Las huelgas, contra políticas neoliberales

Paralizados, los servicios en Francia, Austria, Italia y Alemania

REUTERS, AFP Y DPA

Paris, 3 de junio. Huelgas en el sector público en Francia, Austria, Italia y Alemania paralizaron hoy la vialidad y los servicios. La huelga en Francia, la segunda protesta en tres semanas, en rechazo a una reforma del sistema de pensiones, redujo los servicios de los trenes, obligó a cancelar la mayoría de los vuelos internacionales y cerró las escuelas.

Observadores sostienen que las protestas en Francia siguen el mismo camino de las de 1995, que derivaron en la caída de un gobierno de centroderecha como el que actualmente encabeza Jean-Pierre Raffarin.

El primer ministro dio a entender que no cederá en su postura, al afirmar hoy que "se trata de la supervivencia de la república".

Los sindicatos franceses rechazan el plan de reforma que haría que los trabajadores paguen más y por más tiempo, hasta 40 años, al sistema estatal de pensiones. Ac-tualmente los trabajadores cotizan durante 37.5 años antes de pensionarse.

La Confederación General del Trabajo in-formó que en París se manifestaron 250 mil personas, igual número que el de franceses que se unieron a las movilizaciones populares en Marsella.

Decenas de miles de personas se manifestaron en Francia contra la ley de pensiones, con una cifra de 455 mil manifestantes en todo el país, según las autoridades, y más de un millón, según las organizaciones que convocaron a las movilizaciones.

Tranvías, trenes y el sistema del Metro dejaron de circular y las calles permanecieron vacías hoy, mientras que escuelas y guarderías realizaron cierres temporales.

Tampoco circularon los diarios y hubo suspensiones de labores en el correo, la radio pública y los hospitales. Un paro de 24 horas de controladores aéreos canceló 80 por ciento de los vuelos desde y hacia Francia.

La huelga de maestros, que ya dura varias semanas, parece haber logrado sus primeros efectos, pues el gobierno postergó hasta el otoño próximo la aprobación de una ley de descentralización en el sistema educativo que hace que los trabajadores del ramo te-man por una reducción de puestos de trabajo y menores impuestos para jubilarse.

En Austria, el conservador Partido Popular y el ultraderechista Partido Liberal, socios en el gobierno, llegaron a un acuerdo sobre los últimos detalles de una nueva y controvertida ley de reforma, que será votada en el Parlamento el próximo día 18, y prevé fuertes recortes de los haberes jubilatorios y el aumento de años de cotización.

La unión sindical austriaca OGB convocó para hoy a la mayor huelga en el país en el periodo de posguerra, que fue acatada, se-gún el sindicato, por varios cientos de miles de personas. No circularon trenes, tranvías y el ferrocarril subterráneo, y cerraron escuelas y guarderías.

Las agencias reportaron que no hubo caos viales en Austria, pues previendo la huelga la mayoría de la gente se tomó el día y permaneció en su casa.

Grupos de trabajadores huelguistas del ae-ropuerto internacional de Viena bloquearon el camino de entrada a la terminal, pero funcionarios de aviación dijeron que el tráfico aéreo no había sido interrumpido.

En Italia, decenas de miles de pasajeros quedaron varados en los aeropuertos de Ro-ma y Milán debido a la huelga de personal de la aerolínea nacional, Alitalia, y en total se cancelaron 225 vuelos, de los cuales 114 eran internacionales.

Desde el pasado sábado más de mil em-pleados se dieron de baja como enfermos, en protesta por recortes de personal de la en-deudada aerolínea.

Entre el medio día y las 16 horas locales todo el personal de Alitalia dejó de trabajar, a pesar de que la empresa anunció que congelaría sus planes originales de despedir a un tripulante por cada uno de sus vuelos.

En Alemania, unos 12 mil 750 trabajadores metalúrgicos y siderúrgicos del este del país se adhirieron por segundo día consecutivo a la huelga para conseguir una jornada laboral semanal de 35 horas.

Los huelguistas abandonaron el trabajo en 16 fábricas de la ex República Democrática Alemana, pese a que la patronal y el sindicato IG Metall retomaron hoy las negociaciones sobre las demandas sindicales.

Los trabajadores del metal exigen lo que equivale a una reducción de dos horas y media que los equipararía con los empleados del sector en el oeste de Alemania.

La patronal afirma que al ser inferior la productividad en las plantas del este, la reducción horaria sería contraproducente para la economía regional, que no cuenta con tanta inversión como en el oeste.