México D.F. Lunes 23 de junio de 2003
José Cueli
La de beneficencia...
La corrida de beneficencia en Madrid, considerada la más importante del panorama taurino, se celebró este jueves con la asistencia del rey Juan Carlos, resultando decepcionante, a ritmo con la feria de San Isidro, que terminó la semana pasada.
Toros de Samuel Flores de impresionante presentación -barbas, bigotes, testis y pitones- y sangre de atole que corría débil por falta de casta. Casta atontada por el exceso de carne. Mirada apagada, caminar cansino, sin malas ideas, pero sin ninguna emoción: representación del difícil momento que pasa la fiesta brava.
Base del cartel: Enrique Ponce, que sabe latín y griego y -por supuesto- se vio frío y fácil con toros mensos y mansos, impropios para conectar con el difícil público madrileño. Pasa por Madrid este año el torero valenciano sin dejar huella en la monumental de Las Ventas.
Fue Uceda Leal el ejecutante de una serie de redondos que tuvieron ritmo, temple y mando que medio despertaron a los madrileños de su plácida siesta, al son de la elevada temperatura ambiente que se correspondía con la del coso. Claro que hay que mencionar que le correspondió al único toro que medio embestía, a pesar de su aparatoso trapío de dulzona nobleza.
La corrida fue transmitida por la televisión española, en canal abierto. Transmisiones que habían dejado el aire a la tv de paga en las ferias de Sevilla y Madrid. Ante la falta de corridas en México, los aficionados estamos de plácemes, pues sólo se conserva en la televisión mexicana el programa de canal 11, de Julio Téllez y Luis Ramón Carazo, de apenas media hora.
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