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México D.F. Martes 10 de junio de 2003
Ventanas rotas justifica ataques preventivos,
asegura
Cero tolerancia sólo busca chivos expiatorios:
Tenorio
SUSANA GONZALEZ G.
Frente a un público heterogéneo que incluyó
universitarios, funcionarios del gobierno capitalino, policías,
representantes vecinales y empresariales, e incluso integrantes del Grupo
Giuliani, el creador de la teoría de las ventanas rotas,
George Kelling, refutó ayer las críticas de investigadores
que han advertido que dicho modelo atenta contra los pobres e incrementa
los abusos policiacos contra la población.
"En
el Instituto de Manhattan -al que pertenece- existe una amplia bibliografía
de críticas contra ventanas rotas, pero me siento perplejo
de que sus autores nunca hayan presentado y aterrizado alternativas distintas
(para combatir el crimen)", expresó durante su conferencia magistral
en la Facultad de Derecho de la UNAM, en el marco del coloquio Seguridad
pública en la nueva agenda urbana.
Durante el foro, Fernando Tenorio, investigador mexicano
de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), creador del proyecto
ciudades seguras y quien ha criticado la contratación millonaria
del despacho de Rudolph Giuliani, fue la única voz discordante que
no ensalzó los beneficios de la teoría de las ventanas
rotas, al participar en una mesa redonda previa a la conferencia de
Kelling, donde también fueron ponentes Stephen Goldsmith, ex alcalde
de Indianápolis, así como Michael O'Connor de la organización
Alianza por el Centro de Nueva York, veterano de Vietnam, ex agente del
FBI y ex jefe policiaco de varias corporaciones estadunidenses, ambos impulsores
del citado modelo.
"El derecho de la legítima defensa es presentado
en la teoría de las ventanas rotas o cero tolerancia
para justificar que se actúa de manera preventiva: ataco, porque
parece que me van a atacar. Pero eso es un término deplorable, el
mismo utilizado en Cisjordania o en Irak. No digo que el modelo no haya
reducido los delitos, pero hay que ver si se justifica... El gran problema
de cero tolerancia es que los sin techo, los menesterosos, fueron
arrojados del trazo urbano o se encuentran en las cárceles; fueron
los chivos expiatorios", expuso Tenorio.
En su oportunidad, Kelling no dejó de referirse
"al cálido recibimiento de Tenorio", pero se deslindó de
la mala aplicación que se ha hecho de su teoría en algunos
lugares y sobre los abusos policiacos que se incrementaron en Nueva York,
pues dijo que sólo fueron al comenzar la aplicación del plan
por la contratación de 7 mil nuevos policías. Además,
dijo que la premisa para la aplicación de su teoría es que
los ciudadanos "den su consentimiento y colaboren con las autoridades,
lo cual sólo sucede en sociedades democráticas, porque en
sistemas totalitarios el modelo sería base del terror".
En entrevista posterior, Kelling también desestimó
las críticas de Bernard Harcourt, catedrático en leyes de
la Universidad de Chicago, quien en su libro La ilusión del orden.
La falsa promesa de la teoría de las ventanas rotas asegura
que su proyecto carece de rigor científico, se basa en anécdotas
y tiene motivaciones económicas y estéticas con el fin de
eliminar "la fealdad" de las calles, mediante el retiro de vendedores ambulantes,
prostitutas, mendigos y limpiaparabrisas.
Coincidente con Kelling, el secretario de Seguridad Pública,
Marcelo Ebrard - quien hoy dará una conferencia en el mismo foro-
dijo que "Harcourt es un buen crítico pero no tiene modelo práctico
y no ofrece ninguna guía de política pública para
sustituir el modelo de Kelling, quien sí presenta evidencias exitosas,
científicas y con apoyo empírico en varias ciudades del mundo.
Esa es una diferencia crucial".
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