México D.F. Jueves 5 de junio de 2003
Fue su tercera presentación en la capital germana desde septiembre de 2002
Maná hizo cantar en español a miles de alemanes en Berlín
Al grito de zugabe, zugabe, los jóvenes teutones no los dejaban bajar del escenario Su música es alegría de vivir y eso nos hace bastante falta por acá, afirmaron algunos asistentes
ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL
Berlin, 4 de junio. Tercera presentación de Maná en Berlín. En septiembre de 2002, algunos cientos de entusiastas asistentes a una gira promocional. Febrero de 2003, un espacio para 700 berlineses con lleno total. Martes 3 de junio de 2003, tres mil cuerpos, tres mil almas, tres mil gargantas que se entregaron a lo que denominaron "la alegría y la pasión de vivir" que el grupo mexicano representa.
Bajo inusitadas temperaturas berlinesas de 33 grados, y que dentro de la Columbia Halle superaron los 40 grados, el grupo mexicano se lanzó a la conquista de esta emblemática capital europea y lo consiguió.
Como parte de la gira Tour Revolución de Amor y proveniente de España, Maná recorre las principales ciudades alemanas: Berlín, Hamburgo, Colonia, Munich. La conquista se refleja no sólo en la asistencia a los conciertos: los alemanes cantan con Maná. El álbum de los éxitos del grupo mexicano se encuentra en cada tienda de discos de Alemania y a un precio muy accesible: 8 euros. "Hemos pedido a la disquera que el álbum se vendiera barato, es la única manera que tenemos de combatir la piratería", comentó Alex, baterista del grupo, en conversación con La Jornada.
Cachondez germana
Las canciones de Maná se escuchan cada vez más en las estaciones de radio en Alemania. Ante la sorpresa de los latinos y mexicanos que también se dieron cita en el concierto y que constituían 30 por ciento del público, los alemanes cantaban en español. "Estamos aprendiendo español pues queremos cantar las canciones de Maná, su música es alegría de vivir y eso nos hace bastante falta por acá", declaró un grupo de jóvenes berlineses bañados en sudor.
Entre el público, un cartel con la fotografía del grupo rezaba: "Maná, wir sind total in Euch verliebt" (Maná, estamos totalmente enamorados de ustedes). Fher correspondía susurrándole a Berlín entre texto y texto de las canciones, extendiéndose en un afectuoso abrazo que los alcanzara a todos, invitando al escenario a bailar con él y a soltarse el pelo a una rubia alemana que inevitablemente provocaba mecanismos de proyección y envidias del público femenino; "abrázalo, apapáchalo", se escuchaban algunos gritos, pues la señorita tímidamente sólo colgaba uno de sus brazos sobre el cuerpo de Fher.
Entre el "cómo te deseo, me prendes tanto, el calor no se dispersa amor ", y las elevadas temperaturas de la sala, la cachondez tomó protagonismo. Otro de los logros de Maná, porque eso sí que no se da por estas tierras, o al menos no de manera visible. Parejas se entregaban en lentos bailes y prolongados besos al ritmo de las rolas romanticonas del grupo para luego salir de su éxtasis al acelerado ritmo de Me vale, que Alex interpretaba desde su batería.
Dos horas y media de concierto en el que tuvieron que regresar un par de veces ante la mezcla lingüística de "otra, otra" y la alemana "Zugabe, Zugabe", concierto histórico que con seguridad dejo a una buena cantidad de asistentes con algunos gramos de menos entre baile, extrema transpiración y sobreproducciones adrenalínicas. Maná trajo a Alemania un mensaje de paz, mensaje contra la violencia, de revolución de amor por todos, por los desprotegidos.
''Con Bono vibramos muy bien''
En conversación con La Jornada previa y posterior al concierto, los integrantes del grupo no ocultaban su emoción ante la nutrida asistencia, ante la entrega de los berlineses. Fher Olvera, por su parte, agradecía estar acompañados en este momento tan importante de su carrera por "la voz de la izquierda en México, un periódico tan importante como La Jornada; por favor, cuéntales en México cómo nos ha ido por acá, esto es muy chingón, tenemos proyectos con Pavarotti, hemos platicado con Bono, estamos felices".
A la pregunta al grupo de qué significaba para Maná estar conquistando con su música, con su propia lengua, un país como Alemania, con tantos contrastes respecto de nuestra cultura, Alex, baterista del grupo, expresa: "para nosotros es un agasajo estar en Alemania, es un país que nos encanta porque es gente muy culta que le encanta también nuestra cultura mexicana y la latinoamericana".
-ƑPor qué les encanta Alemania? ƑQué es lo que más les atrae de este país?
-Es un país muy interesante, tiene una historia tremenda, la gente es alucinante, hacen muy buenos coches. Berlín es sobre todo una ciudad muy rocanrolera, la gente es muy amable y nos quiere mucho, tenemos muchísimos fans por acá, hay muchos alemanes que viajan a México y siempre se han traído nuestros cidís.
-ƑHay alguna nueva producción en proyecto?
-No a corto plazo, pero hay planes para sacar un nuevo disco a finales del año que viene; todo este año es para hacer giras.
Después de Alemania, Maná regresa a varias ciudades de España, realiza gira por México y Estados Unidos para volver en septiembre a Europa con Carlos Santana. Austria, Holanda, Francia, Italia y siete ciudades de Alemania están ya aseguradas.
El encuentro de Maná con Bono trajo la posibilidad de realizar algo en colaboración, el alma de U2 conocía el trabajo del grupo mexicano: "con Bono hicimos muy buena amistad y vibramos muy bien", concluye el baterista de Maná.
Una cosa es lograr llenos en México, Estados Unidos, en Europa en países como España o Italia, pero conquistar a un público cuya lengua y cultura contrasta hasta lo impensable con lo mexicano, eso es otra historia. Brincado el charco del Atlántico, Maná se instala en el gusto musical europeo y Alemania comienza a cantar en español.
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