, resguarden la vida, salud y dignidad como valores fundamentales". LPS
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