México D.F. Lunes 23 de junio de 2003
La casa ideal
Con base en los estándares teóricos internacionales que rigen el funcionamiento de los centros sociales y culturales, en la ciudad de México deberían existir, por lo menos, 200 casas de la cultura, distribuidas de manera equitativa entre las 16 delegaciones que conforman el Distrito Federal.
Según el diputado local Jaime Guerrero, todas deberían tener un libro club o una biblioteca y, además de su presupuesto anual básico, recursos que les permitieran dar mantenimiento digno a los recintos, así como un esquema financiero que las facultara para recibir entre 50 y 75 por ciento de los fondos que recaudan.
Además, cada casa de la cultura debería diseñar programas para poblaciones específicas, dirigidos a tres sectores básicos: jóvenes, adultos de la tercera edad y mujeres (en particular madres de familia y trabajadoras).
En tanto, Manuel Arias propone instaurar normas que permitan a las casas de cultura personalidad y administración propias, para que se involucre de manera organizada a autoridades, vecinos, artistas y promotores culturales.
También resalta la importancia de un presupuesto, cuyo monto se defina con base en programas y demandas específicas, derivadas de diagnósticos y evaluaciones de carácter cultural y comunitario, así como la dignificación y profesionalización de los directivos y sus principales cuadros técnico-administrativos.
Una casa de la cultura puede ser mucho más que un sitio donde se va a consultar un libro o a matar la tarde tomando clases de guitarra. Puede convertirse en espacio de desarrollo.
Por ello, "habría que pensar en cómo convertirlas en botín político, para que fueran tan apetecibles que se las disputaran y se hiciera con ellas una buena política en materia cultural", concluye Jaime Guerrero. MONICA MATEOS-VEGA
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