México D.F. Sábado 5 de julio de 2003
Afirma Bush que su país "continúa en guerra"
Preocupa a la UE que "terroristas" sean condenados a muerte en EU
DPA, REUTERS Y AFP
Bruselas, 4 de julio. La Comisión Europea expresó hoy su preocupación por la posibilidad de que los tribunales de Estados Unidos condenen a muerte a acusados de terrorismo y los instó a que eviten la pena máxima, mientras el presidente George W. Bush afirmó que su país "continúa en guerra y sigue dispuesto a combatir la tiranía y el terrorismo en todo el mundo".
Tras el anuncio de Washington de que seis presuntos terroristas puedan comparecer ante los tribunales, la Comisión Europea afirmó que la "preocupación más importante es la posible aplicación de la pena de muerte", a la que se opone la Unión Europea, en todos los casos.
"En la lucha contra el terrorismo sería contraproducente la pena capital, porque generaría más apoyo al terrorismo", declaró Chris Patten, comisario europeo de Relaciones Exteriores.
Añadió que la posición de la Unión Europea sigue siendo que no se deben violar los derechos humanos para llevar a cabo una lucha eficaz contra el terrorismo, y esto sirve también para Guantánamo, la base militar estadunidense en Cuba, "donde los prisioneros deben ser tratados en conformidad con la Convención contra la Tortura y los tratos crueles e inhumanos y el derecho internacional", insistió.
El Pentágono anunció ayer que Bush decidió que seis detenidos en la campaña que califica de guerra contra el terrorismo podrían ser sometidos a tribunales militares estadunidenses.
Los detenidos forman parte de un grupo de 600 acusados de ser "combatientes enemigos" y se encuentran en la base militar de Guantánamo.
Dos británicos detenidos en Guantánamo, Moazzam Begg y Feroz Abbasi, figuran entre los seis acusados de terrorismo, indicó en Londres el Ministerio de Relaciones Exteriores británico.
Funcionarios de defensa estadunidenses dijeron que los dos sospechosos habían asistido a campos de entrenamiento terrorista y pudieron haber estado envueltos en el financiamiento de la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden.
El hecho de que sean juzgados por un tribunal militar, que podría condenarles a la pena de muerte, en vigor en Estados Unidos, provocó fuertes críticas de los familiares de los sospechosos y de las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Azmat Begg, padre de Moazzam Begg, afirmó que "el juicio será militar, también el juez, pero mi hijo es civil. Esto no está bien pues no estuvo involucrado con Al Qaeda".
Amnistía Internacional criticó la decisión de Bush de juzgar a los seis presuntos terroristas y consideró la medida como un paso atrás para los derechos humanos tras rechazar la decisión.
Con los planeados juicios, acusados extranjeros recibirán "un proceso de segunda clase, en violación del derecho internacional", sostuvo la entidad humanitaria con sede en Londres.
Asimismo, los tribunales no son independientes del Poder Ejecutivo, ya que Bush o el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, pueden nominar a sus integrantes y ejercer influencia en los fallos, agregó.
Pero Bush insistió en que su gobierno está decidido a combatir a cualquier "grupo terrorista o régimen al margen de la ley" que amenace a Estados Unidos con asesinatos y armas de exterminio.
"Actuaremos cada vez que sea necesario para proteger las vidas y las libertades del pueblo estadunidense", apuntó.
En un mensaje al celebrar el día de la independencia en la base aérea de Wright-Patterson, en Dayton, Ohio, el mandatario señaló: "Estados Unidos no se quedará quieto esperando otro ataque ni confiará en que se contengan y en las buenas intenciones de hombres perversos".
Aseguró que "sin el compromiso de Estados Unidos, en el mundo (...) millones de personas vivirán a merced de los terroristas". En cambio, "con un compromiso activo, los tiranos aprenden a temer y los terroristas están en desbandada".
Por último, el ministro saudiárabe del Interior, Nayef Ben Abdel Aziz, afirmó en Riad que los hijos de Bin Laden, implicados en actos de terrorismo, serán desposeídos de su nacionalidad saudita, en una entrevista publicada este viernes por el diario Asharq al Awsat.
Afirmó que las amenazas de actos terroristas persistían en Arabia Saudita después de los tres atentados que causaron 35 muertos el 12 de mayo en Riad.
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