México D.F. Domingo 29 de junio de 2003
El riesgo de morir durante embarazo, parto o
puerperio es tres veces más alto para indígenas
Datos de la Ssa contradicen informe del PNUD sobre
desarrollo humano
ALMA E. MUÑOZ
Las poblaciones rurales con mayor grado de marginación
tienen muchos rezagos en materia de salud que motivan, por ejemplo, que
el riesgo de una mujer indígena de morir durante embarazo, parto
o puerperio sea casi tres veces más alto que el de una no indígena.
Lo anterior se contrapone con los resultados difundidos
por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) respecto a
que sólo existe una diferencia de 4.8 años de esperanza de
vida entre pobladores del Distrito Federal y los de Chiapas, los polos
opuestos en cuanto a desarrollo regional.
Con
base en datos de 2000, la Secretaría de Salud (Ssa) determinó
que en el país hay 531 municipios con 40 por ciento o más
de población indígena, en donde el uso de métodos
anticonceptivos es menor a 10 por ciento.
En su programa de acción para salud reproductiva,
la Ssa reconoce que 87 por ciento de los 12.7 millones de indígenas
actualmente contabilizados se concentran principalmente en los estados
de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Puebla, Yucatán, Hidalgo, México,
Guerrero, San Luis Potosí, Michoacán y Sonora, y para ellos
la meta en la materia "no se ha cumplido a cabalidad", porque el atraso
social de estos grupos es "el mayor obstáculo para incorporarlos
de una manera rápida al desarrollo con absoluto respeto a sus usos
y tradiciones".
La dependencia acepta que garantizar el ejercicio de los
derechos sexuales y reproductivos de este sector de la población
implica proporcionarle información veraz y comprensible en sus propias
lenguas, y lograr un vínculo de colaboración con los practicantes
de la medicina tradicional y con las autoridades civiles.
Para analizar el índice de desarrollo humano (idh)
el PNUD incluye el componente de longevidad, que se mide con la esperanza
de vida al nacer. Considera este rubro como el de menos desigualdad en
cuanto a desarrollo por entidad federativa.
La estadística al respecto enfatiza que en el Distrito
Federal la esperanza de vida es de 77.2 años, mientras en los 11
estados anteriormente citados es de entre 72.4 y 76.3. Ubica a Chiapas,
Oaxaca, Guerrero y Veracruz, preponderantemente indígenas, al final
de la lista, con una calificación de entre 0.747 y 0.730, que les
define con un idh me-dio alto.
Hace unos días, la Coordinación Nacional
de Oportunidades aceptó que 40 por ciento de los hogares que se
ubican en localidades menores de 15 mil habitantes presentan "elevadas
tasas de mortalidad" a consecuencia de enfermedades infecciosas y desnutrición,
que propician en los niños una pérdida de entre 12 y 15 por
ciento de desarrollo intelectual.
Y evidenció, además, "la imposibilidad"
de dichos habitantes para "acceder a servicios de salud en un medio en
el que prevalecen condiciones de insalubridad y desnutrición que
propician la muerte de 32 menores de un año por cada mil nacidos
vivos en entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, contra menos de 20
en Baja California, Distrito Federal y Nuevo León".
En el informe que conjuntamente elaboraron PNUD, INI y
Conapo la fecundidad por primera vez se consideró como determinante
para entender la situación de los indígenas y cómo
en este sector poblacional se ven diferencias sustantivas respecto a la
media nacional.
De acuerdo con el documento, mientras cuatro de cada diez
indígenas de entre 15 y 29 años de edad están casados
o unidos, los demás permanecen solteros, y a escala nacional 53
de cada cien mujeres de este sector se unen, mientras hacen lo propio 3.6
de cada diez no hablantes de la lengua indígena.
En el Distrito Federal, según el cuadro comparativo,
por 58 mil 429 mujeres de entre 15 y 49 años de edad, hay 157 mil
939 hijos nacidos vivos, mientras en Chiapas por 155 mil 915 mujeres, 680
mil 589 descendientes sobreviven, y en Guerrero, por 73 mil 431 hablantes
de lengua indígena, en ese rango de edad -según cifras de
2000- 331 mil 275 descendientes siguen vivos.
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