México D.F. Lunes 30 de junio de 2003
Ruanda trata de controlar la producción de coltan
Un mineral aumenta las luchas internas en la República del Congo
DPA
Nairobi y Kinshasa, 29 de junio. Hace tiempo que, además del oro y los diamantes, hay otro factor que alimenta la guerra en la República Democrática del Congo (RDC): un mineral llamado coltan, contracción de columbita-tantalita.
La codicia por el costoso mineral es, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una de las causas de los conflictos en el noreste del país, sumido en una guerra civil.
Muchas de las armas con que se perpetraron las matanzas en el distrito de Ituri fueron financiadas con las ganancias del coltan. Desde hace algún tiempo, el gobierno de Kinshasa, así como las milicias y sus seguidores en Uganda y Ruanda, huelen una fuente adicional de dinero: el petróleo.
"Partimos de la base de que alrededor del lago Alberto hay considerables reservas de petróleo", explicó el ministro de Información, Kikaya Bin Karubi, en la capital de la RDC.
Pero aún no puede alegrarse realmente por ello. En tanto no se encuentre establecido el planeado gobierno de transición con inclusión de todas las partes en conflicto, el este del país será controlado por los rebeldes y los grupos que los apoyan de Uganda y Ruanda. Kinshasa no tiene intervención en el territorio, que queda a miles de kilómetros de la capital.
En la conflictiva región de Ituri, fronteriza con Uganda, el consorcio petrolero canadiense Heritage Oil realizó el año pasado perforaciones de prueba, aparentemente sin éxito. El gobierno en Kinshasa no quiere desalentarse, y ya negocia un contrato de concesión con la firma estadunidense. Pero el ministro Karubi lo desmiente.
Alrededor del río Semliki, entre Bunia y Beni, se cree que existe el oro negro. Para realizar las perforaciones de prueba, Heritage Oil tiene previsto invertir allí 15 millones de dólares en los próximos cinco años, según información publicada por el diario alemán Tageszeitung, de Berlín.
"Puros sueños", opina al respecto François Grignon, observador en la RDC del grupo Internacional de Crisis en la capital de Kenia, Nairobi. "Expertos en petróleo están escépticos sobre los yacimientos en esa región", señaló Grignon, aunque no descarta que tan sólo el sueño del crudo tenga efecto para alentar la guerra. "Pero la verdad es que el petróleo es tan difícil de obtener , que hay fuentes de ingresos más interesantes."
Por ejemplo el coltan. Este mineral -un superconductor de energía capaz de soportar cambios de temperatura, del que se extraen el tántalo y el niobio- es utilizado en forma de polvo en la fabricación de teléfonos celulares, computadoras, tecnología médica y armas, así como en la astronáutica. Es fácil de extraer: a diferencia del petróleo, se puede recoger con las manos y con palas, y se puede transportar en los bolsillos de los pantalones.
Intermediarios en Bukavu o Goma pagan entre 10 y 30 dólares por kilogramo de coltan, cifra que en el mercado mundial puede llegar a aumentar diez veces. Alrededor de 200 toneladas fueron exportadas en 2001 del oriente de la RDC.
La empresa líder del mercado en la elaboración del coltan es la alemana HC Starck, subsidiaria de Bayer, con sede en Goslar, y figura en el informe de la ONU sobre la explotación ilegal de materias primas de la RDC. Sin embargo, HC Starck niega trabajar con coltan obtenido ilegalmente.
El principal beneficiario del comercio del coltan es Ruanda, que estacionó en el este de la RDC a sus representantes, los rebeldes de la Unidad Congoleña para la Democracia (RCD-Goma): Ruanda conquistó allí un acceso a 70 por ciento de las reservas del codiciado mineral.
Aunque no tiene reservas propias de coltan, durante 2001 ganó alrededor de un cuarto de millón de dólares con esta sustancia. Con un embargo comercial para el coltan de la RDC podría desalentarse esta explotación, argumentan miembros de una comisión de las Naciones Unidas.
Pero Grignon tiene otra opinión: "Primero, un embargo en esa región de difícil orientación no es controlable. Segundo, la subsistencia de decenas de miles de congoleños depende de la explotación del coltan". Para el experto tiene más sentido la creación de una base para un comercio controlable. "Y esa base sólo puede ser establecida por un gobierno de transición en Kinshasa", sostuvo.
|