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México D.F. Jueves 19 de junio de 2003

Demandan de las autoridades en Gustavo A. Madero respeto a su espacio de encuentro

Jóvenes homosexuales y lesbianas defienden su derecho a reunirse

Cierran filas luego de la agresión sufrida en Bosque de Aragón hace tres semanas

JENARO VILLAMIL

Son menores de 25 años, preparatorianos, algunos trabajan como enfermeros, otros son estudiantes de comunicación y aspirantes a periodistas, ingenieros en sistemas, varones y muchachas que desde hace más de cinco años han encontrado en la puerta número 8 del Bosque de Aragón un lugar de reunión, de expresión y de compañía. Ya no son la generación del "amor que no se atreve a decir su nombre", como diría Oscar Wilde, sino la nueva generación capitalina de jóvenes gays que buscan espacios para expresar su condición, bajo una consigna "los que son diferentes, únanse".

La más reciente agresión sufrida hace tres semanas contra 12 de sus aproximadamente 150 integrantes que se reúnen en la estación Bosque de Aragón de la Línea B del Metro los ha unido más y le demandan a la delegación Gustavo A. Madero un espacio para reunirse, una cabaña al interior del bosque o que los dejen utilizar las canchas, "como hacían hace unos dos años, cuando podíamos estar en torneos de volibol", resalta Juan Carlos de la Rosa, uno de los que encabezan la Comunidad Diversa del Bosque.

No hay persecución homofóbica, afirma el delegado Joel Ortega

Por lo pronto, el delegado de esta demarcación, Joel Ortega, expresó que ya dieron instrucciones para que los guardias del Bosque de Aragón dejen de hostigar a los jóvenes gays y lesbianas, pero también consideró que no es posible construirles una palapa o darles un espacio "porque no podemos distinguir a un grupo sobre los otros". Ortega negó que exista persecución homofóbica en contra de ellos e, incluso, subrayó que en la delegación Gustavo A. Madero se han atendido sus demandas.

Sin embargo, De la Rosa revira en una entrevista, rodeado de decenas de chavos que se reúnen de las 19 a las 22 horas a la salida de la estación del Metro: "Nosotros no pedimos nada extraordinario. Si hay cabañas para los vendedores ambulantes, Ƒpor qué no nos dan un espacio? Nosotros quisiéramos ese lugar para funcionar como una organización no gubernamental con fines recreativos, deportivos. Nos gustaría hacer cosas culturales".

Tres jovencitas bailan entre ellas, los muchachos que llegan se saludan de beso, comentan cómo organizarán su contingente en la marcha del orgullo lésbico-gay del próximo sábado, mientras Manuel brinda su testimonio sobre otra agresión que él mismo padeció hace varios meses.

Recordó que cuatro guardias del bosque, una noche, lo persiguieron y lo golpearon. Los agentes de la patrulla 0714 fueron testigos de la agresión. Fue a la delegación a levantar la demanda. Uno de los guardias le dijo a la agente del Ministerio Público que los chavos "siempre se meten al bosque y hacen sus cosas". El se defendió, diciéndoles que nadie hace nada indebido, que a él lo agarraron caminando y que varias veces los guardias han querido extorsionarlos pidiéndoles de cinco a 50 pesos, para dejarlos jugar o reunirse en el bosque. Finalmente, los guardias firmaron una carta-compromiso para indemnizar a Manuel con 250 pesos por daños y agresiones.

Julio relata que a otro muchacho, de 17 años, una noche lo agarraron también los guardias. Le pegaron en las costillas con una macana. Lo amedrentaron con obligarlo a hacerle sexo oral a uno de los caballos de la guardia del bosque. "A otro amigo lo bañaron con gas lacrimógeno.bosque_aragon_jn Eso fue hace como un año", recuerda otro de los muchachos.

Beatriz, una de las jóvenes agredidas el 30 de mayo a las 20 horas, subraya que, a pesar de que les sigan diciendo cosas, ellos se seguirán reuniendo. "Yo soy bisexual y llegué aquí por mi hermano. Aquí la pasamos bien, sanamente, y puedo conocer y platicar con otras personas igual que yo".

"Ya estamos cansados de los antros, nosotros sólo queremos un espacio donde podamos reunirnos", recalca uno de los jóvenes, que es enfermero, quien después de su turno siempre llega a la estación de la Línea B para reunirse con decenas de muchachos que van de Azcapotzalco, de Aragón, del estado de México y de diversas colonias, que ahí se reúnen.

Otro de los jóvenes agredidos, delgado, de menos de 20 años, recuerda que esa noche llegaron alrededor de 50 porros que les gritaban y los agredían. A él lo arrojaron desde una rampa de cerca de seis metros de alto. Cayó de espaldas, pero su mochila amortiguó el golpe. Estuvo internado en el hospital durante casi una semana, pero ya regresó a reunirse con sus cuates.

La búsqueda de lugares públicos

La Comunidad Diversa del Bosque constituye uno de los tantos grupos informales de jóvenes gays y lesbianas que buscan los espacios públicos de la ciudad para reunirse y para conocerse con otros. Por ejemplo, ellos han tenido torneos de volibol con Las de la Cuatro, como se le conoce a otro grupo que se reúne en la Línea 4 del Metro, así como a Las Lectoras, jóvenes que se juntan a las afueras de la estación Constituyentes, a la entrada del Bosque de Chapultepec, y que se dedican a leer poesía. En el ambiente a varios de ellos se les conoce como "los metreros". Entre ellos se comunican por correo electrónico, reuniones, fiestas.

A los del bosque también les han dado pláticas de sexo seguro y prevención de VIH. "La doctora Carmen Soler (directora del Programa de VIH-Sida del gobierno capitalino) estuvo con nosotros y también nos han repartido condones y folletos", recuerda De la Rosa.

Entre ellos tienen sus anécdotas y sus personajes. Uno de éstos es Jacaranda, un chavo que era "todo un caso", porque se dedicaba a extorsionar a los menores de edad, amenazándolos con informarles a sus padres de su orientación sexual y, presuntamente, se ponía de acuerdo con los guardias del bosque para extorsionarlos.

"Aquí todo surgió informalmente", recuerda Francisco, uno de los mayores del grupo que viene a la puerta 8 desde hace más de cinco años. "Todos sabíamos que aquí había ambiente, pero no recibíamos tanta agresión de los guardias. Todo cambió desde que somos más y desde que decidimos ya no dejarnos", remató.

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