México D.F. Lunes 9 de junio de 2003
Los jefes armados rechazaron la oferta; también pedían su extradición: El Espectador
Ofreció EU reubicar a paramilitares colombianos a cambio de información del narco y las FARC
AFP, REUTERS Y DPA
Santafe de Bogota, 8 de junio. Estados Unidos ofreció a jefes paramilitares de Colombia reubicarlos en su territorio a cambio de información sobre el narcotráfico y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reveló hoy la prensa local.
Según el semanario El Espectador, cinco agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) intentaron sin éxito y a espaldas del gobierno de Alvaro Uribe negociar con los líderes político y militar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, de extrema derecha) Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, pedidos en extradición por Washington bajo cargos de narcotráfico.
La CIA ofreció a los dos máximos jefes paramilitares reubicarlos junto a sus familias en Estados Unidos a cambio de información sobre el narcotráfico y sobre sus enemigos, las FARC, de acuerdo con fuentes de inteligencia colombianas citadas por el semanario.
Ninguna autoridad colombiana podía conocer el plan de los agentes -adscritos a la embajada estadunidense-, quienes debían informar directamente a Washington.
"No era la primera vez que la CIA trataba de buscar una conexión con las AUC. A diferencia del pasado, en esta oportunidad se jugaron el todo por el todo, antes de que el gobierno del presidente Alvaro Uribe lograra avanzar en un acuerdo de desmovilización con los paras", señaló una de las fuentes.
La operación, que incluyó charlas telefónicas de los agentes con Mancuso y Castaño, no prosperó porque éstos no aceptaron el ofrecimiento, al considerar que la política de Washington hacia las AUC no es clara. "Mientras la CIA ofrecía mano tendida para los jefes de las AUC, el presidente Bush insistía en solicitar su extradición para condenarlos por terrorismo", explicaron las fuentes.
Por su lado, Cambio afirmó que Estados Unidos presionó al gobierno colombiano para que pasara a retiro a un general del ejército acusado por Washington de tener nexos con paramilitares y de haberles devuelto el año pasado un cargamento de droga y 24 fusiles.
Según fuentes oficiales citadas por la revista, el general Gabriel Díaz, comandante de la Segunda Brigada hasta el viernes pasado, fue pasado a retiro por el gobierno tras no aceptar una dimisión voluntaria.
"Estados Unidos envió el mensaje de que si usted no se retira está en peligro el suministro de ayuda para diversos programas relacionados con el tráfico de drogas y el terrorismo", le habría dicho a Díaz en mayo pasado el propio comandante del ejército, general Carlos Ospina.
Díaz, por su lado, negó hoy tener nexos con paramilitares y culpó a algunas organizaciones no gubernamentales de perseguirlo, mientras que la ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, negó que haya habido presiones de Washington para el retiro de Díaz, tras señalar que unos 30 militares fueron pasados a retiro por el gobierno el año pasado.
Mientras tanto, al menos 10 muertos (entre civiles, guerrilleros y paramilitares) y 13 rebeldes detenidos dejó el domingo la violencia en distintas localidades del país, mientras el defensor del pueblo de Colombia, Eduardo Cifuentes, denunció que Panamá violó el tratado internacional de refugiados al expulsar de su territorio a 109 desplazados colombianos en abril pasado, bajo acusaciones de ser integrantes de las FARC.
"Los refugiados no pueden ser expulsados contra su propia voluntad de un país, sobre todo cuando se trata de personas que en su momento huyeron para ponerse a salvo de una persecución", explicó.
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