Al contrario de otras entidades, su interés no se concentrará sólo en la capital

En sur, centro y norte de Sonora, PRI y PAN disputarán la mayoría de votos

CRISTOBAL GARCIA Y ROBERTO GARDUÑO CORRESPONSAL Y ENVIADO

Hermosillo, Son., 5 de julio. La particularidad de la elección de hoy en la entidad estriba en la disputa de los votos diseminados en las regiones sur, norte y centro.

Al contrario de otros estados, donde la mayoría de los votos se concentra en las capitales, en Sonora los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) deberán ganar la mayoría de los sufragios en las localidades que van de Cajeme a Nogales, pasando por Hermosillo.

Ciudad Obregón, Navojoa, Huatabampo, Guaymas, Empalme y Etchojoa representan en la actualidad el bastión político electoral del PRI. Esas ciudades forman parte de los valles del Yaqui y Mayo, que es donde se ha concentrado el mayor crecimiento económico del estado en los pasados 30 años. Además, en Cajeme gobierna Ricardo Bours, hermano del abanderado priísta. Pero sobre todo ahí se finca el poderío empresarial de la familia Bours Castelo.

Justo en esa región, en 1997, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) dio una sorpresa, al ganar las principales alcaldías del sur de la entidad, donde se concentra 43 por ciento de la población sonorense. En ese crecimiento, aún se comenta en Sonora, influyó el probable apoyo que le dio al partido del sol azteca en ese entonces el gobernador Manlio Fabio Beltrones. Sin embargo, tres años después el perredismo local fue incapaz de sostener esas posiciones y las perdió estrepitosamente, por lo que se tuvo que conformar sólo con Navojoa y Empalme. Por el contrario, el PRI repuntó y recuperó las principales plazas de la zona.

Al iniciar el actual proceso electoral, el PAN apuntó su estrategia a posicionarse de la región sur. Primero magnificó el matrimonio de su candidato Ramón Corral con July Guzmán de Corral, quien es reconocida por su arraigo en el sur de Sonora, y porque fue activa militante de Acción Nacional durante la campaña presidencial de Vicente Fox, hecho que la llevó a trabajar directamente con Marta Sahagún y la condujo a ocupar el puesto de encargada de las visitas guiadas a la residencia oficial de Los Pinos.

La imagen de July Guzmán efectivamente le dio a su marido un apoyo inusual en el sur sonorense, y es que en el terreno electoral la disputa por los votos en esa región reviste suma importancia. Se calcula que el número de electores que acudirán a las urnas hoy superará los 450 mil.

En el centro del estado, fundamentalmente en Hermosillo -que es donde se concentra la mayoría de la población- las dos principales fuerzas políticas se disputan un espectro de votantes superior a los 400 mil. La capital es gobernada por el PAN desde 1997, y ahora se la disputan dos mujeres; la candidata del PRI a la alcaldía de Hermosillo, Evangelina Fernández, y la abanderada del PAN, Dolores del Río. Por el lado del PRI su candidata es vista como una firme aspirante a terminar con la administración panista de los pasados seis años. Y del lado blanquiazul, su representante busca la continuidad.

Hermosillo, ciudad que tradicionalmente está inclinada hacia el conservadurismo, es una plaza donde difícilmente el PRI ha logrado penetrar con sus candidatos y promesas de campaña; sin embargo, ahora en los sectores políticos y sociales se prevé que el tricolor podría avanzar y darle la batalla al PAN. Por el lado de éste, el escenario no tiene más que una opción: aplastar a los priístas.

En la región norte del estado la conformación de partidos en los gobiernos locales está dividida entre el PRI y el PAN. Nogales y Agua Prieta están dominadas por el PRI; Magdalena de Kino, Cananea y San Luis Río Colorado están en manos de Acción Nacional. En la zona los partidos mayoritarios coinciden en la posibilidad de que más de 150 mil personas sufraguen.

A la fecha las fuerzas políticas en Sonora se dividen el poder de la siguiente forma: PRI, 46 municipios, PAN, 15; PRD, 11 (dos de ellos en alianza con el PAS y el PT). El Congreso local lo integran 16 legisladores del tricolor, 13 del blanquiazul y cuatro del sol azteca, dando un total de 33.

Por lo que hace a la movilización de las fuerzas de seguridad para vigilar el proceso, las autoridades estatales pondrán en "estado de alerta" a todos los cuerpos policiacos de los tres niveles de gobierno, entre ellos un conglomerado de 5 mil agentes municipales, judiciales estatales, de la Procuraduría General de la República y comandos de la Policía Federal Preventiva. Además, la participación del Ejército Mexicano será fundamental porque a su cargo estará el resguardo y traslado de la paquetería electoral.

Diputados calificarán la elección de gobernador

Sonora es de los pocos estados de la República donde su legislación electoral no se ha reformado, al grado de que el órgano calificador de los comicios para gobernador será el propio Congreso local. A pesar de que existe el Tribunal Estatal Electoral, esta instancia no tiene facultad para intervenir en caso de una controversia que pueda definir el rumbo de los comicios.

De tal forma y aun con la ausencia de credibilidad social, el Congreso local se encargará de dirimir los conflictos postelectorales y, en su caso, emitirá el fallo definitivo sobre quién habrá de gobernar Sonora los próximos seis años.

Sobre el particular, Jesús Enríquez Burgos, presidente en turno de la diputación permanente del Congreso del estado, dijo que esa instancia respetará el resultado en las urnas, y manifestó que los grupos parlamentarios están comprometidos a ofrecer un proceso de calificación transparente y claro, que merezca el reconocimiento de la población.

"La Constitución Política del estado obliga al Congreso a emitir una resolución al respecto antes del 13 de septiembre; no están considerando ni la Constitución ni la ley la posibilidad de que nosotros no resolvamos. De esa manera constriñe al Congreso a tomar una decisión. El único caso que prevé es que si el que haya sido declarado gobernador electo no se presenta a tomar posesión del cargo y hacer la protesta de ley, entonces el gobernador actual deja su función y automáticamente toma posesión el presidente del Supremo Tribunal de Justicia".