LETRA S
Junio 5 de 2003

Reina por conveniencia
 
 
Antonio Medina

Jesús Cuitláhuac Portillo Vázquez, de 22 años de edad, recibió el pasado mes de diciembre un reconocimiento de la comunidad gay de San Luis Potosí y de algunas instituciones públicas del estado por su trabajo en la lucha contra el sida. Pero también ha sido galardonado por su carisma. Durante dos años consecutivos fue Señorita San Luis Ocasional, lo que a la vez le valió ser nombrado Reina de reinas. Premios tan disímbolos, en su opinión, no son excluyentes: "No te creas que ser bonita y reina de reinas es sólo la pose; a mí me sirvió para posicionarme en foros en los que estoy duro y duro sobre los temas que necesitamos colocar en los medios para reivindicar nuestros derechos y llamar la atención de quienes deciden las políticas en nuestro estado, para que sepan que nuestra comunidad también necesita ser tomada en cuenta y beneficiarse de los recursos que el gobierno brinda a su sociedad."

Cuitláhuac afirma que ser gay en el seno de una sociedad conservadora y homofóbica como la de San Luis Potosí no es fácil, "pero creo que es más difícil no ser sincero contigo mismo. Cuando vives de manera honesta se te abren muchas puertas y la gente aprende a respetarte. Por eso yo espero que cada vez más gente dé la cara como homosexual, pues salir del clóset da la posibilidad de hablar y participar en los espacios públicos y de decisión, en los que podemos incidir para la elaboración de leyes que nos den derechos iguales a los del resto de la sociedad. Ser joven y ser gay son, de por sí, dos elementos de discriminación y vulnerabilidad, pero lo importante es que aprendamos a exigir nuestros derechos y lo que nos corresponde."

Hace cuatro años, cuando se enteró que era positivo al VIH, Cuitláhuac intentó suicidarse. "Me cambiaron el contexto, la visión del mundo", recuerda. Sin haber resuelto del todo su crisis, se sumó a las filas del Colectivo Hermano a Favor de la Diversidad Sexual, donde entendió que vivir con VIH no es el fin del mundo, "es más, me ayudó, ya que me involucré en talleres sobre educación sexual, prevención de ITS y empoderamiento". Al respecto concluye que "no sabría cómo medir los logros y el impacto de lo que hemos hecho en la lucha contra el sida; lo que sí puedo decir es que de no existir las organizaciones civiles con trabajo en sida, muy probablemente habría un mayor número de jóvenes infectados".

ls-vihvencias