.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Lunes 30 de junio de 2003

El abstencionismo, uno de los principales contendientes en los comicios del 6 de julio

Con rifas y actos musicales, candidatos del PRI intentan "arrasar" en Chiapas

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ocosingo, Chis., 29 de junio. La odalisca está casi desnuda, de la cintura para arriba al menos, y menea el ombligo al ritmo de unos tamborazos arabizantes que retumban en las bocinas de la plaza. Congregados entre el quiosco y la presidencia municipal, centenares de hombres y mujeres indígenas miran atónitos, apabullados ante las leyes de la física, cómo los pechos de la danzante, de blanca piel y labios rojos, permanecen cubiertos en todo momento por un par de copas del tamaño justo que no parecen sostenidas en nada.

Atrás de los sombreros y las sombrillas de la concurrencia, Adriana la belly dancer comparte el escenario con los candidatos y la directiva distrital del Partido Revolucionario Institucional en cierre de campaña, quienes la miran complacidos. El distrito electoral 03 comprende, entre otros, los municipios constitucionales de Ocosingo, Altamirano y Oxchuc, donde la población indígena, mayoritariamente tzeltal, suma más de 80 por ciento. Igual proporción hay en este acto del candidato Juan Gordillo, donde los caxlanes son contados y la mayoría se encuentra sobre el estrado, a espaldas de la aplicada señorita Adriana y sus caderas supersónicas.

Discursos, rifas, números musicales, todo animado por los maestros de ceremonias, que inyectan alegría y entusiasmo a un público indígena (y como tal, sobrio y silencioso) que no reacciona a la "inyección". De todos modos se están diviertiendo, sobre todo los hombres. Los postes y árboles están inundados de banderines de plástico tricolor. Una lona monumental, casi tan ancha como la presidencia municipal, retrata a los 12 candidatos priístas chiapanecos que el próximo domingo esperan levantar del tedio los votos que les permitan llegar al Congreso federal.

Rafael Guillén, candidato del PRD, sonríe con fondo amarillo en muchísimos postes de la plaza y la ciudad. El y su suplente, el líder ariquero Santiago Lorenzo, son de los pocos perredistas con alguna posibilidad de ganarle al PRI en el estado (así como en la capital es donde, si acaso, el PAN podría triunfar).

El candidato panista de este distrito, Pedro Jiménez, perdido en tierra de indios, es difícil que encuentre migajas de voto. Cómo no pensar que si el candidato fuera Luis H. Alvarez, quien se la pasa repartiendo encargos del gobierno foxista, al menos algunas comunidades sabrían de su existencia. Sobre todo últimamente que, al igual que los candidatos, anduvo muy movido en Chiapas en su papel de coordinador para el diálogo y la negociación. (Por cierto, Ƒha notado el lector que del nombre formal de su cargo ha desaparecido la palabra paz?)

A pesar de que el panorama político se ha transformado profundamente en los territorios indígenas de Chiapas desde la década pasada, una extraña trampa de la democracia arroja resultados que parecieran indicar que las cosas siguen igual. En 1991 "votaron" cerca de 100 por ciento de los electores indios de Zinacantán y Mitontic, así como el 80 por ciento en Chamula. En 1997, en ningún lugar llegó a 50 por ciento.

Uno de los muchos mitos que desvaneció la rebelión zapatista en 1994 fue que los Altos, Altamirano y Ocosingo eran priístas. Esas votaciones de 95 por ciento hoy son parte de la picaresca electoral. Recuérdese que el "voto verde", plagado de "zapatos", todavía le ayudó a "ganar" las presidenciales de 1988 a Carlos Salinas de Gortari.

Según Homero Waldo Rubín Bamaca, investigador del Instituto Federal Electoral, "a partir de 1994 las tasas de participación no han dejado de disminuir a nivel estatal". (Democracia en tierras indígenas. Las elecciones en los Altos de Chiapas, 1991-1998. Juan Pedro Viqueira y Willibald Sonnleitner, coordinadores. Ciesas-Colegio de México-IFE, 2000).

El análisis de Rubín Bamaca sobre el abstencionismo ("la otra cara de las elecciones") revela en las gráficas de 1994 la drástica caída de la participación electoral respecto a 1991. Sin embargo, el autor concluye, quizás con razón, que en 1994 "probablemente" la gente acudió en verdad a las urnas. El fuerte aumento (que oficialmente era disminución) de la participación en los Altos "se explica por la coyuntura electoral excepcional de 1994, que suscitó la mayor movilización ciudadana en la historia reciente de Chiapas" (op.cit., página 211).

Para lo que sirvió, podría decirse. Tras aquellas elecciones se intentó imponer al candidato priísta a gobernador, y el abanderado de la sociedad civil, Amado Avendaño, reclamó el triunfo electoral y se convirtió en gobernador en rebeldía. El mandatario estatal impuesto por el gobierno zedillista, Eduardo Robledo Rincón, no pudo gobernar. Comenzó entonces el calvario con los interinos Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén, puestos por el presidente. Y la gente, menos fue a votar.

El trabajo de Rubín revela que en los municipios indígenas "de Chenalhó, Larráinzar, Pantelhó, Tenejapa y Chachihuitán se registran los récords de abstencionismo en 1995 y 1997". (No existe un estudio comparable para la selva Lacandona, la zona norte y la frontera, pero los datos conocidos revelan un panorama similar).

En 2000, en elecciones menos desairadas, pero ya irremisiblemente por debajo de la mitad de votantes, el candidato opositor Pablo Salazar Mendiguchía, encabezando una hidra PAN-PRD, echó al PRI del gobierno. No era el primer ex priísta en hacerlo. Algunas cosas cambiaron. Más bien, Chiapas había cambiado profundamente, no podía sostenerse la negación zedillista, fundamentada en una militarización, esa sí histórica, inamovible hasta hoy.

Al llegar a las elecciones de 2003, el gobernador "parece" del PRI, del PAN y del PRD al mismo tiempo, y presuntamente "tiene candidatos" en los tres partidos. ƑSeñal de un control absoluto? ƑO síntoma de que las diferencias ya no importan? Esto no parece ayudar a que se revierta la tendencia que señalaba hace tres años el citado investigador: "el aumento casi constante del abstensionismo revela el creciente desinterés electoral de una parte considerable de la ciudadanía chiapaneca".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email