Familiares denuncian represalias adicionales al encarcelamiento y riesgos de salud

Impugnan defensores las sentencias de seis activistas disidentes cubanos

"La apelación, mero ritual; mi pronóstico es pesimista", señala Elizardo Sánchez

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 4 de junio. Abogados defensores impugnaron hoy las condenas de cárcel contra seis activistas opositores, en diferentes recursos de apelación, mientras familiares revelaron represalias adicionales al encarcelamiento y casos de presos con riesgos de salud.

El Tribunal Supremo Popular de Cuba celebró hoy una audiencia de casación (apelación) para escuchar un alegato contra las sentencias de Héctor Palacios Ruiz (condenado a 25 años de cárcel), Oscar Espinosa Chepe (20) y Marcelo Cano Rodríguez (18).

Otros tres enjuiciados en la misma causa, Héctor Maseda Gutiérrez (20 años de cárcel), Osvaldo Alfonso Valdés (18), y Marcelo López Bañobre (15), no pidieron audiencia, por lo que su apelación se tramita por vía documental. Se espera que el tribunal informe en los próximos días si confirma o rectifica las sentencias.

Los seis forman parte del grupo de 75 opositores detenidos en marzo pasado y enjuiciados en forma sumaria bajo el cargo de servir como "mercenarios" al gobierno de Estados Unidos contra el interés nacional cubano.

La audiencia fue cerrada a la prensa. Familiares que tuvieron acceso dijeron a La Jornada que la abogada Odalys Pérez, defensora de Palacios, Espinosa y Cano, alegó ante el tribunal, replicando a las sentencias, que en el juicio hubo violaciones legales de fondo y de forma; que nunca se probó el contenido de las conversaciones que tuvieron sus defendidos con diplomáticos y congresistas estadunidenses; que la ley aplicada no define la "información subversiva"; que los informes y opiniones emitidos por los ahora presos no representan un daño social y que, en cualquer caso, las penas son excesivas.

La apelación "es un ritual y mi pronóstico es pesimista", dijo el activista Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. "Creo que todas las condenas van a ser ratificadas".

En diligencias previas, el tribunal confirmó las sentencias de los también opositores Miguel Galván Gutiérrez (26 años de prisión), José Ubaldo Izquierdo Hernández (16) y Héctor Raúl Valle Hernández (12).

Aislados en celdas de castigo

Con base en informes de familiares, Sánchez confirmó que la mayoría de los 75 presos están aislados, en celdas de castigo de 1.5 por 3 metros, en áreas de máxima severidad, al ser considerados "de alto riesgo". Bajo ese régimen tienen autorizadas visitas sólo cada tres meses.

"El envío de estos prisioneros a cárceles remotas, lejos de sus lugares de residencia, es un castigo extrajudicial, que afecta sobre todo a personas inocentes, los familiares, que tienen que pasar un enorme sacrificio para trasladarse en un país con el transporte virtualmente colapsado", señaló Sánchez.

Agregó que el ciclo de visitas es irregular, pues no puede aplicarse sin que la sentencia esté firme, lo cual apenas empieza a ocurrir con las decisiones del tribunal. Antes de las apelaciones el acceso familiar debería ser cada 21 días, agregó Sánchez.

Entre los reos con problemas de salud está Oscar Espinosa Chepe, economista y ex funcionario público, de 62 años, quien padece de cirrosis hepática, producto de una brucelosis de hace unos 20 años que fue degenerando, dijo a este diario la esposa del prisionero, Miriam Leiva.

Desde que fue arrestado el pasado 19 de marzo, Espinosa ha sido hospitalizado de emergencia en tres ocasiones: una en La Habana, otra en Guantánamo (unos mil kilómetros al este de aquí), donde estuvo recluido hasta el sábado pasado, y ahora, en el hospital Ambrosio Grillo de Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, a donde fue trasladado el fin de semana.

Espinosa ha tenido síntomas como coloración amarillenta en la piel, sangramiento digestivo, inflamación de las extremidades y pérdida de más de 10 kilos de peso, dijo su esposa.

En el Hospital Provincial de Guantánamo los médicos determinaron la necesidad de varios estudios, pero advirtieron que no podrían realizarse ahí a corto plazo por falta de recursos. La doctora Ileana Prieto Espinosa, sobrina del detenido, y quien conoce el estado clínico de su tío, pidió en ese lugar un examen para confirmar o descartar la aparición de várices esofágicas, dijo Leiva.

La esposa del prisionero dijo que Espinosa tenía controlada su enfermedad con una dieta y atención médica regular, y señaló que en prisión su estado se agrava por la "pésima alimentación y el agua contaminada".

Leiva agregó que fue a la cárcel de Guantánamo el 22 y el 23 de mayo, al enterarse del súbito agravamiento de su esposo. Sólo pudo verlo cinco minutos, pero debido a ello el director del penal le comunicó que consideraba empleado un turno de visita y el próximo encuentro sería el 28 de agosto y la visita conyugal el 23 de octubre.

Gisela Delgado, esposa de Palacios, explicó a su vez que en la prisión de Pinar del Río (extremo poniente) donde está su esposo, no hay agua potable. Agregó que el preso es hipertenso severo y desde su detención ha mantenido presión alta.

También señaló que renunció a la visita conyugal, a la que, según las reglas penitenciarias, tiene derecho cada cinco meses. Explicó que tomó esa decisión al enterarse que, para efectuarla, tiene que pasar una revisión completamente desnuda y en cuclillas ante una oficial.

Indicó que cuando Palacios sale de la celda es desnudado y revisado "en esa forma denigrante y humillante; saben que nosotros no somos criminales ni narcotraficantes ni drogadictos para llevar armas en nuestro cuerpo".