México D.F. Jueves 19 de junio de 2003
TELENOVELAS
Angeles Huerta del Río
Mirada de mujer y Amor real apuestan al éxito de fórmulas probadas
EN LA HISTORIA de la televisión mexicana, Mirada de Mujer, en su primera versión (1996), fue uno de los fenómenos televisivos más progresistas de su género. Abrió para la audiencia mexicana la posibilidad de ver una telenovela diferente, novedosa y realista: espejo y reflejo bien estructurado de muchas de las preocupaciones femeninas presentes en buena parte de la conciencia nacional.
MIRADA DE MUJER realizó, y con ello propuso, una reflexión pública, pero sobre todo inteligente y novedosa en torno a temas como la infidelidad, la violación, el divorcio o la homosexualidad. De hecho, lo que la producción de Argos inaugura en México hace seis años es el género de la telenovela realista, en la que los contenidos se presentan como un medio para enfrentar y acercarse a cierta realidad con la que las audiencias pueden sentirse muy identificadas.
ESTA TELENOVELA PRESENTO, en aquel momento, una historia asentada en valores moralmente coherentes, con personajes, tramas y situaciones nuevas en su tratamiento y totalmente creíbles. No se puede olvidar que antes de la propuesta de Carlos Payán y Epigmenio Ibarra, lo que casi siempre se había visto en este género televisivo en México eran enormes y a veces fastuosas producciones empeñadas en contar, desde diferentes escenarios y elencos, la misma historia de la Cenicienta modernizada.
AL EXITO SIN precedente de Mirada de mujer no pudieron resistirse los ejecutivos de Televisión Azteca, encabezados por su vicepresidenta Elisa Salinas, ahora productora general de la novela. Apoyados en una inversión de más de 5 millones de dólares, la pretensión de la televisora del Ajusco pasa por el difícil intento de revivir el inusitado triunfo de la telenovela anterior.
POR PRINCIPIO ES necesario dejar claro que ... el regreso es la continuación de la historia, de las historias de Mirada... No es aquella novela. Para entender: del equipo anterior de Argos sobrevive el elenco, pues, según dice la misma Elisa Salinas, "Argos y su estilo ya pasaron. Y aunque haya sido funcional, tenemos que movernos en algo nuevo para crear una propuesta diferente y atractiva". Queda claro, no es la misma novela.
ES INTERESANTE LLAMAR la atención hacia la distancia verbal que asume la productora Salinas con el equipo de producción original, pues lo que se ve en la pantalla es más bien una evidente vocación por parecerse, lo más que se pueda, a la primera telenovela. La cuestión es que, distancia más o distancia menos, muchos de los ex trabajadores de Argos maquilan hoy para Tv Azteca.
POR OTRA PARTE, sería ingenuo pensar que para los televidentes no ha quedado lo suficientemente claro que la empresa se vale de la herencia anterior para intentar recuperar una audiencia perdida a causa del lamentable resultado de las telenovelas aztecas de los últimos siete años.
OTRO ASUNTO QUE destaca notablemente de la producción de ...el regreso es la campaña de lanzamiento e inicio de la telenovela, muy al estilo de las series y producciones estadunidenses. Como dice el investigador Luis Mamani: "podría decirse que no estamos viendo una, sino dos telenovelas, la que ocurre a partir del 9 de junio a las 9 de la noche en el Canal 13 y la que se produce y emite desde antes en Tv Azteca. Muchos espacios de la televisora, incluidos los noticiarios, han estado sistemáticamente anunciando asuntos diversos relacionados con el regreso de la telenovela. Por ejemplo, en un segmento programático del sábado 14 pasado se entrevistaba al elenco y todos los que hacen la novela para que digan... šcómo se hace la novela!" Esto se extendió a muchos otros medios y espacios de comunicación nacionales, con el claro carácter de operación de prensa. El lanzamiento estuvo presente en los noticieros del propio canal y en todo tipo de programas. La campaña de publicidad y prensa parecía estar acompañada de la sensación de que la fama de la Mirada de mujer anterior no sería suficiente, además había que convencer a la audiencia de por qué es la mejor opción.
LOS RATINGS COMPROBARON el temor azteca, por lo menos en el arranque de ambas telenovelas. A lo largo y ancho de la República Mexicana Amor real inició como favorita. Las cifras de Ibope que proporcionó Televisa hablan de 26.5 puntos para la telenovela de casa y de 22.8 para la de Televisión Azteca. En el caso de la zona metropolitana las cosas fueron diferentes" ...el regreso estuvo por encima de su competencia en el Canal de las estrellas: 30.5 puntos de rating frente a 26.6 puntos para Amor real.
EL EQUIPO DE producción, los escritores que antes fueron unos y ahora son otros, y la dirección, que antes era una y ahora es otra, hacen que se note la diferencia. Y cada vez se nota más. Si bien los primeros capítulos de esta nueva versión estuvieron realmente muy bien escritos y actuados, hay que decir que para hoy el tono y la fuerza del inicio han ido disminuyendo. Nos queda esperar a ver si en este caso se puede demostrar que una segunda parte también puede ser buena. De todos modos creo que hay que asistir a este regreso... por el mismo canal y a la misma hora, para sacar más conclusiones y de paso disfrutar las actuaciones, esas sí casi intachables, de Angélica Aragón, Fernando Luján, Evangelina Elizondo y demás elenco.
Televisa no arriesga temas
AL MISMO TIEMPO que Televisión Azteca, Televisa lanzó su más reciente telenovela: Amor real. Sin tanto bombo y platillo como en la casa de enfrente se inició la transmisión de esta conocida historia, que es un remake de una producción de la misma Televisa de los ochenta. Si en el caso de la telenovela de Azteca existe la evidente voluntad de colgarse del prestigio heredado de una versión original, el caso de Amor real no es del todo diferente. Se siguen sacando de los escombros y el pasado aquellos libretos exitosos para rehacerlos a la luz de las nuevas necesidades.
LA TELENOVELA DE hoy es una copia de lo que hace 20 años se estrenaba como Bodas de odio, escrita por Caridad Bravo y originalmente dirigida por el señor telenovela Ernesto Alonso. Amor real es una adaptación (por segunda vez) de María Zarattini con una producción millonaria de Carla Estrada, donde se ha preferido, en lugar de explorar, no arriesgar. Hasta la pareja de protagonistas -Adela Noriega (Matilde) y Mauricio Islas (Adolfo)- es una repetición del elenco que ya había dado buenos frutos en El Manantial.
SIN EMBARGO, más allá de lo que significa estar haciendo un remake, hay que decir que en cada capítulo de los hasta ahora presentados brilla la buena factura que Televisa imprime a este tipo de producciones. Y es que ya sea por historia o por capacidad económica, o por las dos cosas, la televisora hace gala aquí de un producto técnica y visualmente superior. Frente a eso no hay nada que objetar.
LO QUE SI resulta muy cuestionable es que se lleven tantos años viendo diferentes escenarios y repartos de una misma y aburrida telenovela que se repite incansablemente: la pobre infeliz que por azares del destino encontrará a un hombre rico y guapo de quien se enamorará irremediablemente y con el cual terminará felizmente casada. No sin antes haber enfrentado, y por supuesto vencido, a todas las posibles fuerzas del mal que tratarán de impedir cualquier intención de arribismo clasista de la protagonista.
OTRA COSA QUE parece inexplicable hoy en día es que con el oficio y la experiencia que tiene Televisa en el ámbito de la producción de telenovelas siga sin experimentar nuevas historias. La empresa recurre persistentemente a las fórmulas probadas para asegurarse -al menos- una porción del éxito obtenido con las anteriores versiones. Además se percibe la lectura equivocada de productores y directivos respecto a las necesidades y preferencias actuales de las audiencias.
SI BIEN ANTES el público se conformaba con las megaproducciones que incluían y siguen incluyendo impresionantes escenografías y ambientaciones, diseño de vestuarios, maquillaje y peinados de altísimo nivel, como es el caso de esta telenovela, también es cierto que hoy los televidentes están cambiando. La primera manifestación de esto la demuestra el éxito rotundo de la versión original de Mirada de mujer hace siete años. El hecho de que hasta hoy Amor real le esté ganando el rating del país a la telenovela de la competencia no es garantía de que así vaya a terminar la contienda mediática. Aunque llevar la delantera no es un dato menor, no se puede pasar por alto que hoy en México hay receptores que tienen más aspiraciones, no sólo democráticas, sino también generacionales: hoy la mayoría de los jóvenes son receptores de la televisión del tercer milenio y de Internet. Con todo esto, la pregunta es hasta cuándo van a durar las estrategias del pasado.
SI BIEN ES cierto que inicialmente los televidentes están apoyando más este remake (excepto en el DF), está claro que en cualquier momento se puede cambiar de canal. Este es el punto. Un televidente que se aburre le cambia y Ƒadivine?: unas frecuencias más adelante hay una mirada que ha regresado y contempla con enjundia. Esa fue una lección que no se debiera olvidar. Y si lo que ocurre hoy en materia de telenovelas mexicanas es que la inspiración se ha agotado, es necesario empezar a hacer algo. Por ejemplo, que los televidentes vean, comparen y elijan. Eso es ya hacer algo.
Mirada de mujer, el regreso (2003).
Producción: Elisa Salinas.
Dirección: Raúl Quintanilla.
Guión: Luis Felipe Ibarra.
Amor real (2003).
Producción: Carla Estrada.
Texto original: Caridad Bravo Adams.
Adaptación: María Zarattini.
Dirección: Mónica Miguel.
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