México D.F. Sábado 5 de julio de 2003
Mercenarios buscan destruir el orden en la isla, replica a la declaración de la Caricom
Castro: Cuba, dispuesta a fortalecer la cooperación con las naciones del Caribe
Ratifica su decisión de no solicitar el ingreso de su país al Acuerdo de Cotonú
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 4 de julio. El presidente Fidel Castro envió a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), que se reunió en Montego Bay, Jamaica, un mensaje conciliatorio que ratifica el interés cubano por unirse a los planes de cooperación regional y, al mismo tiempo, replica a recientes críticas políticas de sus vecinos.
"Ninguna circunstancia hará variar el interés y la voluntad de Cuba de profundizar los lazos de amistad y cooperación con las hermanas naciones del Caribe", señaló Castro en la carta, fechada el miércoles 2 y leída el jueves 3 en el balneario jamaicano por el representante del mandatario en la reunión, el ministro de Gobierno Ricardo Cabrisas. "Podrán seguir contando, como siempre, con la colaboración desinteresada y sin condiciones y el apoyo activo y concreto de Cuba".
Castro, quien declinó la invitación a asistir, no precisó las causas de su ausencia, a la que sólo aludió con giros como "no he podido encontrarme en esta ocasión con mis hermanos" o "hubiese aprovechado este encuentro". Sin embargo, señaló que lamenta "profundamente" su inasistencia.
En respuesta a una declaración ministerial de la Caricom, tras los arrestos masivos de opositores y el fusilamiento sumario de tres secuestradores, Castro repitió en sustancia los argumentos que ha mantenido para estos casos desde marzo pasado.
"Se intenta destruir el orden constitucional cubano tratando de fabricar una ficticia oposición con un puñado de mercenarios", escribió el mandatario en una parte de su réplica, en la que también ratificó su percepción de que Estados Unidos y su política hacia la isla "propiciaron una ola de secuestros de naves aéreas y embarcaciones cubanas poniendo en grave peligro la vida de personas inocentes, con el objetivo de provocar una crisis migratoria que creara las condiciones para una agresión a Cuba".
La posición de la Caricom
El líder cubano contestó así a la declaración de los cancilleres de la Caricom, reunidos el pasado 9 de mayo en Kingstown, en el archipiélago de San Vicente y las Granadinas.
El grupo (14 ex colonias británicas más Haití) apeló entonces a su "larga tradición de respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales, de adhesión al imperio de la ley y la práctica efectiva de la democracia representativa", para manifestar su "preocupación" por las detenciones de marzo-abril.
En relación con los fusilamientos, la declaración de la Caricom planteó que "sin desconocer el derecho de los gobiernos a responder las amenazas contra el Estado o al acto criminal de un secuestro, los ministros, no obstante, se mostraron profundamente conmovidos por la severidad de las sentencias".
Los cancilleres pidieron a Cuba "mayor transparencia en su sistema penal" y que "muestre clemencia hacia las personas recientemente encarceladas".
Siempre en tono amable, Castro evitó entrar en detalles, pero ratificó su política: "El pueblo cubano no cejará en su lucha por el futuro mejor (...), nos mantendremos firmes en nuestros principios (...), seguiremos adelante. Cuba cuenta con un pueblo unido, dispuesto a luchar y a vencer".
De la misma forma, ratificando sus posiciones, el mandatario abordó su decisión de renunciar por segunda ocasión a solicitar el ingreso de Cuba al Acuerdo de Cotonú, mecanismo de cooperación de países del tercer mundo con las antiguas metrópolis de la Unión Europea (UE).
La UE, "en su afán por recomponer sus relaciones con Estados Unidos, dañadas a consecuencia de la guerra contra Irak, se ha sumado a esta política agresiva contra Cuba", explicó Castro.
El tema también era sensible en las relaciones bilaterales, porque la Caricom abogó reiteradamente para el ingreso de Cuba a Cotonú.
La celebración estadunidense
El caso de los opositores presos y su secuela fue también referencia en un coctel ofrecido la noche del jueves por el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, James Cason, por el aniversario de la independencia de su país.
En un breve discurso, Cason aludió a quienes están presos "por decir abiertamente lo que cree la mayoría de sus compatriotas pero tienen temor de expresar", y brindó por "todos los que han alumbrado las noches más oscuras para que algún día sus compatriotas puedan vivir en la luz de la libertad".
Entre la concurrencia estaban activistas opositores, familiares de los presos y dignatarios de la Iglesia católica local, pero ningún funcionario cubano.
A diferencia de otras ocasiones similares, esta vez no fueron invitados decenas de intelectuales que solían asistir a cocteles de la misión estadunidense en La Habana, pero que en semanas recientes han elevado el tono de la crítica contra el gobierno estadunidense.
En un ambiente cargado de guerra fría, la reducción de invitados y la ausencia deliberada de cubanos que sí fueron convidados, la celebración reunió a aproximadamente 300 personas, cifra inferior a la concurrencia habitual a este tipo de festejos.
|