México D.F. Lunes 30 de junio de 2003
APRENDER A MORIR
Hernán González G.
El testamento de Sampedro/I
LUEGO DE CASI 30 años tetrapléjico -parálisis total del cuello hacia abajo- y 25 de solicitar a las autoridades españolas el derecho a morir, el 12 de enero de 1998 Ramón Sampedro grabó en video su suicidio gracias a la ayuda de varios amigos que compartieron la responsabilidad, y sin que a la postre las leyes pudieran condenarlos.
"SEÑORES JUECES, AUTORIDADES políticas y religiosas -comenzaba Ramón su ya histórico testamento-, después de las imágenes que acaban de ver, a una persona cuidando de un cuerpo atrofiado y deformado -el mío-, yo les pregunto: Ƒqué significa para ustedes la dignidad? Sea cual fuere la respuesta de vuestras conciencias, para mí la dignidad no es esto. šEsto no es vivir dignamente!
"YO, IGUAL QUE algunos jueces y la mayoría de las personas que aman la vida y la libertad, pienso que vivir es un derecho, no una obligación. Sin embargo, he sido obligado a soportar esta penosa situación durante 29 años, cuatro meses y algunos días. šMe niego a continuar haciéndolo por más tiempo!
"AQUELLOS DE VOSOTROS QUE os preguntéis: ƑPor qué morirme ahora -y de este modo-, si es igual de ilegal que hace 29 años? Entre otras razones, porque hace 29 años la libertad que hoy demando no cabía en la ley. Hoy sí. Y es por tanto vuestra desidia la que me obliga a hacer lo que estoy haciendo.
"I. VAN A cumplirse cinco años que en mi demanda judicial les hice la siguiente pregunta: Ƒdebe ser castigada la persona que ayude en mi eutanasia? Según la Constitución española -y sin ser un experto en temas jurídicos-, categóricamente no. Pero el tribunal competente -es decir, el constitucional- se niega a responder. Los políticos -legisladores- responden indirectamente haciendo una chapuza jurídica en la reforma del Código Penal. Y los religiosos dan gracias a Dios porque así sea. Esto no es autoridad ética o moral. Esto es chulería política, paternalismo intolerante y fanatismo religioso.
"II. YO ACUDI a la justicia con el fin de que mis actos no tuviesen consecuencias penales para nadie. Llevo esperando cinco años. Y como tanta desidia me parece una burla, he decidido poner fin a todo esto de la forma que considero más digna, humana y racional.
"COMO PUEDEN VER, a mi lado tengo un vaso de agua conteniendo una dosis de cianuro de potasio. Cuando lo beba habré renunciado -voluntariamente- a la propiedad más legítima y privada que poseo, es decir, mi cuerpo. También me habré liberado de una humillante esclavitud, la tetraplejia.
"A ESTE ACTO de libertad -con ayuda- le llaman ustedes cooperación en un suicidio -o suicidio asistido-. Sin embargo, yo lo considero ayuda necesaria -y humana- para ser dueño y soberano de lo único que el ser humano puede llamar realmente 'Mío', es decir, el cuerpo y lo que con él es -o está- la vida y su conciencia."
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