México D.F. Jueves 19 de junio de 2003
El presidente brasileño es "símbolo de una gran esperanza", afirma el jurado
Recibe Lula el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional
Susan Sontag, Jürgen Habermas, Riszard Kapuscinski y Jane Goodall, también galardonados
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 18 de junio. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fue galardonado este miércoles con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2003, como homenaje a su "trayectoria política y personal en defensa de los trabajadores y en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción".
Los miembros del jurado destacaron que el gobernante es también es un "símbolo de una gran esperanza".
Una vez que conoció la noticia, el mandatario brasileño y ex líder sindical anunció que donará los 45 mil dólares del premio al programa contra el hambre que puso en marcha al asumir en enero pasado.
Según la agencia brasileña Estado, la ob-tención del premio fue una sorpresa para el líder izquierdista, que ni siquiera sabía que su nombre había sido propuesto.
Pocas veces en la historia de estos galardones, que se entregan en una ceremonia anual en la ciudad asturiana de Oviedo, en octubre, se había conseguido tal unanimidad como con Lula.
El jurado, presidido por el ex presidente del gobierno español Leopoldo Calvo Sotelo, señaló que el premio busca reconocer "no sólo una trayectoria política y personal en defensa de los trabajadores y en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción, que tanto han hecho sufrir a los desheredados de su país y del mundo en general, sino también a su voluntad de establecer puentes de cooperación entre los países del Cono Sur, entre América y Europa, proponiendo un foro internacional de lucha contra el hambre", en alusión a la propuesta de Lula en la última reunión del grupo de los ocho países más poderosos en Francia.
El jurado, además, destacó que "el presidente es, pues, el titular de un admirable pa-sado de lucha por la justicia, el impulsor de actitudes políticas llenas de buen sentido y símbolo de una gran esperanza".
Lula, que hace seis meses asumió como primer mandatario de Brasil después de tres intentos fallidos, nació y creció en la pobreza y de niño ejerció diversos oficios -vendedor callejero, limpiabotas y recadero, en-tre otros-; luego entró a trabajar como obrero metalúrgico y ya como líder sindical fue encarcelado por dirigir la histórica huelga de los 41 días de 1980 contra la entonces dictadura militar.
Al asumir la presidencia, Lula ha tomado dos medidas relevantes en el plano social: el programa Hambre Cero y otorgar el reconocimiento del derecho de propiedad a sus compatriotas que viven en las favelas, las ciudades perdidas de Brasil.
En la reunión del G-8, el gobernante presentó una iniciativa para formar un Fondo Internacional contra el Hambre, que estaría integrado por los países más ricos y los grandes inversores, y podría ser financiado por una "tasa al comercio de armas".
Por esto, el jurado del Príncipe de Asturias dijo que Lula "es un ejemplo de superación personal y política, un gobernante que se esfuerza por hacer política con el corazón", con lo que ha llevado "esperanza a un continente cuyo desarrollo es decisivo para el resto de la humanidad, y su compromiso con los más necesitados le ha convertido en referencia moral mundial".
La candidatura de Lula fue presentada por Juan Vázquez, rector de la Universidad de Oviedo, pero también recibió el apoyo de las universidades Internacional Menéndez Pelayo, Complutense y Politécnica de Ma-drid, además de una treintena de universidades de Iberoamérica y otros países, así como de instituciones y personajes de todo el mundo, como Sebastião Salgado, premio Príncipe de Asturias de las Artes 1998; En-rique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo y premio Príncipe de Asturias de Cooperación 1982; Emilio Botín, presidente del Santander Central Hispano, y Cándido Méndez, secretario ge-neral de Unión General de Trabajadores y presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, entre otros.
Javier Solana, alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, se sumó este miércoles a las felicitaciones al mandatario brasileño, al sostener que "en este momento no veo a nadie más indicado para recibir este premio, ya que la persona de Lula, sus ideas, sus proyectos y la energía con la que los ha sabido poner en marcha constituyen una gran esperanza para los problemas que afronta Brasil, el continente americano e incluso el mundo entero".
Otros de los premiados este año con los reconocimientos Príncipe de Asturias son las escritoras Fátima Mernisi y Susan Sontag (Letras), el periodista Riszard Kapuscinski y el teólogo Gustavo Gutiérrez Merino (Comunicación y Humanidades), el filósofo alemán Jürgen Habermas (Ciencias Sociales) y la británica Jane Goodall (In-vestigación Científica).
Por otro lado, Lula recibirá elogios también por su manejo macroeconómico esta semana en Washington, cuando llegue allí para una visita oficial que incluye una reunión con su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush.
Su desempeño "fue la sorpresa más grande de todas", aseguró Mark Falcoff, citado por Dpa, del conservador Instituto de Em-presas Estadunidenses.
En Brasil, sin embargo, empresarios y sindicalistas expresaron este miércoles su decepción porque el Banco Central recortó hoy medio punto de la tasa básica de interés, cuando estos sectores esperaban un re-corte más importante para tratar de impulsar la economía del principal país de América Latina.
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