México D.F. Domingo 15 de junio de 2003
Sólo el varón y los hijos, en
2.2% de los casos: INEGI
En un tercio de las familias mexicanas falta el padre
Pese a cambios, la principal carga doméstica,
a la mujer
ANGELES CRUZ
En un tercio de las familias mexicanas está ausente
la figura paterna, y en el resto, donde los varones sí están
presentes y sus esposas trabajan, sólo la cuarta parte colabora
en las labores domésticas y el cuidado de los hijos, afirma el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Con motivo del Día del Padre, que en nuestro país
se celebra desde los años 50, la dependencia difundió algunos
datos relevantes sobre el tema. Resalta que aunque la composición
de las familias ha variado sensiblemente en las últimas décadas,
prevalece el tradicional papel de autoridad y poder del padre sobre el
resto de los integrantes del hogar.
De
22.3 millones de núcleos familiares registrados en el Censo Nacional
de Población y Vivienda 2000, 14.9 millones (65 por ciento) se formaban
por el jefe varón con hijos. De este último porcentaje, casi
en la totalidad estaba presente la cónyuge, y apenas en 2.2 por
ciento el padre estaba solo.
Sobre estos hogares con papá y mamá se concentra
la información del INEGI. Señala que existen algunas diferencias
entre ambos, en particular la edad, el nivel de educación y la participación
en el mercado laboral, las cuales muestran brechas socialmente aceptadas
entre las parejas y evidencian la ventaja del padre sobre su esposa al
interior del hogar. Esta característica se acentúa a medida
que el padre tiene mayor edad.
Del total de estos hogares, en casi tres cuartas partes
el varón tiene más edad que la mujer. Lo mismo ocurre con
respecto al nivel de escolaridad; al menos la tercera parte de ellos tiene
esta ventaja y sólo entre las parejas mayores de 50 años
de edad se reporta un equilibrio, debido fundamentalmente a que ambos carecen
de instrucción o no concluyeron la primaria.
Respecto al ámbito laboral, el INEGI señala
que en más de la mitad de las familias en que los esposos viven
juntos prevalece la forma de organización donde sólo él
trabaja.
La información también aborda el tema de
la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo. Dice que ésta
es más alta en la etapa intermedia de desarrollo de la familia,
cuando hay hijos e hijas menores y mayores de 15 años. En cierta
medida, explica, los niños requieren menos cuidado, pero también
se incrementan las necesidades económicas de la familia, por lo
que la esposa se ve obligada a trabajar.
Al respecto, el INEGI clasifica a los hogares con padres
en dos tipos: familias tradicionales y familias modernas, según
la actividad extradoméstica que realice la esposa.
En las primeras los padres dedican 50 horas a la semana
en promedio al trabajo extradoméstico y sus cónyuges 52 horas
y media en el mismo lapso a la actividad doméstica y el cuidado
de los hijos. A partir de este dato, el INEGI destaca que la esposa está
limitada casi exclusivamente al ámbito familiar. En cambio, los
señores que participan en el trabajo doméstico y el cuidado
de los niños dedican a estas actividades 10 horas por semana.
De las esposas de estas familias tradicionales, 62.9 por
ciento cuida niños y dedica 28.5 horas semanales en promedio, lo
que equivale a cuatro horas diarias; mientras que 28 por ciento de los
padres destinan alrededor de hora y media diaria a esta actividad.
Por lo que se refiere a las familias modernas, las cónyuges
y los padres comparten la condición de realizar trabajo extradoméstico,
pero la proporción de tiempo dedicado al mismo es muy diferente:
las mujeres invierten 37.6 por ciento de su tiempo y los padres 72.2 por
ciento. Estos porcentajes equivalen a 48 horas para los hombres y 29.5
horas para las mujeres. Sin embargo, al sumar el tiempo de actividad extradoméstica
y doméstica las esposas destinan 65.5 horas semanales y sus maridos
59.5.
Al abundar sobre este punto, el INEGI apunta que más
de nueve de cada 10 esposas realizan algún tipo de trabajo doméstico
y casi seis de cada 10 cuidan niños. Por el contrario, sólo
una cuarta parte de los hombres participa en limpiar la casa, lavar trastos
y cuidar niños. Al cuidado de ellos, los esposos invierten en promedio
12.5 horas semanales, y sus cónyuges, 21 horas.
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