México D.F. Domingo 29 de junio de 2003
RUMBO AL 6 DE JULIO
''Ya no hay mucho que hacer'', evalúan Santiago Creel, Rafael Macedo y Rodolfo Elizondo
Causan ''tremendo malestar'' a Fox las revelaciones de Núñez Camacho
Sorprende al mandatario la ''pifia'' de la titular de la UELD, quien confirmó el viernes la existencia de recursos del extranjero en la campaña de 2000 Prevén consecuencias en los próximos comicios
JUAN MANUEL VENEGAS
''Profundo, tremendo malestar'' provocó en el presidente Vicente Fox Quesada la ''pifia'' de la titular de la Unidad Especializada contra el Lavado de Dinero (UELD), María de la Luz Núñez Camacho, al revelar que, desde el extranjero, llegaron aportaciones a la asociación Amigos de Fox durante la campaña de 2000.
El mandatario se enteró de las declaraciones de la funcionaria mientras comía con empresarios turísticos y hoteleros en Loreto, Baja California Sur. En cuanto pudo, al final de la gira, se comunicó con el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha; el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, y el vocero de Los Pinos, Rodolfo Elizondo. Quería saber, de primera mano, de lo dicho por Núñez y sus implicaciones.
La conclusión a la que se llegó fue que ''ya no había mucho que hacer''. En una semana serán las elecciones federales y ''probablemente habrá consecuencias''. Habría que esperar sin embargo al lunes, día en que -según se prevé en Los Pinos- arreciará ''el golpeteo'' de la oposición. El más irritado, aseguran, es el secretario de Gobernación, Santiago Creel, quien había calculado que luego de la polémica por los espots los días previos a la elección transcurrirían con "cierta tersura".
Silencio en el PAN
En Acción Nacional, en tanto, se optó por el ''prudente silencio''. La dirigencia insiste en deslindarse de las operaciones que llevaron a cabo los hombres fuertes del financiamiento foxista: Lino Korrodi, Carlos Rojas Magnon y el desaparecido Juan Hernández, quien desde que fue separado de la Oficina para la Atención de Mexicanos en el Extranjero, y nombrado coordinador de la Crónica Presidencial, se ausentó de Los Pinos, donde desde hace meses no se le ve.
Este último aparece en la nómina de la Presidencia de la República con su verdadero nombre: John Robert Hernández, con una percepción bruta de 207 mil 991 pesos mensuales. De acuerdo con lo que se cree en Acción Nacional, Hernández podría ''aclarar'' esta información que la PGR confirmó respecto de las ''operaciones'' que en el extranjero llevó a cabo Amigos de Fox, pues durante la campaña se encargó, entre otras cosas, de acercar al actual mandatario con diversos grupos de Texas y el sur de California.
El escándalo que provocó la revelación de Núñez y sus implicaciones en los comicios será abordado en la reunión que mañana tendrán en Los Pinos el Presidente, sus colaboradores y la cúpula del PAN.
Estos tres personajes (Korrodi, Rojas y Hernández), por cierto, fueron ''vetados'' por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN cuando se integró el comité foxista-panista, previo al inicio oficial de la campaña presidencial de Fox Quesada. En la presentación que se hizo entonces del equipo que a la postre llevaría al guanajuatense a la Presidencia de la República, por cada nombramiento del CEN había su contraparte foxista. Y ninguno de los tres apareció.
En la cartera de las finanzas de la campaña, como representante del foxismo se incluyó al actual candidato a gobernador de Sonora, Ramón Corral. Por la directiva blanquiazul la encargada fue Gabriela Ruiz. En el PAN se desconfiaba de Korrodi, Rojas y Hernández y, según se cuenta ahora, los principales opositores a que se integraran ''oficialmente'' a la campaña fueron Diego Fernández de Cevallos y el entonces representante del PAN ante el IFE, Germán Martínez Cázares.
''Habría que saber lo que hacen y cómo lo hacen... y no lo sabemos'', argumentaron entonces los panistas que se resistían a trabajar con los foxistas.
Pero conforme pasaron los meses, los operadores financieros de Amigos de Fox mantuvieron sus actividades, paralelas al comité de campaña, y sin embargo complementarias. El 29 de mayo de 2000, el propio Korrodi informó en entrevista: ''Seguimos trabajando, recaudando fondos'', porque con las prerrogativas del PAN y del Partido Verde (que conformaron la Alianza por el Cambio), ''nomás no alcanza para nada, ni siquiera para llegar al tope de campaña que fijó el Instituto Federal Electoral''.
Los topes indicaban que lo máximo que un candidato presidencial podría gastar no debía rebasar los 492 millones de pesos. Según Korrodi, entre los recursos que aportaban blanquiazules y verdes ''apenas se juntaban'' 232 millones. La asociación Amigos de Fox ''tiene la obligación'' de reunir los otros 260 millones ''para siquiera llegar al tope'' que marcaba la ley.
Tenía a la mano todas las cuentas de la campaña: del 16 de enero al 15 de mayo de 2000 se invirtió ''poco más'' de 200 millones de pesos en publicidad televisiva; 7 millones en encuestas; 5 millones a la coordinación de información, sólo para giras; 3 millones a la nómina mensual de Amigos de Fox... ''y para cerrar fuerte necesitamos por lo menos otros 100 millones para publicidad''. Concluía: ''Ni con todas las aportaciones de los partidos de la Alianza por el Cambio podríamos alcanzar lo que necesitamos para publicidad''.
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